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por HeidiFox
Egofloja
1.Los celos de doña Sofía con su consuegra
A pesar de ser vecinas y de que doña Sofía vive en Zarzuela a medio kilómetro del Pabellón del Príncipe, residencia de los Reyes, cuando Felipe VI y su mujer viajan fuera de Madrid, llaman a la madre de Letizia, Paloma Rocasolano, para que se quede con la Princesa de Asturias y la infanta Sofía. Aunque puede sonar raro, ya que los Reyes tienen servicio para cuidar perfectamente de las niñas, que además ya tienen 11 y 10 años respectivamente, Letizia prefiere que sea madre la que se quede al cargo.
2.El caso Nóos y Cristina
Esta es de unas cuestiones que más distancia puso entre las dos reinas. Letizia p no quiere tener ningún tipo de relación con la infanta Cristina y su marido. Pero doña Sofía, que es madre y abuela además de Reina, le pidió a su hijo que le devolviera sus funciones institucionales a la ex duquesa de Palma tras quedar esta absuelta con la sentencia del tribunal de Baleares. El Rey se negó.
Además, a pesar de los consejos de su hijo, doña Sofía ha seguido viajando, en la actualidad y durante los años que ha tenido lugar el proceso del caso Nóos, a ver a la infanta Cristina cada cumpleaños de sus cuatro nietos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, primero a Washington y después a Ginebra. Cuestión que a Letizia le resulta imperdonable al entender que doña Sofía, además de Reina emérita, es madre del Rey y, por la responsabilidad institucional, debe primar el interés de Felipe VI sobre el de la infanta Cristina.
Pero la gota que colmó el vaso tuvo lugar hace casi cinco años. El 26 de noviembre de 2012, la infanta Cristina acompañada de Iñaki Urdangarín acudió al madrileño hospital San José para visitar a don Juan Carlos, recién operado de la cadera. Unos minutos más tarde hicieron su aparición los todavía Príncipes de Asturias acompañados por sus hijas. Letizia no ha perdonado todavía que nadie les avisara de la visita de los Urdangarin y tener que compartir con ellos, al menos, la sala de espera durante varios minutos. Al parecer, el encuentro fue tenso y la Reina y su cuñada no se cruzaron ni la mirada.
3.Las bolitas de anís de la abuela
Una de las cosas que más cuida Letizia en su papel de madre es la alimentación de sus dos hijas. La Princesa de Asturias y la infanta Sofía siguen una dieta sana y natural, completa en todos los sentidos, pero que su madre vigila con mucho cuidado. La reina Sofía no comparte este criterio, y aunque sí está de acuerdo en que las niñas tienen que comer sano. La madre de Felipe VI siempre lleva unos caramelos de anís en el bolso -las típicas bolitas blancas de toda la vida- y en cuanto la Reina se daba la vuelta, las repartía entre sus dos nietas.
Fue muy comentada en Palma de Mallorca, en agosto de 2010 la anécdota de las ensaimadas. Estaban los Reyes con sus hijas y doña Sofía en el Club Náutico. En las mesas del bar había unas bandejas con las típicas ensaimadas mallorquinas. La Princesa de Asturias y su hermana no paraban de mirarlas, sabiendo que a Letizia no le iba a hacer ninguna gracia si se comían una (la Reina no da a sus hijas ningún tipo de bollo). Entonces doña Sofía le dio una a cada nieta y les dijo: “Comerlas fuera, que no se entere vuestra madre”.
4.Apoyo a Marichalar
Cuando en 2007 se anunció el ‘cese temporal’ de la convivencia entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar, los Borbón se volcaron por completo en la duquesa de Lugo. Todos menos Letizia. La entonces todavía Princesa de Asturias se puso del lado de Jaime de Marichalar, con el que sigue manteniendo una buena amistad. Esto provocó un gran distanciamiento con su cuñada y también con su suegra, que tiene un concepto muy arraigado de la familia y no llegó a comprender la posición tomada por su nuera. A don Juan Carlos tampoco debió de gustarle la postura de Letizia, porque el actual Rey emérito nunca ocultó su falta de simpatía por Marichalar; algo parecido le ha sucedido con su nuera.
5.Poca sintonía con los griegos
Si Letizia no siente ninguna afinidad con la familia de don Juan Carlos, los Zurita y los Gómez-Acebo, menos relación tiene aún con los parientes de doña Sofía. Mientras que el Felipe VI sigue acudiendo, en muchas menos ocasiones que antes de estar casado con Letizia, a algún evento familiar, la actual Reina prefiere no aparecer más que lo justo y necesario.
Así lo demostró en la celebración del cincuenta aniversario de la muerte del rey Pablo, padre de doña Sofía. Los hijos y los nietos de Pablo I se reunieron en el palacio de Tatoi, en Atenas, donde el exmonarca heleno está enterrado junto a su esposa, la reina Federica. Tras la ceremonia religiosa se celebró un almuerzo para toda la familia. Felipe y Letizia regresaron a España sin comer, lo que molestó profundamente a doña Sofía.