Re: Post de Psicología
Publicado: 01 Jul 2020, 22:47
Sí, Palma haremos una última sesión de cierre (que francamente me da miedo), y luego, si eso, ya después del verano.
Pues claro que ayudasPalma escribió: 03 Jul 2020, 13:14 @Brianna Puedes escribirme cuando quieras aunque no pueda ser de mucha ayuda
Parru escribió: 03 Jul 2020, 22:00 Yo tengo sesión con la mía el lunes. Ardo en deseos de verla. Lo cierto es que nunca cuajé tanto con ningún psicólogo/a como con ella, la verdad es que tengo suertaza (ya los podía haber encontrado a ambos hace años, tanto a ella como a mi psiquiatra).
Edito para decirte que eres un amorazo, @Palma . Al césar lo que es del césar!!! A mí me has servido de mucha ayuda aunque no lo creas eh!! Simplemente poder comentar por aquí y saber que alguien con formación y experiencia te puede dar su punto de vista (y lo hace encima de buena fe!!! Que podrías no hacerlo, jolín!!! Que es tu curro, como para ponerte en tus horas libres a leernos) es la leche. En serio. Nunca me cansaré de agradecértelo
Cito por aquí esta reflexión del post del Covid que me ha parecido interesante debatir. VeriushkaVeriushka escribió: 11 Jul 2020, 09:32 Si hay alguna psicóloga en el foro, me gustaría que nos diera su opinión.
Por aquí nos hemos estado quejando (yo la primera) de la irresponsabilidad de la gente a la hora de evitar la propagación del virus. Lo que antes parecía la actitud de cuatro descerebrados por aquí, cuatro por allá... ahora ya es generalizado. Tengo la sensación - por eso quería que alguna psicóloga nos lo comentara - de que la sociedad en general ha caído en una especie de laissez-faire colectivo que le impide actuar con raciocinio y a largo plazo. Sólo hay que ver cómo se niega la realidad y se esgrime todo tipo de argumentos infantiles por parte de individuos que deberían comportarse como adultos:
"Es que la mascarilla me da calor"
"No vamos a estar encerrados hasta que salga la vacuna..."
"Igual me lo pegan en el trabajo, así que da lo mismo (que mis hijos salgan por ahí con los amigos que no les voy a amargar la juventud, me voy de viaje aunque en el avión vayamos apelotonados, voy a celebrar mi boda de todas formas..."
"Total, lo vamos a pillar todos"
"Los jóvenes deberíamos ser más responsables" (sin mascarilla y cubata en mano)
etc.
Cuando se ha demostrado que unas normas tan fáciles como llevar mascarilla cuando salgas, distancia social y lavado de manos realmente funcionan para mantener el virus a raya. En vez de actuar de manera responsable ante una situación que es temporal, parece que la gente haya decidido salir y amontonarse a costa de lo que sea (exceptuando motivos de trabajo), juntarse con gente mayor o vulnerable, o haciendo eso siendo vulnerables ellos mismos, no llevar mascarilla o llevarla mal, jugar a burlar a los policías...
Por eso me pregunto si en realidad detrás de ese negacionismo ante la enfermedad hay algo patológico, una especie de histeria colectiva pero a la inversa, en forma de pasotismo o vivamos el día a día y mañana ya se verá... cuando como decía, estamos ante una situación temporal y que acabaría solucionándose simplemente si la gente actuara con lógica y tuviese paciencia. En lugar de eso, veo una sociedad robotizada o actuando bajo impulsos animales, incapaz de esperar un año.
Reflexión de hoy.
Muchas graciasDiamante Woman escribió: 11 Jul 2020, 10:08
Cito por aquí esta reflexión del post del Covid que me ha parecido interesante debatir. @Veriushka
Stefan Klein, neurocientífico; estudia la percepción del tiempo en los humanos
Tengo 54 años, pero también tres hijos y cada uno ya hace algo mejor que yo: y ya no veo en mi vida solo decadencia. Nací en Munich. Solía ser radical hasta que maduré. La paradoja del bienestar es que no lo proporciona el poder total, sino la renuncia relativa. He publicado ‘La revolución generosa’
“Si cada día es como todos, todos acaban pareciendo el mismo”
LLUÍS AMIGUET 13/07/2020
Qué ha aprendido sobre la percepción del tiempo estos días?
¿Recuerda usted sus últimas vacaciones?
Puedo hacer un esfuerzo.
Si se ha de esforzar en recordarlas es que no fueron intensas. Porque cuando uno viaja y aprende cosas nuevas y las va almacenando en su memoria...
Eso suena sugerente.
Nos parece que el tiempo vivido intensamente transcurre lentamente. Pero le diré por qué y es por la misma razón por la que también se recuerda mejor.
Decimos que cunde más.
En un viaje muy intenso, pasan dos o tres días y a usted le parecen tres meses; pero si telefonea a casa descubrirá que para su familia, que ha hecho lo de siempre, han volado.
¿La memoria regula nuestra percepción del tiempo?
Cuantos más recuerdos das a tu memoria en unos días, más largos te parecen al evocarlos.
Pero, en cambio, cuando somos felices decimos que el tiempo vuela.
