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por Petrita
Rusa
Nuit ahora te leo, mucho ánimo, creo que de las cosas más duras es no tener apoyo/empatía de la pareja o del entorno durante las primeras semanas.
A mi me pasó con mi ex, que él no entendía que estuviera tan cansada ni que se me hiciera montaña estar todo el día sola con la niña. Él se incorporó después de sus dos semanas de baja, coincidiendo también que ya habían marchado mis padres y que se habían acabado las vacaciones. Bueno pues empezó a trabajar en plan horario normal, jornada completa, llegando a casa a las 20h, echando horas como si nada hubiera pasado. No aguanté ni una semana, me eché a llorar un día cenando y le pedí que por favor volviera antes a casa (él podía hacerlo por su tipo de trabajo) porque no podía con mi alma. A parte, cuando él llegaba pues era todo entre los dos sí, pero yo no tenía ni un segundo "para mi" propiamente dicho.
Por las noches compartíamos, yo le daba el pecho y él cambiaba pañales y la volvía poner a dormir. Recuerdo que me habría cambiado por él sin pensarlo, yo prefería mil veces trabajar a estar todo el día sola con el bebé. No conseguía hacer casi nada, como mucho salir a tomar un café y pasear con el carrito, pero vaya, poco más. Comer cualquier cosa, ducharme rápido y dormir pues a ratos y mal también. Nunca he echado tanto de menos a mi madre.
Todo mejoró cuando me incorporé al trabajo, porque entonces era más fácil marcar el 50% cada uno. Pero igualmente lo que hicimos (y que ahora no volvería a hacer) es que nos dividimos mucho en plan, uno estaba por la mañana con la niña, trabajaba por la tarde y al día siguiente, al revés. Entonces siempre que me tocaba estar con la niña era estar a todo, preparar cena, baño, todo. Siempre tuve la sensación de estar muy sola y se me hacía muy cuesta arriba. Especialmente momentos como viernes por la tarde, que ya veía a todas las parejas haciendo cosas en familia y yo siempre estaba sola con ella para todo.