Re: Di lo que piensas VII (a ver si este año pensamos más)
Publicado: 28 May 2022, 11:07
Coño, que he venido yo a hablar de mi libro y estáis hablando justo de alimentación. Qué atino con lo del curso de TCA
Aquí otra que como le diese por seguir la dieta intuitiva se ponía en 400 kgs. Me encanta comer y, a parte, durante épocas largas la comida es mi principal reforzador positivo (por no tener apenas contacto social, actividades reforzantes...), así que como decida escuchar a mi cuerpo, lo pierdo Mismamente, cuando empecé a opositar en serio me pasaba tantas horas en casa hastiada, aburrida, sola y desesperada que le daba al dulce que te cagas y hombre, engordé. No mucho, pero algo así y sobretodo, gané grasa pese a que seguía moviéndome (iba al gimnasio y tenía un ratito cortito para hacer algo de cardio todos los días).
Desde mi experiencia personal y de ver a otras personas (tanto en la asociación donde estaba haciendo prácticas, que había casos de TCA o de trastornos obsesivos cuyo control se relacionaba también con la comida / deporte, como en mi entorno cercano de familia y amistades), creo que la dieta intuitiva, ayuno intermitente y demás están reservados para un cupo de gente muy pequeñito en nuestro primer mundo.Tenemos un acceso fácil y rápido a la comida, así como económico en según qué productos; esto no es malo per se, obviamente. El problema es que se juntan varios factores que lo convierten en algo negativo: escasa educación nutricional que tenemos, basada principalmente en categorizar alimentos como malos o buenos y en seguir demonizando grasas y azúcares; mensajes contradictorios de la industria y de profesionales (Carlos Ríos me dice que no coma nocilla, pero saca una crema de cacao, ¡y esa sí!, aunque sean la misma "basura" nutricional; o las galletas Digestive tienen fibra, son buenas, las recomienda el tío del anuncio... pero ay, joder, es que ahora Mari Puri influencer de Nutrition Is Amazing me dice en su IG que no, que son caca y el pan también, ¡¡entonces qué como!!, que uno dice esto es bueno y el otro que no, que eso es malo); relación insana con la alimentación y una mala / escasa / ausente autogestión de emociones y/o frustraciones (como cuando estoy triste, cuando estoy aburrido... y luego me siento fatal, no por mi salud, sino porque la sociedad dice que si como mal voy a engordar, entonces se repite el ciclo: me como un croissant porque he tenido un día de mierda, me siento fatal por comerme el croissant, restrinjo o directamente prohíbo el consumo de croissants, me apetece más, me como un croisant un día que estallo por el exceso de trabajo, me siento mal... Esto sí que es un ciclo sin fin y no lo del rey león); eventos sociales generalmente vinculados a comida, sean de lo que sean (vamos a dar un paseo al parque y luego tomamos un pastelito y café; vamos al cine y nos metemos un buen bol de palomitas con coca-cola; quedamos en mi casa para charlar y nos metemos entre pecho y espalda estos quince platos que he preparado); sueldos de mierda asociados a escasez de tiempo para poder preparar comidas más ricas nutricionalmente, lo que hace que prefiera comprar el pack de 5 donuts a 1€ porque mira, no tengo tiempo de prepararme un desayuno más decente y porque con esos 5 donuts desayuno varios días gastando sólo un mísero euro y si me compro, yo qué sé, avena y frutos rojos casi que tengo que pedir un préstamo al banco. Porque esa es otra, los alimentos más económicos suelen ser los ultraprocesados y los cargados de ingredientes no muy nutritivos. Al final mezclas todos estos factores, y otros tantos que quedan en el tintero, y hombre, como Juanito o yo nos tengamos que guiar por nuestro cuerpo o por supuestas dietas o planes nutricionales lo que vamos a conseguir es darnos con un canto en los dientes porque viviremos frustrados (porque, ¿puedo tener planes sociales si hay comida de por medio SIEMPRE?, ¿puedo permitirme comer hoy un dulce, que he discutido con mi pareja?, ¿lo que siento es sensación FÍSICA de hambre o es que estoy aburrida de llevar estudiando 7 horas y mi cuerpo está pidiendo algo de estimulación?) y, probablemente, creando una relación con la comida catastrófica.
Creo que lo mejor es enseñar a la gente a seguir el plato de harvard, por ejemplo. Que llenes tu plato la mitad de verduras, las que quieras (hombre, si son de temporada pos mejor y más chachi), y luego, de la otra mitad repartes entre proteínas e hidratos. Y ya está. Poco más. Y empezar a vender la idea de que la comida ni engorda ni deja de engordar. Que la comida es nuestra gasolina y punto, que la necesitas para hacer cosas y para vivir y que lo importante no es cuánto comas, sino CUÁNTO te MUEVAS. Muévete, sé activo, haz algo de deporte y no restrinjas.
