Cora63 escribió: 19 Sep 2019, 21:58
@Lita , se ve que eres muy entendida en el tema aunque yo con los términos me pierdo.
Una cosa que me gustaría preguntarte, tú crees que de verdad estamos de paso?
Crees con seguridad que con la muerte pasamos a otro plano?
Cuando pienso en esa posibilidad lo que creo es que nos resistimos a terminar sin más, además, a partir de qué momento de la evolución ya tuvimos derecho a esa “ transcendencia “ porque cuando éramos simples monos no creo que fuese.
Cora63 , no lo creo, lo sé, y te prometo que no es pedantería. Es más, te lo puedo jurar. Podría saberlo solo porque lo he estudiado y razonado de mil maneras, pero no, es que además lo he experimentado, lo he visto, lo he vivido en carne propia, así que no puedo tener ninguna duda.
Si, pasamos a otro plano pero volveremos a este (el plano material) muchas veces, tantas como nos sean necesarias.
Lo mismo pensaba yo y he tenido que cambiar de opinión ante las evidencias.
Entiendo perfectamente el escepticismo, la incredulidad, me parece incluso a priori la postura más lógica porque la sociedad es frívola y no quiere profundizar en ciertas cosas que, de alguna manera, producen cierto temor.
Leí por ahí que la realidad del espíritu es una verdad incómoda, y ciertamente lo es, porque conocerla te hace más responsable de tus actos y no suele ser placentero.
Creer que todo acaba con la muerte corporal es mucho más sencillo, te lo digo en serio. Terminar sin más, dejar de existir, por lo tanto no sufrir nunca más... Si eso fuese así nos podríamos quitar muchos pesos de encima, si obramos mal y no nos pillan ¿qué problema hay?. Fuera preocupaciones, al final todos calvos y el sufrimiento no sirve para nada, y el mundo es injusto porque si..... pero creer eso es vivir engañada, claro que, esto lo sé ahora. La realidad es otra.
Saber que no dejamos de existir puede parecer de entrada un gran consuelo. A mí personalmente me da mucho vértigo saber que nunca voy a dejar de existir, que tuve un principio pero no voy a tener nunca un final. A veces me agobia mucho. Cuando sufro daría cualquier cosa por dejar de existir y acabar así con el sufrimiento. Pero luego recuerdo algunas experiencias y me alegro de que la muerte no sea más que un cambio de estado, porque si, hay sufrimiento, pero más allá de este hay algo maravilloso que me espera. El sufrimiento por largo que sea tiene un final, y sufrir más o menos, o que el sufrimiento sea más o menos largo, en definitiva solo depende de nosotros, pero la mayoría de gente lo ignora. La gente ignora muchas cosas, y hace un rato ya que la humanidad puede, si quiere, entender y asumir ciertas cosas.
Ese derecho a la trascendencia lo tenemos desde el mismo momento que somos creados. Somos creados sencillos, simples e ignorantes, pero con un gran potencial que vamos desarrollando a lo largo de toda nuestra existencia. No somos creados espíritus, sino protoespíritus, es decir, somos principio espiritual y pasamos por todos los estados de la materia como principio espiritual cada vez más desarrollado, y nos vamos individualizando hasta convertirnos en espíritus, lo que somos ahora. Cuando ya somos espíritus individualizados damos el gran salto, ya estamos preparados para habitar cuerpos humanos más sofisticados, el cuerpo humano, antes hemos habitado todo tipo de cuerpos, desde el más simple hasta este que tenemos ahora, e iremos cada vez habitando cuerpos más y más perfectos, hasta que ya no los necesitemos más para aprender y experimentar, porque estamos como en el colegio, para aprender. Después, al terminar el colegio, la universidad y multitud de másteres seguiremos evolucionando, pero ya no más en los mundos materiales, y siempre como seres individuales.
Bueno, esto es un breve resumen por encima, todo esto es mucho más largo de explicar, con miles de detalles que dan para años de estudio. Y no está todo dicho, acabamos solo de empezar a saber, hay muchísimo más que nos va llegando paulatinamente y a medida que el ser humano es capaz de comprender. El conocimiento nos llega en el momento adecuado en general, y a cada una de nosotras, ni antes, ni después.
El conocimiento que ya tenemos está al alcance de quien quiera, es gratis y no ocupa lugar, solo requiere mente abierta, curiosidad, ganas, discernimiento, tiempo para el estudio y capacidad de análisis, no se requiere fe ciega como en las religiones, sino razonamiento, fe razonada, porque no se trata de creer, sino de saber.