Re: Feminismo y más
6381Eso me pregunto yo, ¿a todos los que participaron de esta barbarie les van a dejar continuar con su trabajo como si nada? ¿van a seguir tomando este tipo de decisiones sobre otras víctimas? es incomprensible.
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Deberían.metz escribió: 27 Sep 2018, 10:33 La policía también lo consideró leve. A esta gente no se le van a exigir responsabilidades por la muerte de los dos niños y la violencia de género ejercida contra esa mujer?
Masuneo. Todo es leve hasta que pasa, pero total, cómo se van de rositas, pues seguimos enterrando mujeres y niños.metz escribió: 27 Sep 2018, 10:33 La policía también lo consideró leve. A esta gente no se le van a exigir responsabilidades por la muerte de los dos niños y la violencia de género ejercida contra esa mujer?
Prostitución voluntaria
¿Tienen que ver con la realidad los argumentos a favor de la legalización? Se utilizan planteamientos atractivos pero falaces porque se presenta como una opción femenina algo que es un negocio de hombres
"Hay que distinguir entre prostitución voluntaria y forzada”, dicen quienes han defendido estos días la creación de un sindicato de “trabajadoras s***ales”. “Si una mujer se prostituye por decisión propia, ¿cuál es el problema? Está ejerciendo su libertad, laboral —eligiendo un oficio que le da dinero y la empodera— y s*xual. ¿Quiénes somos nosotros para decir a las mujeres lo que deben hacer con su cuerpo? Se debe perseguir la trata, por supuesto; pero tenemos que respetar, legalizar y proteger la prostitución voluntaria”.
La argumentación es impecable. La pregunta es si tiene algo que ver con la realidad. Para empezar: ¿es cierto que hay mujeres que ejercen la prostitución libremente?, y en tal caso, ¿por qué lo hacen?, y ¿las empodera?... No se me ocurre mejor respuesta a estos interrogantes que un libro autobiográfico publicado en francés en 2001: Putain, de Nelly Arcan (hay edición española: p**a, editorial Planeta, 2002). El suyo es un caso ideal, sin nada que enturbie la pureza del experimento: una chica joven, blanca, de clase media, con papeles en regla y sin apuros económicos, habitante de un país moderno e igualitario, Canadá, decide un buen día ofrecer sus servicios a una agencia de prostitutas de lujo. ¿Por qué motivo? Ella misma se lo pregunta, tiempo después, en la consulta de un psicoanalista. Con su estructura de asociaciones libres, su introspección descarnada, su brutal impudor, p**a parece la transcripción del monólogo que su autora debió desarrollar en el diván.
La explicación psicoanalítica del caso particular de Arcan no parece difícil. Es hija de un padre que no se acuesta con su mujer, pero sí con putas, y de una madre que es un cero a la izquierda en la pareja y a la que el desinterés de su marido sume en una depresión tal, que se pasa el día en la cama. Pero no es lo individual lo que nos interesa, sino lo social. Y aquí coinciden perfectamente: son las dos caras de la misma moneda. Lo que Nelly Arcan, según vamos entendiendo, ha percibido es que vive un mundo —del que su familia es solo una versión exagerada— cuyo criterio de valor supremo es el deseo masculino.
Cuando mira a su alrededor, Arcan ve a mujeres cuyo único poder es el que pueden ejercer a través de los hombres, utilizando como moneda de cambio el sexo o los hijos. Mujeres obsesionadas por gustar y aterrorizadas ante la idea de envejecer. Mujeres-muñecas, que pasan “de la cama a la maquilladora al gimnasio a la boutique a la dieta al cirujano al striptease y nuevamente a la cama...”. ¿Dónde lo ve? En todas partes. En los cuentos infantiles, que nos presentan a hombres que hacen cosas por sí mismos y a mujeres que solo valen en la medida en que gustan a los hombres. En los Pitufos: personajes masculinos variados, con personalidad, intereses, iniciativa (el pitufo deportista, el poeta, el gruñón...) y un solo personaje femenino (¿para qué más, si todas las mujeres son iguales?), la Pitufina, con la que Nelly Arcan se compara varias veces, y que no es nada, más que mona. En los libros de Historia, donde de la mitad de la población no se habla, como si no hubiera estado allí o no hubiera hecho nada digno de mención. En la cultura en general, donde las mujeres mayores, sabias, poderosas, o no existen, o son pintadas como odiosas y ridículas. En la p**no. En las revistas de moda. En la sociedad, donde más que las ambiciosas y las trabajadoras, las que triunfan son las sexys... Aunque, por supuesto, el discurso oficial afirma lo contrario. Recuerdo haber leído que Melania Trump visitó una escuela de niñas, ¿y qué les dijo, precisamente ella? Que lo que importa en una mujer es... la inteligencia.
