PELIS QUE ME ENCANTAN
FIRST REFORMED (2017, EL REVERENDO (FIRST REFORMED))
Estreno: 30 de agosto de 2017 (Festival Internacional de Cine de Venecia); 18 de mayo de 2018 (EUA); 28 de septiembre de 2018 (España).
Dirigida y escrita por Paul Schrader.
Fotografiada por Alexander Dynan (en 1.33:1).
Musicalizada por Lustmord (Brian Williams).
Protagonizada por Ethan Hawke (Toller), Amada Seyfried (Mary), Cedric Antonio Kyles (Jeffers), Victoria Hill (Esther), Philip Ettinger (Michael), Michael Gaston (Balq).
- Nominada al Oscar al mejor guion original en 2019
Schrader, que primero comenzó como guionista, con títulos tan míticos como YAKUZA (1974) de Sydney Pollack – seguramente una de sus mejores (y más subestimadas) películas – o FASCINACIÓN (1976) de Brian De Palma y que encontraría su mejor colaborador en la figura de Martin Scorsese (1942) para el que escribiría seguramente sus mejores obras, TAXI DRIVER (1976) y TORO SALVAJE (1980), ambas protagonizadas por el hoy desnortado Robert De Niro (1943), pronto combinaría dicha faceta con la de director en una carrera ciertamente irregular pero no por ello menos apasionante.
PRIMERA (IGLESIA) REFORMADA, que es la traducción más correcta al castellano del título original de la película, hace referencia a la pequeña iglesia en la que oficia el reverendo Ernst Toller (un soberbio Ethan Hawke), situada en el estado de Nueva York y que está pronta a cumplir 250 años de existencia.
Aunque la iglesia, el edificio en sí, tendrá importancia en la trama de la película, con los preparativos que sus superiores, a la cabeza de los cuales se encuentra el pastor Jeffers (Cedric Kyles), pretenden celebrar ese cuarto de milenio de existencia, los cuales serán generosamente donados por el poderoso empresario Edward Balq (Michael Gaston), la misma se centrará en la figura del solitario y autodestructivo reverendo y su relación particular con dos de sus feligreses.
Dado que es una película reciente no haré más que un breve comentario sobre la misma, aunque me gustaría indicar desde un principio que me ha parecido una cinta espléndida, con una impecable puesta en escena minimalista de Schrader, donde destaca por un lado el uso del formato 1.33:1 (por expreso deseo del director, tal y cómo se indica en un cartel al inicio de la película y que fue el imperante en el cine mudo (de 1895 a 1932)) y por otro lado el tratamiento del color hacia unas tonalidades crepusculares, muy acordes con la historia que el propio protagonista nos narra en
off y a través del diario en el que se ha propuesto escribir durante todo un año y en el que plasmará sus dudas e incertidumbres.
- Directores tan dispares como Robert Eggers (EL FARO (2019) o Pawel Pawlikowski (IDA (2013), COLD WAR (2018)) se hayan puesto de acuerdo a la hora de usar formatos de cine en desuso, más propios del cine mudo o de principios del sonoro (los que van del 1.19:1 al 1.33:1) o el más tradicional 1.37:1 e incluso alternar el AR de la película durante la proyección (como en el caso de GRETEL & HANSEL: UN OSCURO CUENTO DE HADAS (2020)), además de volver al blanco y negro o a un tratamiento muy cuidado del color, consiguiendo asombrosas composiciones cromáticas. -
Schrader tomará de sus maestros, Ingmar Bergman (1918-2007), Robert Bresson (1901-1999), Carl Theodor Dreyer (1889-1968) y Yasujirô Ozu (1903-1963), elementos argumentales y/o de puesta en escena (del primero, el silencio de Dios; del segundo, la figura del sacerdote que parece extraída de JOURNAL D’UN CURÉ DE CAMPAGNE (1951); del tercero, la (im)posibilidad de un milagro; del cuarto, el ascetismo en la puesta en escena) y conseguirá sino la mejor película de su carrera, algo imposible de afirmar puesto que desconozco su filmografía total, sí una de las mejores películas de los últimos años.
Una película que empieza y termina de forma magistral (un tanto ambigua, todo sea dicho, quizás de ahí su grandeza), desarrollada a partir de un magnífico guion (por cierto, por primera vez nominado a los Oscar, algo incomprensible a estas alturas…) y donde, por destacar algo dentro de un todo extraordinario, me gustaría mencionar la delicada historia (¿de amor?) que se establece entre el reverendo y la joven (y embarazada) viuda, consiguiendo alguna de las imágenes más hermosas (y subyugantes) del cine norteamericano contemporáneo.
Aunque diría, como mencionaba antes, que los referentes cinematográficos de Schrader no vienen de su propio país sino de Europa y de Asia.
Una obra compleja y abierta a múltiples interpretaciones.