Es que intensidad no significa siempre bienestar. Puedes hacer lo de siempre, que el tiempo vuelve y no recordar nada, pero que sea agradable. Los humanos tendemos a las rutinas; pero nos estimula y crecemos ante la novedad, aunque no sea placentera.
Pero si no te exiges, no das.
Y el tiempo vuela en las rutinas, porque ese bienestar, que algunos llaman felicidad, no exige aprendizaje. Por eso, el confinamiento para muchos no ha sido desagradable.
¿De qué ha dependido?
Unos recordarán estos meses como agradables y otros como tristes, pero todos tendrán pocos recuerdos de ellos. Los días han pasado rápido, porque se parecían unos a otros.
¿No debería eso ser aburrido?
Aburrido no siempre es desagradable, sobre todo para los más mayores; pero siempre es no memorable. El tiempo sin acontecimientos se evapora.
¿Han sido días días muy olvidables ?
Thomas Mann en La montaña mágica describe los días en un sanatorio: “Wenn ein Tag wie Alle ist, so sind sie alle wie einer”. No sé traducirlo...
“Si cada día es como todos, todos acaban pareciendo el mismo” (trad. Joan Parra).
Cuando hacemos siempre lo mismo nos parece que el tiempo no pasa porque no tenemos un sentido del tiempo interno.
¿Por qué?
Porque en nuestra evolución bastaba saber cuándo cazar, comer, dormir... Seguir al sol. Pero la cultura, además, nos exige un tiempo social compartido: relojes y calendarios.
¿Y el cerebro no coincide con ellos?
Nuestro cerebro infiere que pasa mucho o poco tiempo según la cantidad de información que almacena. Y en el confinamiento suceden pocas cosas nuevas, así que lo recordamos más corto de lo que ha sido.
¿Los más jóvenes también?
Para ellos el tiempo pasa siempre más lento, porque están aprendiendo cosas nuevas siempre; y, por eso, cuando recuerdan un día para ellos ha sido larguííííísimo. Para nosotros, un soplo. Con la edad, el tiempo pasa cada vez más rápido; y para el viejo, vuela.
¿Por eso necesitamos medirlo de forma objetiva y externa a nosotros?
La Iglesia, las religiones, inventaron el tiempo, es decir, los relojes, calendarios y fiestas de guardar –con la agricultura–, porque si no te mueves, como un cazador, necesitas ayuda para medir el tiempo; precisamente porque tus experiencias nuevas son pocas.
¿Cómo lo sabe?
Hay mucha literatura científica sobre la percepción del tiempo: se describen con rigor experiencias de reclusión bajo tierra o en cuevas durante semanas. Y algunas son desagradables y con tentativas de suicidio.
Los psicólogos dicen que para vivir necesitamos tener estructura.
Exacto, pero es uno mismo quien se la ha de imponer. Las encuestas serias relacionan la felicidad con dos cosas: la calidad de relaciones con los demás y la capacidad de decisión que tengas sobre tu propio tiempo.
¿La felicidad es no tener jefes e ir andando a trabajar?
Es tener los jefes que quieres e ir a trabajar –o ahora desde casa–, pero con ganas. Y tienes ganas cuando te sientes útil y ayudas.
¿Es feliz quien puede decidir?
Hay efectos paradójicos en ese poder de decisión. Ser inmensamente rico y tenerlo todo para poder decidir, por ejemplo, dónde ir de vacaciones te obliga a que sean maravillosas y eso es estresante. La investigación demuestra que es más feliz quien se conforma con su poder que quien quiere tenerlo todo.
¿Ser feliz consiste en aceptar que nunca puedes serlo del todo?
Esa es la paradoja del bienestar: que requiere cierta renuncia. Solo quien asume que no lo puede tener todo llega a disfrutar de algo.
¿Qué ha aprendido confinado?
A darme estructura: a ser muy disciplinado, pero autodisciplinado. Tener un jefe muy duro, pero que sea yo mismo.
Una cierta renuncia
El requisito indispensable para un cierto bienestar es la aceptación previa de que no puedes tenerlo todo. La evolución, en cambio, nos hace calcular de forma lineal: si ir al pueblo con la familia nos hace algo felices, viajar a las Bahamas en jet privado con quien soñemos nos hará muy felices. Pues no. Klein demuestra, estudios en mano, que el máximo bienestar no se alcanza con el máximo poder de elección, sino con una cierta capacidad de renuncia. Para alcanzar la máxima satisfacción, hay que empezar por admitir que tal vez en la mejor playa de las Bahamas en la compañía que habías soñado puede aparecer tu cuñado. Aquello de que “No es más feliz quien tiene lo que desea, sino quien desea lo que tiene” no es mero consuelo pequeñoburgués. Es pura neurociencia.
https://www.lavanguardia.com/lacontra/2 ... mismo.html
Aún me pasa, ni que fuera yo el centro del universoMissbennet escribió: 27 Jun 2020, 16:08 A mi antes me rayaba el hecho que de todo continuase sin estar yo, pensaba ¿como puede todo continuar si no estoy para comprobarlo? Una rayada XD.