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Laurapalmer escribió: 28 Nov 2022, 12:23 Ay, a mí me encantaba el pan con chocolate (en tableta), lo salaíllo del pan junto con lo dulce del chocolate.

Esa era mi merienda favorita junto con una tostada con queso fundido, y luego algo de fruta

Candy Girl escribió: 28 Nov 2022, 13:04 Buah, anda que no comí yo huevos kinder de pequeña hasta completar esta colección de los pingüinos.

La que está boca abajo en la toalla se llamaba Rita Morenita, que me acuerdo como si fuera ayer. Nos costó conseguirla y mi madre me llamaba siempre así en verano porque me pongo muy morena.

A mi nunca me compraban huevos de kinder pero tengo aun guardados en una caja de juguetes dos pingüinos de algún cumpleaños al que fui, los guardaba como un tesoro jajaja.

En mi casa nunca jamás hubo bollería tipo bollicaos etc ¨solo¨galletas tipo Maria o cuétara (las del envase rojo y dorado clásicas) y magdalenas porque a mi padre le encantaban con el café. Galletas no las veían como algo tan malo, las magdalenas había que comerlas con más moderación. En fiestas especiales sí que había roscón, buñuelos, listas y tontas para San Isidro etc. Mi madre hacía de vez en cuando natillas y flan caseros y luego más mayor era yo quien hacía repostería, bizcochos y alguna tarta.

Yo me acuerdo como si fuera ayer. Teníamos un ritual: muchos domingos que hacía bueno íbamos a un pueblo de costa cercano al mío y yo siempre llevaba pan duro para dárselo a los peces en el mar, luego dábamos un paseo e íbamos a una cafetería y mis padres tomaban un café y a mi me compraban un huevo kinder... Jo.

Garp escribió: 28 Nov 2022, 12:02 Lo más que había era unos bizcochos de Martínez que venían bañados por la base con chocolate.
Es que siempre se habla de las pantera rosa y demás bizcochitos como algo muy de la infancia y yo no tengo ni un recuerdo de comer ninguno. Me suenan los Círculo rojo pero ya como de más mayor que le gustaban a mi hermana.

Ayyyyy, esos bizcochitos estaban muy ricos. Me zampaba prácticamente todo el paquete. Me encantaban. A día de hoy no he vuelto a comprar porque me da pena pensar que pueden haber cambiado el sabor y que me decepcionen. O peor aún, que sepan igual o mejor y me vuelva bizcocho-adicta Ya tengo muchos vicios de dulces, quita, quita, aléjate de mí, MARTÍNEZ.

En mi casa tampoco entraban panteras rosas, ni bollycaos, ni otras cosas que siempre leo / oigo decir que eran muy clásicas y típicas cuando se era un niño. Y si entraban, era muy esporádicamente y se las comía mi madre, que es aún más gocha que yo.

Yo de niña sí que comía muchas mierdas y, de hecho, sé que tengo el paladar atrofiado porque me gusta cada empalagosidad que te jiñas. Aún así, he ido reeducándome y ahora hay cositas que si bien no me dan asco todavía, sí que me aturullan y soy incapaz de terminarlas de una sentada. Antes me lo zampaba todo sin discriminación y en el mismo acto. Raro era lo que no me gustaba (generalmente cosas que sabían mucho a leche, como las natillas, puaj).
Lo que se estilaba mucho en mi casa era comprar toneladas de kinder bueno, los brazos de gitano, bizcochos de esos marmolados marca la pava, sobaos, a lo mejor phoskitos o sus variantes de marca blanca, magdalenas de todo tipo (las rellenas de chocolate, madre mía), galletas a cascoporro, palmeritas de esas pequeñitas que van como recubiertas de un poco de azúcar... Madre mía, es que había de todo. Y sigue habiendo de todo, que tú vas a casa de mis padres y parece la casa de la bruja de Hansel y Gretel. Sales con diabetes sólo de mirar en los cajones de la cocina.

