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por Maud
Maud I, Emperatriz del Corte Inglés de España y Portugal
Yo creo que la parte más difícil de ser adulto es aceptar y asumir que somos 100% responsables del 100% de nuestros actos. No de lo que nos pasa, porque desgraciadamente no tenemos poder sobre todo lo que nos pasa, pero somos responsables totalmente de las decisiones que tomamos. Todas las decisiones y todos los actos que tomamos y hacemos tienen sus consecuencias, y esas consecuencias dependen únicamente de nosotros.
Si yo no estudio para un examen y suspendo, la responsabilidad es solamente mía. El profesor no es un capullo ni el examen es difícil, suspendo porque no no he estudiado. ¿Me puedo quejar? Sí. ¿Tienen fundamento esas quejas? No. Otra cosa es que haya estudiado mucho, me haya esforzado, que el profesor liara el examen de más y que además me haya levantado con jaqueca, que ya son un cúmulo de circunstancias.
Lo mismo pasa con socializar. Nadie va a ir a la puerta de mi casa a preguntarme si quiero ser su amiga. Para hacer amigos tendré que salir, apuntarme a planes que surjan (aunque a veces no me apetezca), tendré que hacer actividades y cursos, hablar más etc. Si no hago nada de eso y sigo pasando los días en casa, quejándome de lo individualista que es la sociedad, pues muy bien, un pin para mí por ese locus de control externo. A nadie le regalan los amigos o las parejas, todo lleva un día esfuerzo. Si no quieres hacer ese esfuerzo, que repito todos hacemos, entonces quizás no tengas derecho a quejarte. Puedes hacerlo, sí, pero sabiendo que la única responsable eres tú.
Yo he tenido épocas de salir menos y siempre la causante he sido yo, bien porque en esa época priorizara más otro tipo de cosas o bien porque rechazará planes que no me apetecieran, pero siempre he sido consciente de que el "problema" era mío, no de que la gente fuera asocial.
Hoy en día tengo una vida social que me llena plenamente, pero claro, no me ha caído del cielo.
Autumn... The year's last, loveliest smile