Hades77 El internista, sí lo hay en la SS, y es el médico especializado en enfermedades que afectan a varias partes del cuerpo y patologías sitémicas.
En mi caso, no es que el problema surgiese por coger helicobácter, no he dicho eso. Lo que sucedió fue que aparecieron diferentes patologías que por sí solas no decían nada: hongos en boca y estómago, helicobácter, problemas de piel con eccemas, dermatitis, una alergia como en mi vida, Covid horrible en cuanto a consecuencias, etc., problemas de ansiedad (derivados en parte por todas estas cosas), etc. Yo iba yendo al médico, pero al estar en Covid me atendieron regulero. Un día una de mis amigas me dijo que fuese a un internista porque no era normal todo lo que me estaba pasando, cosa con la que yo estaba de acuerdo. Y sí, que mi médico estaba al tanto de mis problemas eh? pero no le dio importancia porque no vio todo junto.
Resultó que la ansiedad estaba poniendo a mi cuerpo en un estado de alerta constante haciendo que mis defensas estuviesen "agotadas" de modo que empezó a atacarme mi propio cuerpo por mis puntos débiles. A mí me ayudaron al decirme que todo venía por lo mismo, eso lo primero. Porque estaba desesperada ya con tanta enfermedad y tanta mierda. Primero me "curaron" los hongos, y posteriormente el Helicobácter, que ya la había tenido más veces pero no tan fuerte. Luego me mediqué para la ansiedad, luego me dieron tratamientos para la piel y alergia, y así poco a poco se fue pasando todo.
Sigo teniendo problemas de estómago, de piel y de alergia, como toda mi vida, pero son "normales". Pero era importante descartar que no fuese algo autoinmune, o un problema mayor que me bajase las defensas, tipo VIH por ejemplo.
Y yo no digo que tu médica sea mala profesional o que no esté al tanto, pero ya te digo que cuando te leo pienso... piel, estómago, hongos... ahí hay algo. Que puede que no, pero vaya que antes de que a mí me lo dijese nadie, por mi formación, sí sé la importante relación que existe entre cerebro-piel-sistema digestivo-sistema respiratorio. Están los tres muy relacionados y cualquier alteración en la cabeciña produce una reacción en el cuerpo.