A mí me pasa también lo que dice
_Norte_, de sentirme un poco mal por tener mi hija pocos meses y ya pensar en otro hijo. Y ahora que tiene año y medio, sigue dándome penita el hecho de "destronarla".
No sé cómo le sentaría. Es hija, sobrina y nieta única, el centro de todo. Y si llega otro bebé, está claro que esto cambiaría.
Me da miedo y pena que tenga muchos celos, que se sienta desplazada, que piense que ya no la queremos igual, aunque por supuesto, no sería así, pero la percepción que ella pudiera tener, sí... Que a lo mejor me estoy precipitando y estaba encantada de tener una hermanit@. Yo qué sé, eso me frena también.
Pienso que podemos ser muy felices los 3 y que para qué complicarnos más. Que está claro que sería una "complicación", a nivel de logística, organización, conciliación, tema económico también... Mis padres y mis suegros empiezan a estar mayores y otro bebé, yo qué sé...
Pero está ahí esa espinita, a mí me gustaría repetir.
Entonces no sé si realmente es más un deseo mío (a todo esto, mi marido está más por el no que por el sí, de lo contrario, seguramente ya estaríamos en el lío), y si no estaré forzando las cosas.
Y bueno, está el tema de nuestra relación de pareja. No sé cómo nos afectaría la llegada de otro bebé, sobre todo si es muy demandante. Que si mi hija, siendo niña trampa, nos ha cambiado, no quiero pensar un bebé más demandante.
Cuando leo eso de que "el mejor regalo que le puedes hacer a tu hijo es darle un hermano"... No sé, me toca un poco la moral. Creo que no es verdad.
Puede ser un gran regalo o puede ser todo lo contrario.
Y los hijos únicos? Qué pasa, que nuestros padres fueron egoístas por no darnos ese mayor regalo?
No sé, tengo un debate interno con este tema.
Porque repito, que a mí me gustaría que mi hija creciera con un hermano o hermana, algo que yo no tuve. Pero que tampoco me ha supuesto ningún drama.
Y por otro lado, mi marido tiene un hermano con el que mantiene una relación algo distante. Así que tampoco es que sean los hermanos mejor avenidos del mundo. Pero eso sí, él sabe que lo tiene y lo va a tener siempre, sobre todo cuando sus padres estén enfermos, muy mayores, etc.
Yo por ejemplo, estaré completamente sola afrontando esa situación.
Y otra cosa por la que me gustaría que tuviera un hermano es porque con casi toda probabilidad, mi hija no va a tener primos. Si los tuviera, entonces creo que no me importaría tanto que fuera hija única. Pero así, pues sí me da pena que crezca rodeada de adultos y sin niños con los que jugar (más allá de los compañeros y amiguitos de clase).
La verdad es que llevo un cacao mental con este tema que me afecta incluso a nivel anímico.
Porque me debato continuamente entre mis deseos, mis miedos, la situación real... Y no me decido.
Pienso que lo más cómodo y fácil sería quedarnos como estamos. Pero sé que entonces se me va a quedar la espinita de no haberlo intentado.
Me encantaría tener claro que no quiero más hijos, estaría más feliz y disfrutaría más de todo lo que tengo.
Si lo pienso, nos costó bastante conseguir el embarazo de mi niña, y por momentos llegué a pensar que nos quedaríamos sin tener hijos. Y entonces, llegó ella y ha sido lo mejor que nos ha pasado. Así que también pienso que debería estar super feliz y no pensar tanto en lo que pasará mañana.
Siento el tocho.