El argumento “distingamos la prostitución voluntaria de la forzada” es atractivo, pero falaz. Se basa en un concepto, el de “consentimiento”, que no toma en cuenta todos esos factores que afectan más a los pobres que a los ricos, a los países periféricos que a los centrales y a las mujeres que a los hombres: falta de recursos, escasez de alternativas, impotencia. Si gran parte de la prostitución es, como ellos dicen, libre, ¿es casualidad que quienes la ejercen sean, en una mayoría abrumadora, mujeres pobres y del Tercer Mundo? Lo que llamamos “consentimiento” ¿es voluntad o, más bien, como apunta (por experiencia propia) Amelia Tiganus, resignación? ¿O es que eso no nos importa?... Es falaz, también, porque apela a la “libertad s*xual” para justificar actos que para las mujeres implicadas no tienen nada que ver con el placer. Engaña al presentar como fruto de una elección de las mujeres lo que es un negocio entre hombres (proxenetas de un lado, puteros de otro) en el que las mujeres son la mercancía. Como ha escrito Françoise Héritier, “decir que las mujeres tienen derecho a venderse es ocultar que los hombres tienen derecho a comprarlas”. Y en lo que a las políticas respecta, diferenciar entre prostitución “buena” (que hay que regular) y “mala” (que la reglamentación haría desaparecer) omite el hecho, sobradamente demostrado, de que legalizar no reduce la trata, no garantiza los derechos de las prostitutas (son poquísimas las que se dan de alta) y empeora su situación: si es legal, todo vale, desde “tarifas planas” de cerveza, salchichas y mujeres ilimitadas, hasta la posibilidad de defecar sobre la prostituta, como se ha visto en Alemania.
“Tú lo has querido, te repiten”, escribe Nelly Arcan, “como si lo que yo quiero no tuviera que ver más que conmigo, como si no fuera precisamente lo que ellos querían”. Ella vive la prostitución como un infierno: aunque entiende por fin que los puteros “no me follan a mí, ni siquiera mi raja, sino su idea de lo que es una mujer”, aunque confiesa su “odio” por los clientes y por sus propios “gestos mecánicos y dolorosos de muñeca despeinada”, sigue necesitando percibirse “excitante” para ellos como única manera de sentirse “poderosa”... en una sociedad basada en la desigualdad entre hombres y mujeres. Pues esa es la clave de bóveda: es eso lo que la prostitución refleja, lo que la explica, lo que tienen en común todas sus modalidades. Por eso era de esperar que un Gobierno como el de Pedro Sánchez que se define como feminista se declarase también abolicionista. El rifirrafe sobre la legalización de un “sindicato de trabajadoras s***ales” es un buen momento para que lo demuestre con hechos.
En cuanto a Nelly Arcan, se ahorcó en su piso de Montreal en septiembre de 2009, a los 36 años.
https://elpais.com/elpais/2018/09/25/op ... ssion=true
Se me saltan las lágrimas, que impotencia, pobre mujerSereny escribió: 27 Sep 2018, 10:31Qué horror.El parricida de Castelló: "Ya te puedes ir despidiendo de las niñas; me voy a cargar lo que más quieres"
La jueza no consideró las amenazas de muerte directas contra las menores cuando rechazó la orden de protección La madre advirtió varias veces que temía por la seguridad de sus hijas por haberle denunciado
«Ya te puedes ir despidiendo de las niñas». «Si es eso lo que quieres, terminarás haciéndole daño a las niñas. ¿Entiendes lo que te digo?». «Tú sabes lo que haces: ya estás sentenciada». «Me voy a cargar lo que más quieres». «Te vas a quedar sola. Yo no te voy a dar ni un puto duro. De aquí yo voy a acabar en la cárcel y todos muertos». Son solo algunas de las amenazas directas que la madre de Nerea y Martina, las dos niñas de 6 y 3 años asesinadas por su padre en la madrugada del martes en Castelló, vertió contra ellas y contra su mujer, y que constan, así de explícitas, en la denuncia que ella, Itziar, formuló contra su entonces ya exmarido ante la Policía Nacional el 24 de febrero de este año.
