A mí la historia de
Garp me encanta. Precisamente porque es como muy de adolescentes, con ese toque tierno e inseguro, inocente y de confusión, de "¿Le gusto o no?", "¿Me lanzo o no?". Encima le metes ahí en medio que él es de un gremio profesional donde se estila poco la inteligencia emocional y tenemos un combo to chachi. Y no lo digo de coña, de verdad que me encanta leer la historia porque me parece como muy dulce y tierna, pese a que desde fuera, desde dentro y desde todos los ángulos pueda desesperar jajaja.
También me gusta porque me recuerda a que antes de estar con mi pareja yo le estaba tirando al caña a un chaval que estudiaba física. Otro con una inteligencia emocional y social malíiiiiiiiiisima. El tío era guapo de cojones y no es que le faltaran pretendientas, pero entre lo virginal que era y que no pillaba una, pues pa vestir santos se iba a quedar. A mí me dijeron un día "Miika, le molas a Fulano, que lo sepas; por eso ha compartido los auriculares contigo" y como para más inri yo estaba en modo despechá, como la Rosalía (me acababan de dejar hacía un mes o así), pues ahí que fui. Y joder, me acuerdo de lo directa y tosca que era yo y que él, AÚN ASÍ, se quedaba mirando la vida pasar como las vacas cuando ven pasar un tren y joder
Con la historia de Garp esos momentos se me vienen a la mente y me da ternurita. Es que pese a que yo sabía que le molaba, la mitad de las ocasiones me quedaba pensando "Imposibol, no puede ser, si no me hace puto caso"
Me faltó llorarle en chándal, como la Chenoa.
Ojalá podáis hablar e ir concretando un poco más lo vuestro, Garp. Porque estas cosas entretienen un ratico y generan tensión s*xual, que es mu molonga, pero sí que es cierto que llega un punto que quieres ahorcarte porque no sabes qué pasa. Así que a ver si podéis hablar qué pasa antes de llegar a eso jajaja.
Tema regalos, yo estoy amargada este año y eso que sólo voy a regalar a mis padres, a mi pareja y a Juancha. Y a mi gato y los bichos del refugio, pero estos son fáciles porque siempre son latitas y/o algún juguete y/o mantas. Hace ya mucho que sudo lo más grande de participar en amigos invisibles y de regalar a más gente o participar en regalos "a medias".
De hecho, este año voy a tirar por lo simple:
A mi padre le he comprado una cartera buena buena, a ver si conseguimos que no la reviente (y no por llevar muchos billetes encima, precisamente). Sé que ilusión 0, pero le hace falta. A mi madre un masaje con un bono de preso, para que lo pruebe, que siempre está con el rollo de que quiere probarlo y nunca lo hace. A parte, como regalo conjunto 1 botella de vino y algún queso o lo que sea y ala. Mucho es teniendo en cuenta el caso que hacen a las cosas
Mi pareja es el que me amarga, porque es muy fácil regalarle porque tiene unos gustos muy concretos, peeeerooooo todo lo que quiere es carísimo. Y joder, no me veo vendiendo un riñón pa un regalo de Reyes, así que a ver.
Juancha es fácil y a la vez no. Fácil porque cualquier cosa le hace ilusión, difícil porque o no luego no lo usa (bien porque no puede y la tiene que ayudar alguien a ponerse / usar X y ya conocéis la situación, bien porque lo guarda para una ocasión especial; OCASIÓN ESPECIAL CON CASI 100 TACOS DE VIDA, CUÁL, JUANCHA, CUÁL). Este año optaré por ropa, que le hace falta una bufandita o algo cuando va al centro, que dice que coge frío en el cuello y va con un pañuelo del año catapúm. Así que le miraré bufandas y se las daré antes de reyes; pa reyes pues unos guantes o algo del palo y ala. Poco más. Bueno y unas camisetas térmicas, que es la señora del frío. Prima de Elsa no es, os lo aseguro.
Edito mi tocho mensaje pa decir que ojalá haber tenido de madre a
cerocero en mi adolescencia. Yo era una niña muy niña con 10 años aún, así que todavía jugaba con juguetes. Eso sí, juguetes frikis, rollo muñecos de pokémon y demás. Porque una era cría, pero friki de corasón. Y mi madre, a parte de tirarme todos los juguetes cuando ella lo consideró oportuno (sobre los 11 años, creo que fue; no me dio tiempo a elegir a mí cuándo dejar de jugar), en la vida tuvo en cuenta mis gustos a la hora de regalarme. Ni ella ni mi padre. Me hubiesen regalado por Reyes algo friki y lo hubiese flipado lo más grande. Me habría encantado, la verdad. En cambio, optaron por reírse de su primogénita y única hija porque le gustaban "los chinos" y las "cosas de chinos". Mu bien, mu bonito, yo como el norte en JDT: ni olvido ni perdono ni ná.
Me da también ternutira cuando te leo hablar de tus hijas, sobre todo de la friki, lo reconozco, porque aceptáis muy bien sus gustos y no es lo que he visto por norma general. En mi entorno de adolescente eran raro los padres que decían "Oix, tengo una hija enganchá al manga, LO ACEPTARÉ CON ORGULLO". Todo lo contrario, si parecía que nos drogábamos o algo