Yo ahora estoy de alquiler en un piso que en sí mismo no es feo, pero está amueblado con mierdas horribles que le sobraban a la dueña. Nada pega con nada.
He comprado cosas que me hacían falta, un carrito para el baño, una mesa de noche y una tulipa. Cambié la cortina de la ducha y quite las del salón.
También necesitaría un mueble para el salón, justo lo he mirado hoy, lo tengo puesto todo en una mesita y es muy incómodo para limpiar. Pero me resisto.
Y si que me compré una mesa, lámpara y silla para estudiar, bonitas, con la intención de llevarmelas cuando me vaya pero siendo consciente de que es un error, porque cada casa te pide unos muebles y yo no sé cómo va a ser la mía ni si la tendré.
Venía de una casa que estaba poniendo a mi gusto y que era mia y las sensaciones son totalmente diferentes, es como si estuviera otra vez en un piso de estudiante. Tiraría todos los muebles por la ventana, es que no me gusta ninguno, pero es lo que toca.
Donde vive mi madre un arquitecto muy famoso se había hecho una casa en la que no llegó a vivir, en la crisis se arruinó y la puso a la venta. Pues quien la compró la reformó entera, yo vi el exterior y todo estaba mejor a gusto del arquitecto. A mí me pareció increíble que la cambiaran siendo de quien era. Y que estaba nueva.
Una amiga se compró una casa en el campo y cuando la iba a reformar todo lo que yo le decía que me gustaba era lo que iba a cambiar
puso una puerta moderna horrible en una casa de piedra y cosas así.
Lo que son los gustos