https://www.levante-emv.com/sucesos/2019/01/25/le-dije-borrara-contactos-chicos/1825934.html escribió:
"Le dije que borrara todos los contactos de chicos, tenía que darle permiso para hablarles"
El acusado de violar a una menor de 13 años confiesa la relación de control que ejercía sobre ella, haber suplantado su identidad y las amenazas
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Un presunto maltratador acusado de violar durante dos meses a una menor de trece años con la que había iniciado una relación de pareja «basada en el control y la dominación más absoluta sobre la misma» negó ayer en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de València los malos tratos y alegó que las relaciones s***ales eran plenamente consentidas, pero poco a poco fue confesando sin ningún tapujo situaciones en las que ejemplificaba claramente con sus acciones lo que es precisamente la actitud de un agresor machista.
«Le dije que borrara todos los contactos de chicos para no ponernos celosos»,
«tenía que darle permiso para hablar con algunos de ellos». También reconoció que en una ocasión le quitó el móvil para controlar con quién hablaba. Asimismo, afirmó que «le controlaba las contraseñas por inseguridad»,
«le bloqueaba para que no la siguieran -en redes sociales-, pensaba que me iba a engañar como todas las demás, así me quedaba más tranquilo».
«Pero nunca le he pegado un puñetazo o una patada», remarcó como si todo lo anterior no fueran malos tratos.
Eso sí, reconoció haberle dado un guantazo, que le hizo llorar, pero «fue jugando», apuntó. Asimismo, admitió haberle enviado un mensaje en el que la amenazaba con «arrancarle las piernas» si iba a la Guardia Civil, y haber suplantado su identidad en la red social Instagram para publicar un mensaje denigrante sobre su persona: «Soy p**a, me encanta f*llar y xupar gallináceas ... sobre todo que se me corran en la boca me pone to perra, seguidme en mi nueba cuenta que os kiero f*llar».
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Los hechos ocurrieron entre noviembre y diciembre de 2016 en el domicilio del acusado, en un municipio de la Ribera, así como en la vivienda de la menor, en la Costera. «Éramos novios con el consentimiento de su madre, estábamos todo el día acostados en un colchón en el comedor de su casa», argumentó el acusado, diez años mayor que su víctima.
«Delante de mí la trataba bien», explicó la madre de la menor, quien consentía que durmieran juntos en su casa como novios. «Soy una ignorante y pensaba que solo dormían», se lamentó ajena a los abusos que sufría su hija bajo su mismo techo. Por su parte, el acusado admitió que tenían sexo una o dos veces al día, aunque negó que la amenazara con dejarla si no accedía a sus deseos s***ales. «Nunca me ha dicho que no tuviera ganas».
Consentidas o no, el joven reconoce que sabía la edad de su víctima, aunque no le dio importancia porque, según él, ésta le dijo que ya había tenido relaciones con otros chicos.
La Fiscalía solicita para el acusado penas que suman 27 años de cárcel por los delitos de agresión s*xual a persona menor de 16 años, violencia contra la mujer, un delito continuado de descubrimiento y revelación de secretos, amenazas, un delito contra la integridad moral y un delito de maltrato habitual.
«Me sentía como una mierda, pero yo le quería». Con esta frase pronunciada ayer por la víctima se resume la realidad de otras jóvenes maltratadas.