Sobre castigos y consecuencias me ha gustado esta publicación:
"Sin castigos" no significa "sin consecuencias".
Publicado por Rosa Fuentes en 23:03:00
Dice el Juez de menores Emilio Calatayud que que alguien le diga cómo se puede educar sin cachetes. Dice también que no hay término medio en esta sociedad, que pasamos del educar "porque yo lo digo" a la más total permisividad. Dejando de lado lo tristísimo que me parece las declaraciones de un juez que se hizo famoso porque sus sentencias, en lugar de ser punitivas, iban a dirigidas a resolver la causa base de la delincuencia juvenil en muchos casos (la falta de formación y de expectativa de futuro), me gustaría que los que me leéis supierais que sí existe el término medio. Todo mi blog está dirigido precisamente a enseñar que sí hay término medio, que se puede educar con límites y sin violencia. Es más, incluso se puede educar con límites y sin castigos. Porque ninguna de las dos cosas resuelve nada, y a la larga corremos el riesgo de crear más problemas de los que teníamos. Pero hay que tener claro una cosa:
"SIN CASTIGOS"
NO SIGNIFICA
"SIN CONSECUENCIAS"
Para mí, la diferencia es que en los castigos a menudo hay un componente muy grande de
"pagar por lo que ha hecho", por eso los niños suelen ser castigados con las cosas que más les gusta a pesar de que no tenga nada que ver con lo que se supone que ha hecho mal, el objetivo es
"que les duela". Los castigos también
suelen depender del estado emocional del adulto que lo impone más que de la "ofensa" en sí. Seguro que se os ocurren un montón de ejemplos en los que el mismo acto tuvo castigos distintos según si vuestros padres estaban contentos o no. Los castigos suelen partir del enfado, por eso es típico caer en poner castigos desproporcionados que luego nos vemos obligados a incumplir.
Los castigos además
suelen generar en el niño, y en los padres, un sentimiento de "ellos contra nosotros", nos pone en bandos contrarios con lo que produce resentimiento y rencor. Estos sentimientos les hace que se centren más en lo "injusto" que les parece el castigo en lugar del por qué se puso en primer lugar con lo que el aprendizaje se lastra. Los castigos funcionan, a veces. Pero
cuando funciona es a costa a menudo de deteriorar la relación de los niños con sus padres. Y hay niños con los que no funcionan en absoluto: Niños con un altísimo sentido de la justicia a quienes los castigos produce indignación, o niños que tienen problemas de comportamiento y que no son capaces de controlarse ni aunque quieran porque con los castigos se sienten incomprendidos. Estos niños caen en un
ciclo interminable de castigos y malos comportamientos, que destroza el ambiente familiar o escolar, y su autoestima ya que pone al niño en una posición de "niño malo" de la que es muy difícil salir.
Los castigos tratan el "síntoma" dejando de lado el origen de la "enfermedad" con lo cual si hay un problema de base, el problema seguirá ahí y el comportamiento estará destinado a repetirse.
Las consecuencias, sin embargo, son cosas que pasan como resultado de ciertos actos. Primero están
las consecuencias naturales, que
son las que suceden por sí mismas sin que nadie intervenga: "Si sales sin abrigo, vas a pasar frío", "Si te empeñas en ponerte sandalias en invierno, puede que te mojes los pies", "Si no quieres comer ahora, vas a tener hambre luego", "Si tiras el juguete, puede que se rompa", "Si rompes el libro, el libro estará roto".
La crianza respetuosa en la que yo creo deja que las consecuencias sucedan,
no rescata al niño de ellas, porque
las ve como una oportunidad de APRENDIZAJE. Yo puedo obligar al niño a ponerse el abrigo a la fuerza, o puedo llevar el abrigo en el bolso, dejar que él decida como quiere salir, y esperar a que sienta el frío para que me lo pida. Así será aprendizaje propio que cuando hace frío es mejor ponerse el abrigo.
Aquí mi papel es simplemente acompañarlo, velar por que sus decisiones no lo ponen en peligro real, y hacerle de guía.