Siempre he pensado que la ansiedad y el no poder parar quieta me ayudaron muchísimo a seguir como un fideo porque comía muy mal. Mis cenas luego eran nuggets, salchichas (fritas) con medio bote de ketchup, palitos de merluza... Lo más sano y normal una tortilla y ni eso, que luego le pasaron a mi madre la receta de las tortillas con cosas y ella las rellenaba de jamón cocido marca la pava, 20% jamón, 80% cosas que había por ahí en la fábrica jajaja. Otra teoría es que a lo mejor mi cuerpo estaba tan lleno de azúcar que eso me provocaba la ansiedad y los nervios y por eso no paraba, a saber Lo cierto es que parecía un chihuahua puesto de coca hasta las cejas. Me dais envidia las que comíais sano, jo, porque no habéis tenido que reeducarnos en nada jajaja.

Candy Girl escribió: 28 Nov 2022, 13:04 Buah, anda que no comí yo huevos kinder de pequeña hasta completar esta colección de los pingüinos.

La que está boca abajo en la toalla se llamaba Rita Morenita, que me acuerdo como si fuera ayer. Nos costó conseguirla y mi madre me llamaba siempre así en verano porque me pongo muy morena.

Claro, cuando salía una nueva temática había que conseguirlos todos. Mi máxima proveedora de huevos Kinder era mi abuela. La rabia que daba cuando tocaba un camión o algo así y la ilusión que hacían los que era de la temática. Que recuerdos...

Uy ahora que leo a Miika del bizcocho marmolado en mi casa también solían comprar este que me parecía lo más de lo más. No sé si aún lo siguen haciendo.
Mi abuela intentó reproducirlo varias veces pero no le salía igual.

¡El Tía Mildred, qué rico estaba! En Lidl hay uno parecido.

A mi casa venía a veces el Mildred de Kiwi.



Tambien el de frutas:

Los Mildred siguen existiendo (o al menos, antes del verano existían), a mi padre le encantaban

Yo fui adicta a los sobaos Martinez. Era mi desayuno preferido. Por supuesto con Nesquik. Gracias a Nestlé consegui mi primer libro de Teo y merienda preferida sin duda era un bollo que venía con una mini tableta de chocolate que se llamaba "mi merienda".

A día de hoy no soy mucho de dulce lo único que me pirra es el chocolate blanco de Lindt, el tocinillo de cielo de Tejeiro y el arroz con leche. Por eso no lo compro nunca. Patatitas y cosas crujientes son mi amor

WideAwake escribió: 28 Nov 2022, 14:24 Los Mildred siguen existiendo (o al menos, antes del verano existían), a mi padre le encantaban

Ay pero no me lo voy a comprar que me lo como entero!

Yo siempre comía el bocadillo de jamón york y queso, pero es que no me gustaba la nocilla. Había unos bollinos en la panadería que estaban muy bueno, creo que se llamaban bollos de leche, pero no eran dulces tipo brioche, era más tipo pan muy poco hecho, muy tierninos pero con un sabor especial. Cuando me hacían el bocata con eso era muy feliz.

A mí me gustan mucho las cortezas, los cheetos, papas fritas…. Los gusanitos tipo ganchitos naranjas me flipan. Y una cosa que llamaban estrellitas. Todas esas porquerías me encantan.

Ay, las papas, qué ricas. Yo es que le doy a dulce y a salado. Le doy a todo, no tengo límites ni barreras. Vivo libre.

Mi vicio de niña eran las patatas lays campesinas. Y de cosas así rollo cheetos, los propios cheetos, claro. Y los fantasmas. Luego también las apetinas, los gusanitos normales y de ketchup, los 3D o como se llamen... y la joya de la corona son los pelotazos (para mí). Lo malo de estas guarradas es que para tu estómago va como un 15 ó 20%, el resto se te queda en los dientes

Entrar aquí pre-reglosa no está siendo buena idea

comment escribió: 28 Nov 2022, 14:40

WideAwake escribió: 28 Nov 2022, 14:24 Los Mildred siguen existiendo (o al menos, antes del verano existían), a mi padre le encantaban

Ay pero no me lo voy a comprar que me lo como entero!

El de chocolate no lo sé, eh? Yo decía los de frutas, que de hecho solo le gustaban a él

Las apetinas sabor ketchup fueron mi almuerzo creo que todos días de todos los años de instituto, a 5 duros el paquete

En mi casa nunca jamás se comían cosas dulces (salvo cumpleaños), los bollos en principio estaban prohibidos (algún viernes si le convencía a mí madre caía uno yendo al colegio por la mañana) y las meriendas eran bocata de embutido y fruta. Pero es que mi madre y mis tíos siguen comiendo así, en si casa no hay porquerías, salvo cumpleaños y Navidad (que en ese caso las porquerías son de pastelería).

