Subo este artículo que me ha parecido interesante; hemos hablado muchas veces en el foro sobre este tema. Es de Lucía Taboada, una periodista de la SER que me encanta.
No tengo hijos, pero también quiero conciliar
El debate sobre la conciliación laboral en España es como un eclipse parcial de sol. Un fenómeno que se puede ver cada pocos años pero que no puedes mirar directamente porque te daña las retinas. La realidad es ignorada durante temporadas no electorales y vuelve al debate cuando se desempolvan las urnas. Entonces, en boca de políticos aparecen a diestro y siniestro propuestas específicas que se quedan en la nada más absoluta de Carmen Laforet.
Si el debate sobre la conciliación familiar es escaso, el debate sobre la conciliación personal si no tienes hijos es directamente inexistente. Porque, ¿qué pasa si no tienes hijos? ¿Qué pasa si tienes que salir a la hora que marca tu contrato porque tienes un precioso perro que lleva más de nueve horas solo en casa y posiblemente haya hidratado todas tus alfombras? ¿O qué pasa si no tienes ni hijos, ni perro, ni gato, ni plantas interiores, ni siquiera un mísero cactus, pero sí tienes una suscripción al gimnasio que necesitas/ quieres utilizar? ¿Por qué cuándo un jefe reparte vacaciones, horarios, proyectos u/o marrones entiende que los que no tenemos hijos, seres sedantes, disponemos automáticamente de una –posible título de telefilm- FLEXIBILIDAD TOTAL (normalmente sin el pertinente plus salarial que lo acredite, por cierto)?
Vaya por delante que no se trata de enfrentar a compañeros con hijos frente a compañeros sin hijos. Al contrario. En el barco de la no-conciliación estamos todos amontonados en el mismo camarote. Se trata de que cuando se hable de conciliación laboral todos estemos incluidos.
Los padres, como es lógico, reclaman salir a su hora para poder recoger a los niños en el trabajo, en la clase de fútbol, en la clase de pintura, o en la actividad que corresponda a su respectivo churumbel. Los padres, como es lógico, quieren tener semanas de vacaciones en las que sus hijos también lo estén, como en Navidad, Semana Santa, festividades o puentes. Los padres, como es lógico, piden turnos no nocturnos, de fin de semana, o no tener que hacer continuos viajes de trabajo. Todas estas son reclamaciones que todavía quedan muy lejos de hacerse realidad. Porque en España la conciliación laboral de los padres son los padres. Y para conciliar se tiene que seguir recurriendo a un rosario de excusas que pasan por averías domésticas, citas médicas o indisposiciones de todo tipo. Pero ocurre, a su vez, que los que no tenemos hijos también necesitamos pasar tiempo con nuestra familia. O necesitamos pasar tiempo con nosotros mismos, que mira, es una excelente compañía.
De aquí surge también otra derivada muy nociva: la idea, el viejo y manido estigma, de que si eres mujer y no tienes hijos es que has elegido el trabajo sobre ellos. Y por tanto la oficina es tu hogar. Como en el libro de ‘Elige tu propia aventura’:
-Si decides tener hijos siendo trabajadora, pasa a la página número 40. Allí te espera una excedencia.
-Si eres una mujer muy trabajadora y no tienes hijos, pasa a la página número 80. Ambiciosa que eres una ambiciosa.
-Si quieres éxito profesional y personal a la vez cierra el libro. Para ti se ha terminado la partida.
Si las empresas comienzan a crear políticas laborales que traten a todos los trabajadores por igual, sin importar su estado parental, beneficiará a todos. No habrá ascensos laborales asociados al mal común denominador de España: el presentismo. La conciliación no será algo casi exclusiva de ellas. No se entenderá que si eres mujer sin hijos es que has elegido una cosa sobre la otra, que “eres ambiciosa” -como si por tener hijos ya no lo fueses, o como si la ambición por prosperar laboralmente fuese algo negativo-.
La realidad es que nadie debería sentirse amenazado por pedir un equilibrio entre su trabajo y su vida, independientemente de cuántos miembros -humanos, perrunos, gatunos, mamíferos, vertebrados, invertebrados, carnívoros, herbívoros u omnívoros- aparezcan en su libro de familia.
http://www.revistagq.com/noticias/polit ... ijos/28507
Creo que eran [mention]Eponine[/mention] y [mention]Elounda[/mention] las que han comentado alguna vez que en sus trabajos pasa esto.