Voy a hablar un poquito de mi libro
como sabréis, en octubre se fue mi pequeña, mi perrilla, mi niña. Desde entonces, no he levantado cabeza. Lloraba prácticamente todos los días, recordándola. Es que la echo muchísimo de menos, a mi chiquitina.
Nos hicimos a la idea de no tener más perrillos, pero mi marido y mi familia me veían tan triste, y yo misma me sentía tan vacía…
Hace unos días, mi marido y mi hermano hablaron, porque un amigo de mi hermano, en un descuido, al cuidar el perro de otro familiar, ha tenido una camada de cachorrillos, y querían regalarlos a familias cercanas que los cuidaran muy bien. Y mi hermano pensó en nosotros.
Y desde ayer, tenemos un nuevo miembro en la familia. Un pequeñajo de diez semanas, que solo quiere jugar
Y me siento muy rara. Porque estoy súper feliz con este pequeño regalito, que es súper cariñoso, pero tengo mucho miedo. Miedo a que le pase algo, miedo a no criarlo bien, miedo a meter la pata… Esta noche, a las 4, me he despertado, y me he dedicado a observar al perrillo dormir, muerta de miedo por si le pasaba algo. A las 6 el cachorrillo se ha despertado y desde entonces no ha parado de jugar (y de hacer pipí y caca por la casa, pero eso es normal
) Estoy agotada.
Y pensareis que estoy chalada (más aún), pero me siento culpable por mi perrilla. Nunca nadie podrá sustituirla, pero me siento como si la estuviera “engañando” y reemplazando. La noche anterior a ir a por el cachorro, me la pasé llorando, recordando a mi niña.
En fin. Es una etapa nueva, y me siento como si fuera un sueño todo esto. Espero pasar esta fase de “miedo” pronto, y disfrutar de esta cosita preciosa. Es un peluchito.