Valkin escribió: 12 Feb 2021, 23:12
Tach escribió: 12 Feb 2021, 21:20
@Valkin, no tengo yo nada en común con esa señora, pero sí es una realidad que los datos muestran que la presencia femenina en carreras STEM es mucho más reducida que la de hombres, la invisibilización de mujeres en el terreno científico, por ejemplo, es bastante habitual. Y aquí mismo hemos leído a muchas ingenieras que se mueven en un mundo de hombres
Y claro que no está prohibido que las mujeres lo estudien, pero no se obviar que es una realidad y que hay que dar visibilidad a que también hay mujeres en esos ámbitos
No discuto que sea una realidad, pero si no hay más mujeres que lo estudian será porque no quieren, no les gusta o prefieren otras cosas. No hay más.
Valkin escribió: 12 Feb 2021, 23:55
¿En serio? No sé, yo tengo ya una edad y nadie me dijo que tenía o no que estudiar. Ni a mi ni a nadie de mi alrededor, amigas, hermanas, cuñadas...jamas de los jamases hubo ni insinuaciones ni consejos ni nada parecido. Sí, a mi alrededor hay más abogadas que químicas, biólogas o matemáticas, pero también las hay.
Me alucina que se piense que hay un motivo detrás que no sea lo que te gusta o la vocación que tengas.
Lo de las cocinas me parece una comparación sin sentido ninguno.
El problema es que Irene se queda con un par de datos y no le da para analizar más. Es cierto que no hay impedimentos legales para que que se elija lo que uno quiere hacer.
Pero hay datos que demuestran que los estereotipos de género siguen fomentando que niños o niñas/hombres o mujeres, sigan teniendo tendencia a estudiar aquellos que perpetúan los mismos. Incluso en las carreras más técnicas, se intenta aludir al impacto social que pueden tener éstas para despertar el interés entre las mujeres. No es casualidad. Y nadie niega tu experiencia. Pero la realidad, en números y demostrable, está lejos de la tuya en particular. El llamado “confidence gap” es el que hace que un hombre evalúe su capacidad en matemáticas mayor de la que es, y que una mujer infravalore sus resultados, aunque no haya diferencia objetiva entre ellos. Por mencionar un factor de influencia(si tenemos en cuenta que alguno de los factores que se tienen en cuenta para elegir una carrera universitaria es lo bien que se te da algo y las posibilidades de trabajar de lo tuyo después de eso, tiene un impacto directo en la elección personal).
Irene debería haber mencionado más cosas en mi opinión. Ya no es solamente todos aquellos estereotipos, sesgos y lugar en el que vivimos a la hora de elegir uno u otros estudios. Es que una vez dentro, tampoco se les da a las mujeres la misma valía que a los hombres. A una mujer siempre se le va a exigir más, pero en carreras técnicas, la diferencia es mucho mayor.
En STEM, para que te hagas una idea, una mujer de unos 35 años sigue teniendo responsabilidades un poco por encima a las de cuando se graduó y empezó a trabajar, mientras que los hombres ya tienen puestos de responsabilidad. Mientras ellos hacen el trabajo guay, ellas quedan relegadas a tareas administrativas. Por no hablar de la brecha salarial, que teniendo en cuenta lo que he comentado, puedes deducir que es más acusada que otros ámbitos. Eso por no hablar de la apropiación de los hombres sobre descubrimientos o innovaciones de las mujeres y cómo se han invisibilizado a través de la historia. Y podemos hablar cómo hasta en carreras feminizadas, las autoridades en dichos campos suelen ser casi siempre hombres. Así que en STEM no podemos esperar representación y que una niña piense que va a llegar alto si es lo que quiere. O que va a ganar un Nobel.
Tampoco ha hablado de que aunque estudien, muchas de ellas acaban no dedicándose a ello. Sorpresa: tienen más dificultades para encontrar trabajo de lo suyo. A los hombres no les cuesta tanto. Por fortuna, esto no lo podemos disfrazar de elección personal. La retención de las mujeres en STEM en una empresa, también es menor que la de los hombres.
Esto al final se traduce en que, aunque en los estudios universitarios haya un 30% de mujeres, la mayoría de las empresas no llegan ni siquiera a cumplir cuotas del 25% (con suerte, si es que no son menores) para que la representación entre los trabajadores de asemeje a la de las universidades de los últimos años. Y, por supuesto, en los puestos de dirección tampoco se cumple ese ratio que debería ser un reflejo de los porcentajes reales, y que sin embargo, no tiene nada que ver con elecciones personales sino con el lugar que se da a las mujeres en la sociedad. Que difiere del que nos queremos dar.
——
En un apunte personal, estoy cansada de que se cuestionen estos datos y realidades. He tenido que lidiar día si y día también con ingenieros, técnicos, directores y vicepresidentes que me negaban que en sus equipos las mujeres tenían un trato peor, se les pagaba menos o ascendían menos. Y he tenido que ir con datos de la misma empresa a restregárselos en las narices. Y aún así, me lo seguían cuestionando. Hombres que rechazaban a una mujer por ser inmadura o contratar a un chaval por encima de sus cualificaciones por su gran potencial y ambición. Equipos o departamentos enteros donde los empleados son clones de sí mismos, y las mismas mujeres se preguntan si es que están en un puesto determinado por una dichosa cuota y no por su valía profesional, porque obviamente no es nada sospechoso que el perfil triunfador en la empresa siempre sea uno. Donde se cuestiona la competencia de un equipo directivo de mujeres pero no cuando el mismo lo conforman solo hombres.
Y he tenido que luchar hasta con recursos humanos donde han querido hacer la vista gorda diciendo que no había datos recopilados, cuando sí los había, para no tener que enfrentarse a esta realidad.
Por si os interesa, en UK las empresas están obligadas a aportar datos salariales en función del sexo. En la página de gov.co.uk se pude encontrar pero si a alguien le interesa se lo puedo buscar y pasar. Hay información de multinacionales, no hacen excepciones por lo que me consta.