thu'um que manitas que sois
Pues yo hoy me he tenido que quedar en casa para controlar a los obreros…
Los de la semana pasada unas joyas. Te daban ganas de ponerles un piso. Pero los que vinieron ayer a rematar y enyesar…
Cuando llegamos de trabajar y vimos el panorama llamamos al constructor y le dijimos que no volvieran más. Imaginad el nivel.
Hoy nos ha llamado, y le hemos dicho que vinieran los de ayer, pero yo iba a estar en casa.
Además de hacer las cosas mal, cochinos cochinos cochinos.
Y bueno, hoy han entrado en casa cuatro señores como armarios, que me miraban con susto y como si estuviera loca. Me iban siguiendo y escuchando con cara de miedo.
Yo no sé qué cara pondré, pero anoche miraba los zócalos y me caían lagrimones como puños de la rabia y decepción. Y mi marido hoy no paraba de decirme que no me enfadase. Se ve que si me enfado doy pánico, no sé
Igual me transformo en una arpía histérica o algo por el estilo, no sé. Y lo bueno es que yo nunca grito ni levanto la voz, pero se ve que no me hace falta
Total, que les he hecho arrancar zócalos, volver a ponerlos, volver a picar, volver a enyesar, y cada cosa que van haciendo me llaman para que compruebe si lo veo bien. Es que pusieron piezas montadas unas sobre otras, en vez de poner piezas enteras, pusieron piezas cortadas en mitad de la pared,… una serie de cosas increíbles para personas que se dedican de forma profesional a esto.
Menudo disgusto cogí
Hoy no me tiran ni el agua sucia de las calderetas en casa. Y ayer me enguarraron una escobilla se ve que de darle al material para que el inodoro se lo tragara. Y dentro de wc tenía material seco. Me cogieron mi cubo de fregar y lo usaron de basurero, cenicero,… y hoy mira, hoy están poniendo cartones y plásticos para no manchar, van limpiando, el encargado no para de decirles que limpien y sean aseados, etc.
Y aquí estoy yo, sentada apoyada en el macetero gigante del comedor mirándolos y limpiando lo que puedo.
No veo la hora para que se vayan. No dejo de repetirme que quedará bonito, pero el proceso te hace aborrecer la vida. La propia y la ajena.