Ay
Marezha que mal rato! Pero admiro tu determinación por aparcar jajajaja Yo si veo que tengo alguien atrás y me cuesta aparcar, aunque no lleve ni 2 minutos maniobrando, dejo el sitio y sigo buscando, así esté dos horas más dando vueltas con el coche.
Para no cambiar de temática, vengo a contar la que lié ayer aparcando en el garaje
Hace unos tres meses cambié de garaje, yo estaba acostumbrada a aparcar en uno donde no tenía que hacer ni una maniobra, plaza super amplia, todo facilidades. El nuevo, aunque la plaza es más grande, sobretodo en el largo, es algo más complicadillo.
Bueno, que entro, llego a donde tengo que girar, 90º grados, zona estrecha, pero ya la tengo dominada. Al parecer en esa zona todos los coches se dejaban la chapa contra la esquina así que decidieron ponerle un protector, no es típico blandito que cubre la esquina, sino que pusieron un saliente en el suelo, así que si entras muy pegado te toca la rueda ahí y evita que te acerques demasiado a la pared y te dejes ahí el color del coche. Hago la maniobra y me toca la rueda, no pasa nada, no es la primera vez, doy marcha atrás y vuelvo a colocar el coche. Me vuelve a tocar la rueda. Ahora sí es la primera vez que se me complica tanto pasar. Pero no pasa nada. Vuelvo a dar marcha atrás, esta vez saliendo de esa zona del todo para colocar el coche desde cero. Noto que me pongo algo nerviosa, pero me digo "no pasa nada, no hay prisa y no hay nadie mirando, con calma". Ya estoy colocando el coche, veo que pasa, estoy pasando... miro el espejo y hay un señor con un bebé en brazos esperando a que yo termine para pasar. Ahora sí estoy nerviosa. Respiro. No pasa nada, ya está, solo queda llegar a mi plaza y meterlo. Es fácil. No tiene complicaciones esa parte. Salvo que esta vez sí tuvo complicaciones.
Como ya estaba nerviosa, hice lo único que sé hacer cuando estoy nerviosa. Liarla de una forma espantosa y casi que imposible.
Lo único que me quedaba por hacer era llevar el coche por el final de ese pasillo, hacer otro giro de 90º esta vez mucho más amplio y sin necesidad de maniobras, darle al coche un poquito para adelante, inclinarlo ligeramente hacia la izquierda y luego marcha atrás directo en mi plaza. Muy bien, pues no sé aún como, y mira que le llevo dando vueltas desde anoche, lo encajoné entre dos columnas. Si al colocar el coche para aparcar, este me queda a la derecha de la plaza, yo lo encajoné entre las dos columnas que me quedan a la izquierda. Tenía unos 30 cm entre el morro y la columna delantera y otros 30 cm y la otra columna de atrás. No sé cuantas maniobras tuve que hacer para desencajar el coche de ahí. A mí me parecieron mil. Al señor con el bebé le dio tiempo a llegar a su plaza, meter al bebé en el coche (en la sillita, atarlo y todo eso que poco tiempo no lleva), subirse él, arrancar, sacar el coche de su plaza y quedarse esperando a que yo desatrancara el pasillo para poder irse.
Llegó un punto en el que estaba tan nerviosa que ya no sabía hacia que lado tenía que girar el volante. Cuando conseguí desencajar el coche de ahí, sudando y temblando de la vergüenza, lo metí tan rápido en la plaza que casi me como la pared del fondo y me quedó totalmente torcido, pero lo estaba pasando tan mal que decidí apagarlo ahí mismo y esperar a que el señor saliera del garaje para volver a encenderlo y aparcarlo bien.
Solo espero que el pobre señor no tuviera prisa para irse, porque sus 5 minutos estuvo seguro esperando.