Estoy de acuerdo con
Nive en que los primeros meses son un caos y que lo mejor es no pensar en horarios ni relojes, por propia salud mental. De lo contrario, os agobiaréis y frustraréis un montón.
En esos meses, todo debe ser a demanda, es el bebé el que establece los "horarios" y nosotras adaptarnos a ello, en la medida de lo posible.
De ahí que sacar un rato para darte una ducha rápida sea toda una aventura o que estés comiendo a las 4 de la tarde, con el niño al pecho y tu marido cortándote el pan o el filete, porque tú no puedes. O que os vayáis a dormir tardísimo. Luego todo se reajusta.
Cuando ya van siendo algo más mayorcitos y sobre todo coincidiendo con el final de la baja y el comienzo de la AC, es cuando ya podemos empezar a introducir rutinas y horarios, organizar el día, etc. Baño, siestas, hora de dormir por la noche, etc.
Lo cual no significa que, si el bebé duerme mucho y han pasado más de 3-4 horas sin tomar, sobre todo de día, pues sí es recomendable despertarlo. O lo de las siestas. Si ya es muy tarde y ha estado durmiendo 3 horas, sí sería bueno despertarlo, porque si no, por la noche será la fiesta.
Pero de entrada, los primeros 3-4 meses, yo no me volvería loca con los horarios ni con meter una rutina rollo disciplina militar. El bebé manda y lo demás, se hace cuando se puede.
Las apps que ha dicho son muy útiles, sobre todo si dais el pecho, pero yo al final también me agobiaba un poco registrando la hora de última toma, último cambio de pañal, a veces se me olvidaba. Así que lo dejé. Pero vienen bien, sí. Yo es que soy poco constante con esas cosas.
Esta vez no las estoy utilizando para eso, solo para informarme.
En resumen, los primeros meses, sobre todo si sois primerizas (es decir, que no hay otro hijo más mayor y ya con sus rutinas), mi consejo es Be water, my friend. Nada de horarios preestablecidos u os volveréis locas.