https://www.levante-emv.com/comunitat-v ... 72991.html
Los últimos estudios apuntan a que las bandas de cazadores-recolectores eran mixtos y que incluoso participaban niños en las tareas de caza de los animales grandes, no es de extrañar esto ya que nuestros abuelos ya participaban en labores del campo siendo niños.cerocero escribió: 24 Sep 2018, 22:41 Si, se tendía a pensar que la base de la dieta era la caza y lo recolectado un complemento y ahora piensan que era al revés seguramente. Y en todo caso también se cazaban animales pequeños. Seguramente los roles no estarían tan divididos como si lo estuvieron más tarde, obvio que los bebés serían cosa de las mujeres por pura biología claro
Peor, te dicen que los desportegidos son ellos porque basta con que denunciemos para mandarlos a la cárcel, que nos creen por el simple hecho de ser mujeres y que en los juzgados de violencia de genero se condena sin pruebas sólo con nuestro tetsimonio...ana_l21 escribió: 27 Sep 2018, 11:30 Luego dices que te sientes desprotegida por leyes y autoridades y te llaman histérica.
Laura Baena, ‘malamadre’
Tengo 36 años. Nací en Málaga y vivo en Madrid. Soy creativa publicitaria. Estoy casada y cansada (pero feliz), y tenemos dos hijas: Julia (6) y Carla (3), ¡dos futuras feministas! ¿ Política? ¡‘Sororidad’! Viene de ‘sor’ (hermana): luchar juntas todas, todos. ¿Dios? ¡Ay, cuántas dudas!
“La ‘malamadre’ es la que lo quiere todo: hijos y trabajo”
VÍCTOR-M. AMELA
25/09/2018
Cuándo quiso ser madre?
Antes de querer ser madre yo quise cambiar el mundo.
¿Cómo?
A los 20 años dejé Málaga para irme a Madrid y lloraba ante mis padres: “¡Tengo que irme, tengo que hacer algo que deje huella!”
Pobres padres, estarían asustados.
“Tú tenías que haber nacido hombre”, me decían: me he acostumbrado a oírlo.
¿Y qué hizo en Madrid?
Creatividad publicitaria: yo creía que desde la publicidad podría mejorar muchas cosas.
¿Y sigue creyéndolo?
No. La industria publicitaria replica patrones. Y no son los mejores posibles...
Se refiera a...
Me quedé embarazada y me insinuaban que “esta empresa no es para mamás y bebés”...
Ya.
Me había creído que el género no determinaba desigualdades ante la ley y el trabajo.
Y eso es falso.
Me vi en mi casa, con mi bebé berreando y el mundo olvidándose de mí. Y entendí: era eso lo que el mundo esperaba de una madre. ¡Eso era ser buena madre! Orillada.
¿Y lo fue?
No me dio la gana: sería una mala madre. ¡Qué defectuosa es esta sociedad! Me propuse esforzarme en cambiarla.
¿Cambiar el mundo, otra vez?
¡Jamás hubiese imaginado que sería la maternidad la ocasión de ver claro!
¿Qué vio claro?
Llegas a la maternidad empujada por el reloj biológico, sintiendo que ya vas tarde... Y el 40% de las mujeres renuncia a la maternidad por salvaguardar su carrera profesional.
¿Qué empezó a hacer para cambiar algunas cosas?
Escribí un blog, Diario de mala madre: explicaba cómo me sentía culpable al alargarse una reunión y mirar el reloj y ver que me retrasaba en recoger a la niña del parvulario...
Eso implica pasar muchos nervios, de eso puedes enfermar...
Sí. O al darle el chupete caído al suelo. O al dejarle el iPad. O al dejarle ver la tele... Lo compartí con otras madres que se sentían igual: así nació el Club de las Malas Madres.
Así de crudo.
¡No estaba sola! Somos muchas, somos 500.000 malamasmadres y simpatizantes, en las redes sociales.
¿Quién es malamadre y quién no?
Malamadre es la que vive su maternidad con libertad y combate para que no la orillen.
Al llegar a la maternidad... ¿qué sucede?
Yo intenté conciliar ser madre y trabajar. Me había creído que eso era posible. Y fue del todo imposible.
¿Por qué?
Todo me obligaba a elegir: o mis hijas o mi trabajo. ¡Qué estafa! ¿Por qué renunciar a nada? Quiero las dos cosas, hijos y trabajo.
Pero... no se puede tener todo.
