Hola chicas,
Cuento una anécdota que me pasó ayer y que creo que encaja con el post.
Ayer por la mañana fui a hacer unos recados y, de paso, me di una putivuelta por las tiendas de Amancio y demás
Pues bien, en Stradivarius me probé y caí con un trench que me gustaba pero que: 1) Me quedaba peor que otro que había comprado hace unas semanas; y 2) era muy parecido a una parka estilo trench que tengo. Nada más comprarlo me invadió un sentimiento de culpabilidad e idiotez ("¿por qué estoy haciendo esto?" ). Me intenté justificar diciendo que bueno, que lo que quería era comparar en casa con el que me había comprado hace unas semanas para comprobar que
realmente me quedaba peor y favorecía menos. Pero, a poco que lo pensaba, me daba cuenta de que eso ya lo sabía.
Acabé sentándome en un banco y pensé en lo tonta que me sentiría cuando llegase a casa, me lo volviese a ver y tuviese que pensar en volver a la tienda otro día cargando con él a devolverlo. Total... Que me decidí a devolverlo, a los 10 minutos de haberlo comprado
Me atendió el mismo dependiente y me dio mucha vergüenza. De hecho me dio la impresión de que le pareció raro y que comprobó así como mucho la prenda para ver si no le estaba dando algún tipo de cambiazo o haciendo algo raro.
Pero sabéis qué? Mejor una vez colorada que ciento amarilla
Me volví súper liberada para casa.
Suelo entrar en una dinámica sin fin de compras y devoluciones (y quiero corregirlo) y en esta ocasión me siento orgullosa de mí misma por esta tontería y me apetecía contarlo por aquí.