Alabama escribió: 24 Feb 2021, 23:04
@tequila eres la p**a ama y no te contestan porque no están a la altura.

Dungeons&Dragons escribió: 24 Feb 2021, 21:49

Rory escribió: 24 Feb 2021, 21:36

Denim escribió: 24 Feb 2021, 19:37

Rory escribió: 24 Feb 2021, 19:33
- Transgénero/No binario/Fluido/Queer: quienes consideran que las características, valía o preferencias de una persona se diferencian por sexo y no por individuos. El concepto es exactamente el mismo que en el machismo. (Ejemplo: gustar el rosa, jugar con muñecas, las novelas románticas o usar maquillaje, son claros ejemplos para estas personas de que el individuo es una mujer).

Yo creo que las personas queer lo que no quieren es precisamente que se limiten las personas a géneros, entienden que una chica no es rosa y un chico azul, sino que ellos creen que no se pueden catalogar en esas dos "categorías". Vamos yo no entiendo esa visión que me dices de que promulgan ideas machistas, porque precisamente las personas de género fluido no se ven ni como hombre ni como mujer, sino algo mezclado...

Creo que entiendo lo que defiendes y es lo que todas en este hilo deseamos: que nos dejemos de etiquetas, que el rosa no te hace niña ni el azul niño. O lo que es lo mismo, que el género (la imposición de roles) no nos define.

En cambio el sexo sí viene impuesto. No lo podemos elegir. Nuestros cromosomas no se pueden cambiar.

Pero declararse hoy mujer y mañana hombre porque se ha cocinado y después se ha ido a jugar, es perpetuar los roles de género a pesar de que, aparentemente, todos deseamos abolir.

No sé si has leído alguno de los panfletos "queer" destinados a padres, para que sepan diferenciar si tienen un hijo o una hija, pero todos ellos coinciden en las actitudes y comportamientos "masculinos/femeninos/rosas/azules".

Y mira, si yo sé que tengo una hija es porque sus cromosomas son XX y si tengo un hijo es porque son XY, pero que jueguen con coches o muñecas no va a hacer que su sexo desaparezca.

Lo que tiene que desaparecer es el género.

+1
Yo creo que a Denim le han fallado las formas muchísimo y ha patinado empezando por los insultos y siguiendo porque tiene un buen cacao y ni de broma estaba preparada para debatir pero si para insultar. Pero quiero pensar que si lee sobre el tema no esta tan lejos de lo que decimos nosotras, solo que no se ha leido absolutamente nada y a tratarnos como si fuéramos tontitas.
Los cuirs no estan a favor de abolir el genero, al revés, les viene de cojones perpetuarlo porque su discurso quedaría en nada, efectivamente aluden a que si te gusta el rosa eres una mujer y si te gusta el azul eres un hombre. Buen mundo le vamos a dejar a las nuevas generaciones con los bloqueadores de la pubertad y tanta mierda, se me ponen los pelos de punta. Cada uno que se vista como le salga de ahi, pero a mi ponerme una camisa de cuadros no me hace ser un leñador y a un tio ponerse una falda no le hace ser menos hombre, si no pobres de los escoceses

Her escribió: 24 Feb 2021, 22:40

Soyvip escribió: 24 Feb 2021, 23:09 Como salga la ley, me va a encantar ver la cara de imbéciles que se les va a quedar a todas estas que van tan a muerte con los transgénero cuando empiecen a pasar determinados sucesos que YA ESTÁN OCURRIENDO EN OTROS PAÍSES PERO CLARO, SON EXCEPCIONES.

morla escribió: 24 Feb 2021, 23:24

Soyvip escribió: 24 Feb 2021, 23:09 Como salga la ley, me va a encantar ver la cara de imbéciles que se les va a quedar a todas estas que van tan a muerte con los transgénero cuando empiecen a pasar determinados sucesos que YA ESTÁN OCURRIENDO EN OTROS PAÍSES PERO CLARO, SON EXCEPCIONES.

