A ver, no sé por dónde empezar, la verdad. Creo que se están mezclando cosas, pero bueno, pasa siempre en todos los temas.
Lo primero, matizo que con mi primer mensaje yo no hablaba de eso de asistir a cosas por compromiso o por imagen. Sólo para dejarlo claro. Y tampoco me refería sólo a la introversión, sino a todo lo que implica necesidades diferentes y especiales, neurodivergencia, minusvalías y discapacidades que no se ven. Las personas así no tenemos hueco real en esta sociedad. Esa es la realidad. Si discapacidades físicas, que se respetan más, todavía lidian con obtener derechos básicos, imagínate las invisibles. Algunas cosas están catalogadas como trastornos y patologías que se considera que tienen tratamiento e incluso cura, y con eso basta para tratarlo con desdén y sugerir lo de siempre: que no lo intentas, que con un poco de esfuerzo se puede, que no es para tanto, que no es todo el tiempo... Y lo que no se considera patología y es sólo parte de tu personalidad, se espera que lo anules para adaptarte tú, que eres la "diferente"; no se van a tener que adaptar los demás a ti... (como si la existencia de oportunidades adaptadas para algunos individuos fuese a quitarle privilegios a los demás... ¿no os suena ya este debate?). Lo que decía anoche, es lo de siempre, es lo único que he conocido. No hay ninguna voluntad real de comprender.
Bluebell De verdad que lamento mucho tu situación, puedo comprenderte. Es muy fácil sugerirte que la terapia puede ayudar en cierto sentido y hasta cierto punto, pero la realidad, se quiera aceptar o no, es que algunas personas (por personalidad, por trastorno, por patologías, o por lo que sea) no encajamos en este sistema ni en esta sociedad, que resultan hostiles para nosotras, y la terapia no puede convertirte en una persona diferente. Sólo se pueden aprender herramientas para gestionar y minimizar el impacto (que también desgasta aplicar), pero sigues siendo un pez intentando sobrevivir en un desierto y con la certeza de que lo vas a tener que seguir haciendo el resto de tu vida. Es desolador, es agotador, y tenemos derecho a quejarnos. Y quien no lo entienda que se recree en su suerte, porque parece que es necesario vivirlo para entenderlo.
MissMell escribió: 29 Jun 2024, 11:12
Ya pero no se trata solo de querer ascender, en una empresa privada te pueden echar casi en cualquier momento (o puede llegar el día en el que te apetezca cambiar) y en ese caso viene muy bien haber estando creando y cuidando una red de contactos profesionales. Nos guste o no, este mundo funciona así (hasta que la inteligencia artificial no nos reemplace a todos, claro).
O sea lo de ir a eventos de trabajo o actividades de networking no tiene que ser por simple miedo a quedar mal o por ser unos borregos que no saben decir que no, sino que es una inversión en ti mismo. También soy de la idea que, en estos temas, a veces hacer un pequeño esfuerzo y hacer cosas que a priori no apetecen mucho, puede ser enriquecedor también. En su justa medida obviamente.
Guste o no, este mundo funciona así, pero eso no significa que esté bien y que no se pueda luchar por hacerlo más accesible para todo el mundo. Tal como funciona el mundo, millones y millones de personas viven al filo de una crisis nerviosa 24/7. La solución no es continuar obligando a las personas a adaptarse, sino adaptar el sistema y la sociedad para que todos tengamos un hueco sin perder la cordura y la salud en el intento. El sistema y la sociedad no van a cambiar de la noche a la mañana, pero ayudaría mucho a comenzar el proceso de cambio si cada ciudadano de a pie abriera un poco la mente y entendiera y respetara que hay personas con necesidades diferentes y especiales que también tienen derecho a derechos básicos, a ser ellas mismas, a vivir con tranquilidad. Es de primero de humanidad, pero no vamos a pedir peras (humanidad) al olmo (ser humano), supongo.
Esas obligaciones sociales no son un "pequeño" esfuerzo para algunas personas: para algunas personas es un esfuerzo inmenso, aunque no se note desde fuera, aunque le parezca absurdo y exagerado a quien no le cuesta nada, es así. Puede empezar siendo más fácil e ir dificultándose con el tiempo, porque no es algo puntual sino que para que funcione debe ser sostenido en el tiempo, con el desgaste que conlleva. Si realmente fuese algo puntual y no existieran más expectativas detrás, el reto sería diferente. Por último, lo enriquecedor es subjetivo, igual que el concepto del éxito y hasta dónde se conforma con llegar una persona según sus aspiraciones en la vida. Eso no cambia cómo funciona el mundo laboral, ya lo sabemos, pero creo que se entiende lo que quiero decir. O eso espero, porque después de este testamento no me voy a explicar otra vez
El tema laboral es una pesadilla. A mí es de las cosas que más ansiedad y angustia me provocan, y sí, efectivamente me va como el culo. Pero yo ya llevo toda la vida (literalmente, desde que tengo uso de razón) adaptándome, anulándome y estoy absolutamente quemada, vacía: no tengo de dónde sacar, no me queda nada para dar, no sé ni quién soy realmente porque sólo he sido "lo que tocaba ser" para superar cada situación. Esa es la consecuencia de pedirle a las personas que se adapten y hagan "un pequeño esfuerzo" por ser normales, por encajar, por entrar en la rueda. ¿Qué hago ahora? Pues nada, más adaptación y más fingimiento, hasta que se me crucen los cables un día, como a tantas otras personas. Lo que me resulta doloroso es que se siga sin reconocer y sin mostrar comprensión o respeto hacia lo que viven/vivimos esas otras personas. Que se minimice, que se le reste importancia.
Se puede ser introvertida (u otras cosas) y tener la capacidad de salir adelante como extrovertida en los momentos necesarios. Yo desarrollé habilidades sociales por supervivencia y durante años las he tenido disponibles (constantemente me han confundido con una persona extrovertida), pero el tiempo que puedo ejercerlas y mantenerlas se ha ido reduciendo con los años hasta el mínimo, por el desgaste. Las que aún podéis desenvolveros así sin coste, enhorabuena, espero que continuéis así y no reventéis como nos ha pasado a otras.