En Hola viene el posado mítico de la Obregón, en su casa de Mallorca, que el año pasado no lo hizo y lo ponen como que aquello no fue verano ni nada. Habla sobre todo de que Alex ya está curado y cómo lo ha pasado ella, recuerda que estuvo meses sobreviviendo con las cremas y geles del Hotel como ya dijo hace poco y solo con dos vestidos, y que el cumpleaños de Alex el año pasado les coincidió allí y lo celebraron con una tarta y una vela que compró mientras paseaba por Manhattan llorando por dentro, y este año le va a dejar la casa para hacer un fiestón.
Dice que le encanta la niña de Alessandro, que se llama Ginebra pero la llaman "Ina" por su bisabuela. Realmente es que se llama así la niña, "Ginevra Ena", que no Ina aunque se pronuncie así, pero ni Anita ni los del Hola lo deben de saber
Y se muere por ser abuela, aunque ahora no los tienen hasta los 30 está deseando que Alex los tenga cuanto antes.
Yo no pongo en duda que lo haya pasado tan mal, tiene que ser horrible, pero tanto regocijarse en eso y como querer dejar claro que así ha sido poniendo como ejemplo lo del hotel... no sé. Igual quiere quitarse la imagen que tiene de
porque tampoco deja de decir lo mucho que ha cambiado, que le ha costado volver a encontrar a la Ana Obregón de antes. Comenta también que es todo positivismo y cuando estaban en el hospital le bastaban 10 minutos para hablar con otras madres y cambiarles el chip. Cuando ha contado eso me ha parecido un poco egocéntrica.