¿Y de verdad creéis que de esto se va a informar en los medios grandes?

tequila escribió: 24 Feb 2021, 23:27 Los medios, el sistema en general, está encantado. Jamas se vio al capitalismo aceptar tan fácilmente mujeres en puestos visibles y de responsabilidad. Es la jugada perfecta, consiguen poder tener por ejemplo una empresa de 100% tios y cumplir la cuota de paridad solo con que la mitad firmen un papel, mantienen su nombre y apariencia y comodidades

Coco escribió: 25 Feb 2021, 08:15 No sé de qué os ofendéis, si como mujeres ya deberíamos saber que estamos aquí para que nos partan las piernas y nos llamen mil cosas que simplemente nos definen.

Asistimos a un nuevo escenario por el que desfilan cada vez más sujetos, nacidos varones, socializados como hombres y que, habiendo gozado de todos los privilegios masculinos, en un momento de sus vidas declaran que siempre se han sentido mujeres, y así lo expresan. (...) Elles son además la cara más visible y estridente del generismo queer y no por casualidad: también en este relato el nacido varón sigue siendo el centro y ocupa el protagonismo de la noticia.

Las mujeres que han transicionado a hombres ocupan un discreto segundo plano y salen a la luz pública no por estar presentes en las distintas esferas del poder, sino por gestar, dar a luz y amamantar, capacidades exclusivas del sexo femenino.

no es lo mismo que un hombre se declare mujer a que una mujer se declare hombre en una sociedad donde persiste una manifiesta desigualdad estructural que no se subvierte con la exaltación de la identidad individual, la subjetividad y el deseo. Más bien al contrario. Si la identidad de género es el resultado de una autopercepción sin más base que un sentimiento solipsista, la desigualdad por sexos es una realidad que no se resuelve ni con engaños conceptuales que identifiquen sexo con género ni con trampas argumentativas que esconden la jerarquía s*xual bajo un manto de múltiples identidades s***ales.

Wicca escribió: 24 Feb 2021, 23:51 Como lo veo yo o por si alguien le interesa que alguna preguntáis :

Género no es lo mismo que sexo, pero al ser género algo inventado se puede cambiar y ser género fluido o no existir y dejar de ser hombre y mujer o cambiarte al género que más te guste. Que son las diversas teorías queer.
Lo inventado es mujer y hombre como conceptos sociales y lo que representa, el sexo es macho y hembra, vosotras también lo mezclais. Y habláis de mujer solo para nombrar a una xx, pero eso es hembra humana, no mujer, de hecho a las personas con cromosomas xxy o alguna enfermedad de ese tipo se le asigna a veces el género al tuntun, o como se van viendo ellos mismos o su apariencia física.
( yo estuve con un chico que era xxy y era hombre y súper masculino, pero a él desde el principio lo pusieron como hombre porque tenía pene, nunca le quise preguntar mucho por respeto estuvimos solo 3 meses, pero hay casos, sin ser el mismo síndrome, estoy con el móvil y no puedo buscarlo, que tienen vajina por fuera y los testiculos por dentro)

Transgenero es una persona que no se identifica con el género asignado por nacimiento, y prefiere ser del otro género, que en la sociedad se relaciona con el sexo ( creo que es lo que ha querido decir @Denim ) por eso sí naces xx te asignan como mujer, pero quizás aunque no rechazas tu cuerpo y te da igual tus cromosomas, quieres ser hombre con lo que conlleva eso de bueno y malo. ¿ Por qué? Por muchas cosas o porque simplemente somos seres racionales que nos cuestionamos las cosas y sí lo importante fuera lo biológico follariamos sólo para preñarnos y solo en relaciones hetero, porque las relaciones humanas no casan nada con la necesidad biológica y con nuestros cromosomas y sexo.

Transexual es alguien que rechaza su sexo, pero no sólo el género, bien por disforia o por otras cuestiones.
Mi opinión personal es que gente con disforia hay poca, pero hay muchos transgénero que creen o les hacen creer que son transexuales. Pero es una idea subjetiva mía, no quiero generalizar ni ofender ni menospreciar el sentimiento de una persona transexual.