Ahora, en cuanto tuve paga o caía alguna peseta en mis manos, ya sabéis en qué me lo gastaba, no??? La mayor porquería que me encantaba (y que mi madre, aún estando en BUP me tenía prohibido) eran las palmeras bollo con nata. Sólo de acordarme entro en éxtasis.

Las compraba recién hechas, blanditas, en el videoclub. PUM.

Los regalos de los huevos kinder siguen siendo de montar o por lo menos algunos. Justo ayer le llevé uno a mi sobrinita y dentro venía un ciervo que se montaba en 3 partes, y no eran grandes vaya, que un niño se las podría tragar.

Yo de pequeña comía todo tipo de bollos, chocolatinas y demás. Mis padres son golosos y muy jóvenes, cuando yo tenía 10 años ellos tenían 28, no eran unos señores adultos responsables así que en mi casa entraban guarrerías varias. Sobre todo compraban de la bollería Martínez que va al peso. También los findes íbamos al videoclub a alquilar algunas películas (que vieja soy), y pedían telepizza.

También recuerdo que cada vez que me llevaban al médico, iba a un pediatra privado, y justo enfrente de la consulta había una pasteleria y al salir si me había portado bien me compraban un bollo suizo o lo que yo quisiera (siempre me portaba bien).
Tengo recuerdos muy bonitos con mis padres de pequeña, la verdad que eran súper enrollados aunque yo por aquel entonces los veía viejos jaja.

Mi madre trabajaba en un supermercado pequeño de aquellas, tipo ultramarinos, y pesaba los kinders en la báscula de la tienda para saber cuáles traían la sorpresa buena había tráfico de kinder en mi familia, me hacía todas las colecciones completas. Aún guardo las sorpresas.

El pastel de Mildred era tremendo mazacote en el Aldi venden uno de imitacion pero es una bazofia

Los aperitivos crecs estaban muy ricos, esos ganchitos naranjas y las estrellitas





También los Motta Frolli, unas bolas de cereales italianas, sabían a avellanas, me podía comer una caja de una sentada

El bizcocho marmolado Mildred yo a veces lo compro, me gusta mucho, lo compro muy poco porque soy capaz de comerme el bizcocho entero en dos días y no es plan de darme un atracón, yo lo compro en el Eroski.

Para desayunar de pequeñas siempre teníamos galletas Tosta Rica, que a mi hermana le encantaban por los dibujos, y yo las odiaba pero siempre he sido una pánfila a la que le cuesta mucho decir que no así que yo me callaba, desmenuzaba las galletas cuando nadie me veía y las iba metiendo en uno de los barrotes de hierro que sujetaban la mesa de la cocina por debajo y ahí se iban acumulando las galletas. ¿Guarrada? Mucha, pero yo era pequeña, en mi mente yo no veía la guarrada, yo era una maestra del engaño. Imagino que en algún momento mi madre me pillaría y limpiaría el barrote por dentro porque oye qué casualidad que yo metía galletas y metía galletas y jamás se llenaba el hueco ese Para merendar o almorzar los bocadillos solían ser de jamón, jamón y queso, salchichón y cosas así. Muy de vez en cuando de nocilla o bocadillo de chocolate de tableta. Cuando vivía mi madre no tomábamos mucha guarrada, me compraba un huevo kinder si me mandaban a por el pan y sobraba dinero, pero poco más, dulces y cosas así muy esporádicamente y sobre todo caseros, recuerdo que mi madre hacía tarta de manzana pero la hacía muy de cuando en cuando.

Yo podía comerme una docena de galletas tostarica sin pestañear, eso es droga dura Además las poníamos todas encima de la mesa y jugábamos a cambiarnos la que teníamos repes xD Lo mismo con los dinosaurus, aunque de eso solo dos paquetes (6 galletas), que llenaban más. Y más mayorcita, las marielu con mantequilla y mermelada (me lo enseñó mi padre), tipo sandwich. Llevo mil sin comer galletas, qué antojo me acaba de entrar!