Re: Cerebritas 2021
Publicado: 01 Ago 2021, 10:48
Os cuento mi verano:
-Deporte: Poco, el que me apetece. Y hasta septiembre no hay gimnasio. Podría entrenar en el del trabajo, pero no me apetece.
-Sueño: Cuando trabajo, genial. Cuando no, desastre, hago muchos planes y se me trastorna todo. El calor no ayuda.
-Social: Muy bien, es buena época del año. Estoy planeando viajes también para cuando tenga la pauta de vacunación completa.
-Retos: Voy a libro ligero por semana. No quiero nada denso de momento.
He cambiado radicalmente mi proyecto de vida. Durante toda la pandemia he ido notando cómo poco a poco cambiaban mis prioridades vitales, intereses y aspiraciones hasta que he llegado a un punto en el que ya no quería nada de lo que quería antaño. Me ha supuesto una ansiedad brutal, no entiendo cómo la gente dice alegremente que coge una mochila y lo deja todo y se pira, yo ni apetito he tenido y eso que no me he ido a ningún lado.
Ahora todo va cogiendo forma y fluyendo pero los puñeteros pensamientos intrusivos me han maltratado mucho.
He conseguido un trabajo fijo que me gusta y en el que puedo crecer y quedarme toda la vida si quiero (empresa grande pero rollo “familiar”) y en lugar de estar tranquila no paraba de pensar todo el rato que he ido a por la opción fácil, que por qué no sigo estudiando con lo que me gusta, que he retrocedido, que en 10 años estaré quemadísima y tendré una crisis vital…prejuicios míos, la verdad. Nada de eso está cancelado para siempre y puedo meterme en ello mañana mismo si así lo siento.
Me hacía de menos a mí misma porque mis ambiciones se habían reducido a otras más humildes (según mi criterio) y eso no podía ser y yo tenía que estar destinada a otras cosas (mucho ego y prejuicios, como siempre).
Mi novio me ha ayudado muchísimo haciendo hincapié en que la vida es el día a día y si ahí no estoy tranquila y feliz, todos los sueños y demás historias no sirven para nada. Y sé que tiene razón y ahora en mi día a día estoy así: serena y disfrutando de cada momento. Pero me ha costado, así que ese ha sido mi mayor reto mental junto con todo lo que implica un trabajo nuevo y diferente a lo mío.
Que encima en nada va a cambiar porque mi jefe tiene planes para mí. Ahí haré más cosas relacionadas con mi campo.
Todo eso lo compagino con ser freelance en mi sector, trabajo con mi novio. La idea de emprender siempre está ahí y tenemos el dinero, pero se enfrenta la estabilidad económica y laboral de ahora con el riesgo de emprender y más en mi sector. Queremos seguir avanzando y captando nuevos clientes y ver qué pasa. Sólo si llego a un punto en el que no tengo tiempo para las dos cosas me lo plantearé en serio. Pre pandemia hubiera ido de cabeza
Y hemos estado mirando casitas en el campo para irnos juntos, que encima me pilla más cerca de donde curro ahora. Él quiere comprar, mi padre que ha trabajado en banca dice que también, pero me resisto. Hemos acordado tomarnos un año o dos de margen pero va en serio la cosa.
Mientras tanto, mi mejor amiga que trabaja en la Comisión Europea me ha enviado una beca para que me vaya yo también a Bruselas, a ver si la miro detenidamente. Cuanto más estable estoy, más cosas me surgen
-Deporte: Poco, el que me apetece. Y hasta septiembre no hay gimnasio. Podría entrenar en el del trabajo, pero no me apetece.
-Sueño: Cuando trabajo, genial. Cuando no, desastre, hago muchos planes y se me trastorna todo. El calor no ayuda.
-Social: Muy bien, es buena época del año. Estoy planeando viajes también para cuando tenga la pauta de vacunación completa.
-Retos: Voy a libro ligero por semana. No quiero nada denso de momento.
He cambiado radicalmente mi proyecto de vida. Durante toda la pandemia he ido notando cómo poco a poco cambiaban mis prioridades vitales, intereses y aspiraciones hasta que he llegado a un punto en el que ya no quería nada de lo que quería antaño. Me ha supuesto una ansiedad brutal, no entiendo cómo la gente dice alegremente que coge una mochila y lo deja todo y se pira, yo ni apetito he tenido y eso que no me he ido a ningún lado.
Ahora todo va cogiendo forma y fluyendo pero los puñeteros pensamientos intrusivos me han maltratado mucho.
He conseguido un trabajo fijo que me gusta y en el que puedo crecer y quedarme toda la vida si quiero (empresa grande pero rollo “familiar”) y en lugar de estar tranquila no paraba de pensar todo el rato que he ido a por la opción fácil, que por qué no sigo estudiando con lo que me gusta, que he retrocedido, que en 10 años estaré quemadísima y tendré una crisis vital…prejuicios míos, la verdad. Nada de eso está cancelado para siempre y puedo meterme en ello mañana mismo si así lo siento.
Me hacía de menos a mí misma porque mis ambiciones se habían reducido a otras más humildes (según mi criterio) y eso no podía ser y yo tenía que estar destinada a otras cosas (mucho ego y prejuicios, como siempre).
Mi novio me ha ayudado muchísimo haciendo hincapié en que la vida es el día a día y si ahí no estoy tranquila y feliz, todos los sueños y demás historias no sirven para nada. Y sé que tiene razón y ahora en mi día a día estoy así: serena y disfrutando de cada momento. Pero me ha costado, así que ese ha sido mi mayor reto mental junto con todo lo que implica un trabajo nuevo y diferente a lo mío.
Que encima en nada va a cambiar porque mi jefe tiene planes para mí. Ahí haré más cosas relacionadas con mi campo.
Todo eso lo compagino con ser freelance en mi sector, trabajo con mi novio. La idea de emprender siempre está ahí y tenemos el dinero, pero se enfrenta la estabilidad económica y laboral de ahora con el riesgo de emprender y más en mi sector. Queremos seguir avanzando y captando nuevos clientes y ver qué pasa. Sólo si llego a un punto en el que no tengo tiempo para las dos cosas me lo plantearé en serio. Pre pandemia hubiera ido de cabeza
Y hemos estado mirando casitas en el campo para irnos juntos, que encima me pilla más cerca de donde curro ahora. Él quiere comprar, mi padre que ha trabajado en banca dice que también, pero me resisto. Hemos acordado tomarnos un año o dos de margen pero va en serio la cosa.
Mientras tanto, mi mejor amiga que trabaja en la Comisión Europea me ha enviado una beca para que me vaya yo también a Bruselas, a ver si la miro detenidamente. Cuanto más estable estoy, más cosas me surgen