Termino diciendo que yo no me siento mal con mi género ni con mi sexo, leo a muchas decir que es normal no identificarse con el género, y no... exactamente, yo estoy en contra de que me asignen los estereotipos de género, que crean que soy débil, que tenga que ser coqueta, que me guste el rosa, limpiar en casa, que no sepa cambiar una rueda... Etc pero a mi me gusta ser mujer y hembra, quizás por experimentar estaría una temporada como hombre para ver cómo es, y disfrutar de sus privilegios pero me gusta ser mujer y a mi sexualmente incluso me gusta tener la regla y poder parir. Desde el punto de vista de género ( para mí) lo ideal sería que desaparecía ser hombre y mujer, pero es un cambio demasiado duro para la sociedad y no sé puede hacer de un día a otro, habláis de romper los roles de género pero perpetuando nuevamente la figura de la mujer y el hombre como conceptos y personas diferentes que tienen diferentes necesidades , al final eso tardaría cero coma en aparecer otros estereotipos y otras desigualdades, hoy en día ya se derriban estereotipos de género, y ojalá más pero la diferencia entre mujer y hombre y el concepto de que no somos iguales y de qué tienes que pertenecer sí o sí a uno y otro continua y por lo tanto dificulta la igualdad, aunque eso lleva años el feminismo discutiendolo con el feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia.

Lo queer nace en el feminismo, es una corriente feminista aunque no os guste, y yo sí creo que es una necesidad del humano, cuando hay gente que ha sido transgenero y transexual en otras épocas y corriendo riesgo de vida. No soy psicóloga y se me escapa lo que lleva a una persona a llevar la contraria a su entorno y el por qué no llevar una vida cómoda en tu género y sexo aunque no estés de acuerdo con todo lo que representa, pero habrá algún sufrimiento interno o click, por mucho que habléis de lobby, el lobby será de hace 3 o 4 años, porque lo normal, o en mi mundo es así, es que les cueste llevar una vida normal y que sean tratadas/o mal o les cueste encontrar trabajo.

Lo de los baños, el deporte y la ley de violencia de género yo no lo veo como vosotras, en el aspecto alarmista, sí estoy de acuerdo con pulir la de violencia de género para que no haya fisuras, pero Irene a mi siempre me ha parecido un poco corta y creo que lo está haciendo fatal, una cosa no quita otra que yo creo que crítico a Irene Montero desde años, pero ya me da pereza convencer a alguien, si alguien tiene miedo tampoco soy nadie para desprestigiar su miedo, puede que haya tenido alguna mala experiencia de agresión s*xual u otras agresiones... Aunque me duele algunos comentarios y vejaciones a gente trans y a gente que piensa parecido a mí. Tambien me cansa un poco el tema, yo ni siquiera estoy pendiente de la ley y me da igual esta gente de Twitter que nombrais, no soy tan moderna, yo no creo que esa gente represente nada.Y antes que alguien me diga algo, me niego a que no se pueda tener opinión sin tener Twitter, no sigo a esa gente porque no me interesa y no tengo por qué darles importancia.
Sin considerarme queer, es que no me identifico nada con la forma de pensar de éste feminismo y soy feminista y me da rabia que ahora haya esta guerra civil rara.
A mí me da igual si alguien está en contra de la ley de las teorías queer, y si alguien se burla pues allá ella, pero es que al final los que mas ganan son los hombres xy machos cis ( ¿cómo los llamo?) que cuanto más dividida estemos nosotras mejor para ellos.

Alabama escribió: 25 Feb 2021, 03:55https://twitter.com/ssevioletas/status/ ... 85221?s=21

Coco escribió: 25 Feb 2021, 08:15 No sé de qué os ofendéis, si como mujeres ya deberíamos saber que estamos aquí para que nos partan las piernas y nos llamen mil cosas que simplemente nos definen.

undi escribió: 25 Feb 2021, 07:40 yo pienso que es un caballo de Troya con la intención de dinamitarlo.

El generismo queer: un idealismo de outlet

Cuenta don Juan Manuel en El Conde Lucanor la historia de tres pícaros sastres que engañaron a un rey haciéndole creer que tejían una lujosa y misteriosa tela que solo podían ver los que fueran hijos verdaderos de sus padres. Los estafadores procuraron que todos los servidores, ministros y súbditos conocieran las propiedades mágicas que tenía el tejido del nuevo traje real. Así, temerosos de no heredar por ser considerados vástagos ilegítimos, nadie se atrevió a afirmar lo evidente: que el rey iba desnudo.

