Mi postparto fue muy chungo, sobre todo a nivel emocional, y me asusta muchísimo de cara a tener otro.
En lo físico no tanto, porque el parto fue muy bueno, no hubo apenas complicaciones, ni muchos puntos ni tampoco problemas con la lactancia.
Pero en lo emocional me sentía como si fuera otra persona, como si no fuera yo. Me sentía culpable, aislada, triste, agobiada, la situación me abrumaba y no sabía ni por dónde empezar. Cabe decir que la niña era bastante llorona y dormía mal, y yo me sentía agobiada por si tenía hambre, sueño, calor, frío... No me atrevía casi ni a ducharme, y al menor indicio de llanto salía corriendo con el pelo empapado porque me daba la sensación que yo era la única que podía hacer algo. Por ese motivo ni salía de casa yo sola, aunque fuera media hora a dar un paseo. Me acuerdo una vez incluso que mi marido me "obligó" a ir al Mercadona y comprar chorradas porque necesitaba ir a que me diera el aire y desconectar un poco.
Asumí que toda la responsabilidad era mía, si dormía mal era mi culpa, nadie sabía hacer las cosas salvo yo... En fin, una situación donde pasado un tiempo ni me reconozco.
Luego me sentí muy frustrada por no tener tiempo alguno para mí, me arrepentía mucho de dónde nos habíamos metido, la comunicación con mi pareja era nula...ambos estábamos cansados, cabreados, agobiados...
Y otra cosa que me frustraba muchísimo era lo impredecibles que eran los días y las noches... las dificultades para hacer planes, la ausencia de rutinas de la niña...tan pronto dormía una siesta de tres horas por la mañana como se pasaba la mañana llorando y dormía diez minutos o la noche que pensabas que iba a dormir mejor porque durante el día había estado fatal, resulta que se despertaba 50 veces.
En definitiva, que lo recuerdo como si fuera una película, lejano a mí, y muy raro. No pude disfrutar casi nada de la situación. Encima se juntó con una muerte muy cercana a la familia, y mi madre no estaba al cien por cien. Las visitas me molestaban, los consejos me sobraban y encontraba a la maternidad pocos motivos para disfrutar de ella. No lo defino como una depresión, pero lo pasé muy mal, y para un futuro bebé trataré de relativizar un poco todo, ser consciente de que es una etapa, que las hormonas pueden ser muy puñeteras y que pasadas unas semanas o meses todo es maravilloso.
Hala, menudo tocho y ánimo a las nuevas mamás en su postparto.
Ah, y coincido con la importancia de tener un grupo de apoyo, ya sea foro, grupo de WhatsApp o de los centros médicos. Cuando hablas con otras mamás y te cuentan sus experiencias te sientes más comprendida y viene genial.