PARTE 3: Monográfico rotondas de Cs. La joya de la corona.
Resulta que en esta ciudad la mía, un día en el Ayuntamiento se aburrían y pensaron que lo que realmente hacía falta en Castellón, aquello que todavía no habían intentado y posiblemente sería revolucionario, era hacer una escultura de algo y ponerla a lucir en una rotonda.
Entonces pensaron que un tema que siempre encajaba bien y que ningún ciudadano de aquí podría negarse a pagar con sus impuestos aunque dos tercios de la población estuviera en paro, era hacer un homenaje a las víctimas del terrorismo. Qué buena idea ¿eh? Pues claro que sí, las víctimas se lo merecen todo.
Entonces pensaron ¿y quién podría ser el autor? Porque algo tan serio donde se iba a invertir la pasta, no podía concederse a la ligera. Lo malo de Castellón es que hay algún que otro artista así en minúsculas pero su proyecto necesitaba un ARTISTA. Uno de los que todo el mundo acepta y reconoce. Uno que exportamos a todos los lados. Uno que te va a hacer 3 por 1, que además de esta rotonda luego con el mismo molde te saca tres o cuatro cosas más. Ya sabréis que estamos hablando de nuestro queridísimo Juan Ripollés.
Total que el hombre se puso a pensar. Y luego de pensar se puso a crear (porque no puede dejar de crear, este señor) y finalmente, se puso a construir. Lo que pasa es que no pensó que su obra, que iba a ser algo grande, como todo lo que hace, iba a estar ubicada en una rotondita. Y también pasó que él es un artista, que ya de ingeniería e incluso de las leyes de la física, ya se encargarían otros. Que no lo va a hacer todo él.
Así que tras un tiempo, se inauguró la "Escultura de la Paz", con toda la parafernalia que nos gusta por aquí, invitando a víctimas del terrorismo y lo que haga falta para una rotonda:
Obra recién inaugurada:
Todos ese día se fueron muy satisfechos a casa, a todas luces, la obra era preciosa, inspiradora sin duda. El dinero había estado bien empleado, las rotondas a la hora de captar votos, son fundamentales.
Y pasaron unos cuantos días y se puso a soplar el viento. Sopló mucho. Pero mucho.MUCHÍSIMO.
Y la rotonda amaneció así:
*
Nótese en la imagen la visión comercial del circo Wonderland.
Nuestro particular autor, había querido desafiar las leyes de la aerodinámica pero la naturaleza le había puesto en su sitio.
Pero claro, el alcalde no estaba contento, porque los ciudadanos estaban entre indignados y muertos de la risa pero lo que no estaban es dispuestos a pasar el detallito de la rotonda fallida. Así que le apretaron un poco a Ripollés, tenía que hacer algo con eso Y (detalle importante) a coste 0.
Lo del coste 0 fue, definitivamente un mazazo para el autor. Así que, acongojado, se reunió con su obra, es decir, se plantó en la rotonda y se puso a hablar con ella, en ese diálogo con los elementos que solo pueden tener los artistas y las personas con esquizofrenia paranoide. ¿Y qué pensáis que la estatura derrumbada le dijo? Pues muy bajito le susurró:
déjame así, no me toques más, ¿no ves que estoy hecha una p**a mierda por tu culpa?
Y Ripo, dijo, ¡pues claro! La estatua me ha dicho que no debo tocar nada, la obra se hace a sí misma y
(perorata random de autor que justifica que no va a mover un dedo a coste 0).
Total que el Ayuntamiento tragó con el asunto parcialmente, se ve que ya estaban pensando en la siguiente rotonda que encargarle a Ripollés y no tenían ya tiempo ni ganas que seguir pensando en esta. Así que mandaron a un equipo de logística para que se llevara las piezas que potencialmente podían provocar un accidente de carretera y la cosa se quedó, para cualquiera que la quiera visitar, del siguiente modo:
Encima Ripollés se mosqueó porque el arte no entiende de accidentes en carretera y que hasta dónde íbamos a llegar, que qué era aquello de quitar de en medio parte de su creación.
FIN
PD.
Fotografías tomadas de aquí (donde se puede leer la historia con más datos aún)