Este cuento —y sus distintas versiones— ilustra cómo una amplia mayoría de observadores decide participar de un engaño colectivo que es retroalimentado por uno de los mecanismos psicológicos de autocontrol más eficaces: el miedo. Aun cuando individualmente se den cuenta de lo absurdo de la situación, el temor a una acusación les impide reconocerlo. Casi setecientos años después de su publicación, la nueva versión la encontramos en la llamada “teoría queer”. Ahora, los sastres son hábiles teóricos que tejen un alambicado y artificioso discurso en el que proclaman el misterio de la transmutación del sexo en género. El engaño consiste en hacer creer que aquello que emana de una expresión subjetiva en forma de un sentimiento individual es la base o fundamento de la identidad personal, reducida a identidad de género. Nadie puede cuestionar este género sentido, voluntariamente adquirido, que puede aflorar o manifestarse en cualquier momento de la vida del sujeto.

Una palabra mágica, transfobia, acude a reforzar el silenciamiento de quienes no se atreven a decir lo que no ven. En el debate público se habla de las personas trans, término que engloba a quienes se identifican como «transgénero, transexuales, travestis, género queer, agénero, variantes de género, no conformes con el género, o con cualquier otra identidad de género que no cumpla con las expectativas sociales y culturales con respecto al mismo». El simple intento de análisis de estas identidades es ya odio. Hasta la simple afirmación del enunciado tautológico una mujer trans es una mujer trans se interpreta como transfobia. De este modo, si en el cuento todos callaban por miedo a quedar deshonrados, ahora casi todo el mundo calla por temor a ser acusado de fobia hacia uno de los colectivos que más ha sufrido: el colectivo trans. Una y otra vez se repite el mensaje, aunque nadie se preocupe en delimitar conceptualmente el significado del prefijo “trans” en medio de esta barahúnda mediática. Por si fuera poco, a quienes se atreven a arrojar algo de luz sobre esta deliberada confusión, se les acusa gratuitamente de falta de empatía y de sentimientos. Se instaura así de forma progresiva un paradigma emotivista en el que, arrinconando el análisis racional y el juicio crítico, el sentimiento acaba por erigirse como único patrón válido de la identidad de género. Finalmente, esta entelequia queer es elevada a la categoría de derecho en la llamada “ley trans”, correlato político de este nuevo marco transteórico. De repente, el más esencial e inviolable de los derechos es el “derecho a ser”, sea lo que sea ese ser, objeto exclusivo de una vivencia interna.

En este idealismo de outlet en el que hemos pasado de una subjetividad transcendental a una pluralidad de subjetividades psíquicas autodeterminadas, el género sentido se presenta como un nuevo demiurgo que crea la identidad del sujeto, constructo subjetivista del que quedan fuera otros componentes identitarios como los vínculos de filiación, la nacionalidad, la etnia, la clase social… Ninguno de estos, por cierto, se reducen a la expresión de una autopercepción o voluntad sintiente, sino que tienen una base material y además hay que acreditarlos.

Desde la tribuna política y las redes sociales se refuerza el mensaje, acompañándolo de una neojerga que enturbia el ya de por sí enconado debate: interseccionalidad, transinclusividad, cisheteronormatividad… sin olvidar la apelación a los cuidados, a la empatía y al amor. La acientificidad del discurso se solapa con un activismo bien organizado que ensalza el individualismo extremo, tan propio del neoliberalismo, al tiempo que consagra la máxima de la normatividad queer: cualquiera es lo que quiere, ejerciendo su plena libertad.

Asistimos a un nuevo escenario por el que desfilan cada vez más sujetos, nacidos varones, socializados como hombres y que, habiendo gozado de todos los privilegios masculinos, en un momento de sus vidas declaran que siempre se han sentido mujeres, y así lo expresan. Pocas voces se atreven a decir que se trata de hombres transfemeninos que han decidido libremente amoldarse a los estereotipos sexistas impuestos por la socialización patriarcal. En otros casos, presentan todos los caracteres s***ales masculinos claramente acentuados y definidos, pero hay que reconocerlos como “mujeres” a todos los efectos porque se ha instaurado en la conciencia colectiva que elles forman parte del colectivo más discriminado de toda la historia de la humanidad. Elles son además la cara más visible y estridente del generismo queer y no por casualidad: también en este relato el nacido varón sigue siendo el centro y ocupa el protagonismo de la noticia. Las mujeres que han transicionado a hombres ocupan un discreto segundo plano y salen a la luz pública no por estar presentes en las distintas esferas del poder, sino por gestar, dar a luz y amamantar, capacidades exclusivas del sexo femenino.

