Marezha escribió: 12 Abr 2019, 14:15
Una de mis mejores amigas está bastante agobiada en el trabajo y siempre se desahoga conmigo y ya llega un punto en que me siento fatal porque yo no tengo nada que aportar a esa conversación, y ya cuando me habla de sueldo o de las horas extras que echa y lo que le pagan es que me dan ganas de llorar porque jamás he cobrado esas cantidades, ni veo que lo vaya a cobrar. Que no lo hace a malas, pero me duele.
A mí me pasó con una requetamiga mía una cosa muy chunga. Ella no terminó la carrera, la misma que tengo yo, pero su padre es socio de una empresa del sector y la metió a trabajar en un trabajo que es competencia de la gente de mi campo. Cuando llevaba 6 meses le doblaron el sueldo.
A mí, sinceramente, ya me costaba alegrarme por ella porque llevaba muchos años en paro y no veía que hubiera oportunidad alguna. Pero eso era un problema mío, mi cabeza estaba como estaba y sentía mucha envidia.
El tema es al año y medio la obra donde estaba se acabó y ya no pudieron reubicarla en otra (ella de todas formas se quería ir porque no le gustaba el sitio) así que le ofrecieron un trabajo de gabinete ganando su sueldo inicial, no el doble porque ya no iba a estar desplazada e iba a tener un horario cerrado. Pues mi amiga me dijo "a ver qué hago yo metida en una oficina de 4 a 8 por 1.200 euros".
Me sentó tan mal que aún se lo tengo en cuenta. Tampoco lo hizo a malas, pero joder, debería haber tenido presente la situación de la persona con quién estaba hablando.