Si esto ya fuera acompañado por un mensaje social que nos dijera que tu cuerpo tiene que ser FUNCIONAL, no bonito y que la belleza y funcionalidad del cuerpo no se asocian al peso mira, yo ya me moriría. No va a pasar, pero eh, me moriría del gusto.
Luego, en tema mujeres también hay que tener siempre en cuenta el ciclo menstrual. Las semanas previas a la regla nos entra mucha hambre por las fluctuaciones hormonales, pero es que también solemos gastar más durante esa fase o, al menos, nuestro cuerpo es más eficiente consumiendo energía, por lo que es completamente normal. Igual que tener más hambre durante la regla o más sueño o cansancio. Lo malo es que, como siempre, si sobre nutrición se informa y se sabe poco, sobre nuestro ciclo menstrual menos aún, así que como para saber que nuestros picos de hambre están relacionados con la señora menstruación.
En fin, creo que he repetido un poco lo que se venía diciendo en el hilo, pero por aportar, que me emociona el tema
electra , has comentado lo de que ves que las mujeres a tu alrededor comen, generalmente, menos. Tu mensaje me ha llamado la atención y me he puesto a pensar y es cierto que las mujeres de mi alrededor ingieren menos calorías y alimentos en cada comida y, en ocasiones, suelen hacer menos ingestas (3 comidas vs 5, por ejemplo) supliendo, muchas veces, una de esas comidas con infusiones o rollos varios. Así como se restringen más los alimentos. No obstante, lo que sí que veo es que al final, como toda restricción y como sucede cuando no le das al cuerpo lo que te pide, también veo que entre horas pican algo más. Una galletita, que por una no pasa nada; o un puñadito de nueces; o un plátano.. Y al final, ingieren menos calorías en las comidas principales, pero durante el día van teniendo que comer porque el cuerpo se lo pide y creo que a grandes rasgos, consumen lo mismo que los hombres.
No sé si me he explicado bien jajaja, y no sé si eso también lo habrás percibido tú, el tema del picoteo porque "jo, tengo que comer algo porque me mareo" o "me baja la tensión y eso que acabo de comer, voy a coger X dulce". Cuando comiendo las cantidades que se requieren seguramente ese picoteo no sería necesario.
Aquí otra que como le diese por seguir la dieta intuitiva se ponía en 400 kgs. Me encanta comer y, a parte, durante épocas largas la comida es mi principal reforzador positivo (por no tener apenas contacto social, actividades reforzantes...), así que como decida escuchar a mi cuerpo, lo pierdo Mismamente, cuando empecé a opositar en serio me pasaba tantas horas en casa hastiada, aburrida, sola y desesperada que le daba al dulce que te cagas y hombre, engordé. No mucho, pero algo así y sobretodo, gané grasa pese a que seguía moviéndome (iba al gimnasio y tenía un ratito cortito para hacer algo de cardio todos los días).
Desde mi experiencia personal y de ver a otras personas (tanto en la asociación donde estaba haciendo prácticas, que había casos de TCA o de trastornos obsesivos cuyo control se relacionaba también con la comida / deporte, como en mi entorno cercano de familia y amistades), creo que la dieta intuitiva, ayuno intermitente y demás están reservados para un cupo de gente muy pequeñito en nuestro primer mundo.Tenemos un acceso fácil y rápido a la comida, así como económico en según qué productos; esto no es malo per se, obviamente. El problema es que se juntan varios factores que lo convierten en algo negativo: escasa educación nutricional que tenemos, basada principalmente en categorizar alimentos como malos o buenos y en seguir demonizando grasas y azúcares; mensajes contradictorios de la industria y de profesionales (Carlos Ríos me dice que no coma nocilla, pero saca una crema de cacao, ¡y esa sí!, aunque sean la misma "basura" nutricional; o las galletas Digestive tienen fibra, son buenas, las recomienda el tío del anuncio... pero ay, joder, es que ahora Mari Puri influencer de Nutrition Is Amazing me dice en su IG que no, que son caca y el pan también, ¡¡entonces qué como!!, que uno dice esto es bueno y el otro que no, que eso es malo); relación insana con la alimentación y una mala / escasa / ausente autogestión de emociones y/o frustraciones (como cuando estoy triste, cuando estoy aburrido... y luego me siento fatal, no por mi salud, sino porque la sociedad dice que si como mal voy a engordar, entonces se repite el ciclo: me como un croissant porque he tenido un día de mierda, me siento fatal por comerme el