Anie_fall escribió: 22 Feb 2023, 23:22
Normal que haya tantos casos en los colegios. Es lo que pasa por enseñar chorradas como lenguaje inclusivo, género no binario y que los animales son personas también despreciando el valor de la disciplina o asignaturas como la filosofía que te ayudan a no ser un ignorante. Yo con 13-14 años tenía que ir con mi padre los fines de semana a hacer reformas subiendo sacos de cemento enfoscar, alicatar y poner pladur. Y no me ha pasado nada. Sigo vivo. Lo poco que tengo (un piso de 50 metros y un coche de segunda mano) lo tengo gracias a mi esfuerzo y sin que nadie me haya regalado nada.
Ahora es cuando me llamáis facha, machista y demás lindezas para darle la vuelta a la tortilla. Yo soy el malo de la película y el niñato que llora porque no funciona el instagram se convierte en el bueno.
El mundo al revés.
Madre mía... No te ha pasado nada, pero consideras normal que tu padre te pusiera a trabajar, sospecho que sin alta, sin cotizar y hasta sin cobrar. Sí, se te ve genial.
Raven_Darkholme escribió: 22 Feb 2023, 23:54
Claro, cargando sacos de cemento y volviendo a la posguerra se solucionan los conflictos y los problemas de salud mental y de falta de recursos en el sistema educativo.
Es sorprendente que los profesionales sanitarios no hayan tenido en cuenta esta cuestión.
Claro que si.
Ya te digo. Quejándonos de que te den cita a 6 meses vista en el psicólogo de la pública para una duración de 10 minutos y resulta que podíamos arreglarlo todo en la ferretería de la esquina
La educación se va a la mierda en este país así lo digo.
En mi caso trabajo en la universidad y la última decisión de Rectorado es que, como no hay dinero, se van a juntar grupos. Yo he llegado a tener 80 personas en una asignatura de lengua. ¿Cómo puede ser que nos horrorice una ratio de 35 personas en Bachillerato (que por supuesto no la defiendo) y normalicemos que en educación superior puedas tener 80 en el aula?
Pero es que los peques igual. Mi hija está en el último año de Infantil, son 22, dos de ellos han llegado ahora en enero y no hablan el idioma, hay un peque con diagnóstico que necesita un montón de atención, otro con unos ataques de ira que flipas y que a veces se escapa del aula... Pues nada, ahí están y que su maestra se apañe. A nadie se le ocurre que esa clase ahora mismo necesita una segunda persona.