Pero
hay veces que los actos no tienen una consecuencia natural. Podríamos entonces interpretar que eso significa que tal vez la "norma" que se está "incumpliendo" es posible que no sea tan importante, ahí entra la escala de valores de cada familia. Por ejemplo, si no se baña la consecuencia natural es que está sucio, pero para mí es importante que esté limpio. Por otro lado,
otras veces la consecuencia natural sería tan grave que no estamos dispuestos a dejar que ocurra tampoco, como por ejemplo: la consecuencia natural de soltarse de la mano por la calle podría ser que te atropellara un coche, cosa que obviamente no estaríamos dispuestos a permitir. ¿Qué hacemos en estos casos?
Utilizar consecuencias lógicas.
Las consecuencias lógicas tienen que utilizarse con el mismo espíritu que las naturales: como oportunidad de aprendizaje y situándonos nosotros como guías que les ayudan a entender las normas de la sociedad en el que viven. Las consecuencias lógicas deben estar
directamente relacionadas con el comportamiento y se deben de establecer de manera tranquila, con tono informativo, "mira, si haces esto, sucede esto otro". Nunca con tono de amenaza ni de enfado. Además, las consecuencias lógicas
se mantienen siempre iguales, no cambian según estemos nosotros, porque siempre se van a establecer desde la calma: "Si tiras la comida significa que no tienes hambre y que has terminado de comer", "Si tiras el juguete significa que has terminado de jugar con él así que lo voy a guardar", "Si no me das la mano por la calle, tendrás que ir en el carrito/mochila", "Si no te bañas ahora, es posible sólo nos de tiempo a contar un cuento más tarde."
Las consecuencias lógicas van a depender de los valores de cada familia, pero es que están destinadas a que el niño aprenda en concreto los valores de SU familia.
Tanto las consecuencias naturales como las lógicas como parte de un modelo de crianza respetuosa, estarían cojas si no hubiera detrás un trabajo de
entender constantemente los motivos del niño, no para excusarlo si no para comprenderlo y ayudarlo. Si el niño está tirando la comida porque está agotado al final del día, establecemos la consecuencia Y seguidamente actuamos sobre la causa. "La cena ha terminado, estás agotado, nos vamos a dormir." Si un niño llega del colegio con un mal humor horrible, tirando cosas y hablando mal. Podemos establecer alguna consecuencia, o mejor aun, podemos pensar en qué es lo que le pasa y actuar directamente sobre la causa: Si está así porque tiene hambre y los niveles bajos de glucosa le afectan mucho al humor, le damos algo de comer y DESPUÉS cuando ya esté calmado hablamos con él sobre lo que sea que haya hecho mal y cómo hacerlo mejor la próxima vez.
Por regla general,
los niños que se sienten bien se portan bien. Si es un niño muy pequeño, entenderemos que desconoce, o que aún no ha interiorizado, las normas de la sociedad en la que vive y nuestro papel será enseñárselas. Si ya es mayor e "incumple" normas que ya tenía adquiridas, entenderemos que sus comportamientos parten de algún motivo, a menudo emocional o físico, y
atenderemos a la causa primero y después al comportamiento. Siempre será desde el punto de vista de AYUDAR a nuestros hijos, lo cual
nos coloca en su bando siempre, nunca en contra.
¿"En su bando" significa que nunca se van a enfadar con nosotros? No. Claro que se van a enfadar. Ellos quieren una cosa, y aunque haya una buenísima razón para no permitirla, lo que ellos ven es que tú no les dejas hacerla, así que se van a enfadar contigo. Pero,
el que la consecuencia esté directamente relacionada con el hecho en cuestión, que sea invariable, y que se establezca sin atisbo de enfado, va a conseguir que el niño gestione su enfado más rápido, que entienda la norma mejor, y que pueda interiorizarla más rápidamente. Y todo esto sin deteriorar nuestra relación, porque mientras él está enfadado porque no puede hacer eso que quiere nosotros estaremos a su lado diciendo "Lo sé. Es frustrante. Te entiendo." Y él sabrá que es verdad, y se sentirán entendido, y sabrá que pase lo que pasa sus padres estarán ahí, para protegerlo y para ayudarlo, sin juzgar y sin atacar.
Guía, no enemigo.
Y para terminar, os dejo con esta maravillosa chuleta resumen que hizo mi admirada Robin Einzig para su página Visible Child y que me he permitido la osadía de traducir al español para todos vosotros.
http://crianzarespetuosayconsciente.blo ... a-sin.html