croissant, restrinjo o directamente prohíbo el consumo de croissants, me apetece más, me como un croisant un día que estallo por el exceso de trabajo, me siento mal... Esto sí que es un ciclo sin fin y no lo del rey león); eventos sociales generalmente vinculados a comida, sean de lo que sean (vamos a dar un paseo al parque y luego tomamos un pastelito y café; vamos al cine y nos metemos un buen bol de palomitas con coca-cola; quedamos en mi casa para charlar y nos metemos entre pecho y espalda estos quince platos que he preparado); sueldos de mierda asociados a escasez de tiempo para poder preparar comidas más ricas nutricionalmente, lo que hace que prefiera comprar el pack de 5 donuts a 1€ porque mira, no tengo tiempo de prepararme un desayuno más decente y porque con esos 5 donuts desayuno varios días gastando sólo un mísero euro y si me compro, yo qué sé, avena y frutos rojos casi que tengo que pedir un préstamo al banco. Porque esa es otra, los alimentos más económicos suelen ser los ultraprocesados y los cargados de ingredientes no muy nutritivos. Al final mezclas todos estos factores, y otros tantos que quedan en el tintero, y hombre, como Juanito o yo nos tengamos que guiar por nuestro cuerpo o por supuestas dietas o planes nutricionales lo que vamos a conseguir es darnos con un canto en los dientes porque viviremos frustrados (porque, ¿puedo tener planes sociales si hay comida de por medio SIEMPRE?, ¿puedo permitirme comer hoy un dulce, que he discutido con mi pareja?, ¿lo que siento es sensación FÍSICA de hambre o es que estoy aburrida de llevar estudiando 7 horas y mi cuerpo está pidiendo algo de estimulación?) y, probablemente, creando una relación con la comida catastrófica.
Creo que lo mejor es enseñar a la gente a seguir el plato de harvard, por ejemplo. Que llenes tu plato la mitad de verduras, las que quieras (hombre, si son de temporada pos mejor y más chachi), y luego, de la otra mitad repartes entre proteínas e hidratos. Y ya está. Poco más. Y empezar a vender la idea de que la comida ni engorda ni deja de engordar. Que la comida es nuestra gasolina y punto, que la necesitas para hacer cosas y para vivir y que lo importante no es cuánto comas, sino CUÁNTO te MUEVAS. Muévete, sé activo, haz algo de deporte y no restrinjas.
Si esto ya fuera acompañado por un mensaje social que nos dijera que tu cuerpo tiene que ser FUNCIONAL, no bonito y que la belleza y funcionalidad del cuerpo no se asocian al peso mira, yo ya me moriría. No va a pasar, pero eh, me moriría del gusto.
Luego, en tema mujeres también hay que tener siempre en cuenta el ciclo menstrual. Las semanas previas a la regla nos entra mucha hambre por las fluctuaciones hormonales, pero es que también solemos gastar más durante esa fase o, al menos, nuestro cuerpo es más eficiente consumiendo energía, por lo que es completamente normal. Igual que tener más hambre durante la regla o más sueño o cansancio. Lo malo es que, como siempre, si sobre nutrición se informa y se sabe poco, sobre nuestro ciclo menstrual menos aún, así que como para saber que nuestros picos de hambre están relacionados con la señora menstruación.
En fin, creo que he repetido un poco lo que se venía diciendo en el hilo, pero por aportar, que me emociona el tema
electra , has comentado lo de que ves que las mujeres a tu alrededor comen, generalmente, menos. Tu mensaje me ha llamado la atención y me he puesto a pensar y es cierto que las mujeres de mi alrededor ingieren menos calorías y alimentos en cada comida y, en ocasiones, suelen hacer menos ingestas (3 comidas vs 5, por ejemplo) supliendo, muchas veces, una de esas comidas con infusiones o rollos varios. Así como se restringen más los alimentos. No obstante, lo que sí que veo es que al final, como toda restricción y como sucede cuando no le das al cuerpo lo que te pide, también veo que entre horas pican algo más. Una galletita, que por una no pasa nada; o un puñadito de nueces; o un plátano.. Y al final, ingieren menos calorías en las comidas principales, pero durante el día van teniendo que comer porque el cuerpo se lo pide y creo que a grandes rasgos, consumen lo mismo que los hombres.
No sé si me he explicado bien jajaja, y no sé si eso también lo habrás percibido tú, el tema del picoteo porque "jo, tengo que comer algo porque me mareo" o "me baja la tensión y eso que acabo de comer, voy a coger X dulce". Cuando comiendo las cantidades que se requieren seguramente ese picoteo no sería necesario.