En medio de este delirio colectivo en el que el sufrimiento de las personas transexuales se utiliza como arma arrojadiza para demonizar a quienes alertan del peligro de convertir las vivencias y sentimiento individuales en categoría jurídica, solo el feminismo radical se ha atrevido a afirmar el engaño y lo absurdo de esta situación. Solo las feministas están alertando de que no es lo mismo que un hombre se declare mujer a que una mujer se declare hombre en una sociedad donde persiste una manifiesta desigualdad estructural que no se subvierte con la exaltación de la identidad individual, la subjetividad y el deseo. Más bien al contrario. Si la identidad de género es el resultado de una autopercepción sin más base que un sentimiento solipsista, la desigualdad por sexos es una realidad que no se resuelve ni con engaños conceptuales que identifiquen sexo con género ni con trampas argumentativas que esconden la jerarquía s*xual bajo un manto de múltiples identidades s***ales.

¿Creemos de verdad que acabaremos con el patriarcado con una ley que permite el cambio registral del sexo sin más requisito que la simple manifestación de la voluntad? ¿Dejará de estar así discriminado el colectivo trans? ¿Se logrará la igualdad de sexos autodeclarándose las mujeres hombres, del género fluido, no binarias, del género queer o de cualquier otro género sentido? No nos dejemos engañar: el verdadero espíritu de la llamada ley “trans” es maquillar el sexismo, no eliminarlo. Y si en el cuento de Don Juan Manuel solo el que no tiene temor a la deshonra se atreve a decir lo evidente, también ahora quienes advierten que “el rey va desnudo” son las que hace ya mucho tiempo quedaron liberadas de las cadenas del miedo: las feministas.

tequila escribió: 24 Feb 2021, 23:04

Lia escribió: 24 Feb 2021, 21:57 Por favor, me explota la cabeza. Algún alma caritativa me explica, para dummies, qué coño es transgenero? Es que leo y no lo entiendo. Entiendo perfectamente lo que es ser transexual pero me queda grande el resto.
Lo que ha explicado @tequila me ha parecido muy claro y didáctico, pero sigo sin entender el transgenero.
Gracias!

Transgénero es cuando una persona se identifica con el género opuesto. Como el caso de la famosa Iria o Alex. Defienden que es independiente de si cambian o no su apariencia, si hacen tratamiento, si tienen disforia o si tienen respaldo médico o psicológico.

Generalmente se diferencia de transexual porque estos últimos inician un tratamiento de reasignación con hormonas, cirugías, depende.

Cualquier cosa que no sepas no te cortes en preguntar y yo te explico lo que pueda

¿Dónde está puesto el foco del debate trans en la España actual?
Al poner el foco en la adolescencia se publicitan cuerpos que entran mucho mejor dentro del sistema, que gracias a haber comenzado la transición desde muy jóvenes pueden alcanzar ese passing [el proceso de adaptación estética al género real] casi completo y, con ello, pueden asimilarse. No tienen ni por qué visibilizar su condición trans. En este contexto, hay toda una serie de mujeres trans mayores que se ven empujadas a ejercer la prostitución y se encuentran en situaciones de enorme precariedad, que se dejan de lado. Es mucho más fácil, dentro de la nueva narrativa que se ha construido, dar más espacio a los menores trans porque además queda más estético. Entra en el marco de lo que es fácilmente asimilable por el sistema.

¿Y dónde te sitúas tú en este escenario?
Ahora mismo, no tengo interés en hacer reclamas por mí, por mi situación personal sobre lo trans. Tengo acceso a un tratamiento médico, tengo el DNI cambiado, vivo en París sin mayor preocupación en relación a la cuestión trans. He sufrido mucha más lesbofobia que transfobia, pero me parece importante seguir abordando el tema porque hay gente en circunstancias mucho más precarias que las mías, por las cuales yo tengo la posibilidad de hablar.