https://elpais.com/sociedad/2018/12/31/ ... rsoc=TW_CM
El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, reconoce ahora que el Vaticano tenía desde 1943 documentos sobre la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. El religioso fue investigado entre 1956 y 1959. “Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia” , ha dicho al ser entrevistado por la revista católica Vida Nueva. João Braz estuvo en Madrid hace un mes para clausurar la asamblea general de la Confederación Española de Religiosos (Confer). “Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error”, sostiene.
Los Legionarios de Cristo renacen de sus cenizas, con una nueva estructura, después de 12 años de expiación y diez desde la muerte de su fundador, el sacerdote Marcial Maciel, amigo de varios papas y el mayor depredador s*xual en la historia reciente de la Iglesia. Presentado durante años por Juan Pablo II como apóstol de la juventud y mimado por incontables obispos y cardenales, muchos de ellos españoles, Benedicto XVI le conminó en 2006, meses después de la muerte del Pontífice polaco, a retirarse a México el resto de su vida, dedicado “a la penitencia y la oración”. Murió sin pedir perdón dos años más tarde, cuando una comisión de investigación ya había desvelado sin ningún género de dudas sus actividades delictivas y una vida de crápula tolerada por el Vaticano.
Había un antecedente, con el Vaticano en primera línea de la culpa y la penitencia por encubrir una cadena de pedófilos en las Escuelas Pías del aragonés san José de Calasanz, fundador de la Orden de Clérigos Regulares Pobres, conocidos ahora como escolapios. Uno de los pedófilos, el padre Stefano Cherubini, tuvo tanto poder de encubrimiento que llegó a ser superior de la orden, arrinconando al fundador. Los escolapios fueron castigados con la extinción y Calasanz murió a los 91 años en Roma todavía en desgracia. Ocho años después, se rehabilitó la congregación. El escándalo no impidió que Calasanz fuera elevado a los altares. En 1948 fue declarado patrono universal de las Escuelas cristianas por Pío XII.