¡Esta frase me la repiten siempre! ¡Y no la acepto! Una malamadre lucha para que todas las madres sí puedan un día criar a sus hijos y progresar en el trabajo, todo a la vez.
¿Puede esbozarme alguna idea?
Sí. Una ley muy sencilla y revolucionaria: al nacer el hijo, padre y madre gozarán de bajas igualitarias, tendrán ambos las mismas semanas de baja, ¡irrenunciables e intransferibles al otro! Este Gobierno nos escucha...
¿Intransferibles?
Prohibido (por ley) que uno ceda al otro sus semanas, porque acabarían acumuladas por la mujer... y estaríamos igual que antes.
¿Cuántas semanas de baja?
Dieciséis semanas. ¡Una lactancia feliz!
¿Y quién paga tantas semanas?
Un compromiso entre Estado y empresa.
¿Y esto no dañaría nuestra economía?
Menos que los destrozos sociales actuales. ¿Es o no prioridad nuestra pirámide demográfica, el reemplazo poblacional, nuestras pensiones, nuestra igualdad y justicia social? ¿Lo es? ¿Sí? ¡Pues que lo sea de verdad!
Me ha convencido.
Evitaríamos fugas de talentos. Y sueldos brutos anuales descompensados entre mujeres y hombres, ahora tan desiguales.
¿Qué más quiere proponer?
Que la crianza y la educación sean un empeño paritario de la pareja de progenitores.
¿Es así, en su hogar?
Mientras hablo contigo, mi marido está con las niñas. Somos equipo en esto y en todo: detrás de toda malamadre hay un buenpadre. ¡Ayudémosles a salir del armario! Lograremos que ser madre deje de ser un problema: ¡ sororidad!
¿ Sororidad?
De sor (hermana): hermanados todos, mujeres y hombres, en mejorar la paridad, la sociedad.
¿Qué les pide a los políticos?
La ley antedicha, y además incentivos fiscales a las empresas que se comprometan. Y multas a las negligentes.
Pero, a largo plazo, sólo funciona la educación...
Y yo estoy criando a dos futuras feministas. ¡Que la m de madre no aplaste la m de mujer! Y escuchadme bien, madres todas: ¡el reto es criar a varones feministas! Porque el futuro es femenino y feminista.
Madres penalizadas
No damos facilidades para que las madres den el pecho a sus bebés, para que padres y madres cambien pañales, para que la cría de los bebés no penalice la carrera de sus madres, que es penalizar a la sociedad entera... Toda mujer dice “a mí eso no me pasará”, y le pasa: ¡acaba de convertirse en malamadre! Me lo enseña Laura, que más de una vez se encerró con pestillo en un baño, para llorar. Su lucha saca del armario a miles de malasmadres (SoyMalamadre.com), una comunidad emocional interconectada en las redes: @malasmadres, #malasmadres. Hay empresas (como Axa, que la invita a dar una charla en Barcelona) que han incorporado sus propuestas.
No me extraña, vaya chorrada de argumentoraedera escribió: 27 Sep 2018, 12:32Los últimos estudios apuntan a que las bandas de cazadores-recolectores eran mixtos y que incluoso participaban niños en las tareas de caza de los animales grandes, no es de extrañar esto ya que nuestros abuelos ya participaban en labores del campo siendo niños.cerocero escribió: 24 Sep 2018, 22:41 Si, se tendía a pensar que la base de la dieta era la caza y lo recolectado un complemento y ahora piensan que era al revés seguramente. Y en todo caso también se cazaban animales pequeños. Seguramente los roles no estarían tan divididos como si lo estuvieron más tarde, obvio que los bebés serían cosa de las mujeres por pura biología claro
El otro día tuve yo una discusión via IG con una "bloguera de alimentación saludable" sobre este tema. Decía que a las mujeres le gustaban más los carbohidratos porque en el paleolítico eran más recolectoras, y a los hombres más la carne porque eran los que cazaban, las mujeres sólo los animales pequeños...vamos esto no tiene base ninguna, sobre todo porque ninguno estábamos ahí para verlo, pero las pruebas que hay no apuntan a esto, eso es extrapolar la ideología de género actual a entonces. De hecho volviendo al ejemplo de la época de nuestros abuelos, las mujeres en muchas ocasiones, a muy pocos días de dar a luz volvían a las tareas del campo, esto no sería nada extraño en aquélla época donde debían aprovechar ciertas épocas para cazar. Me indigne bastante.
Habrá dormido bien...Y lo hizo argumentando que, a su juicio, la madre «no ha dado una explicación razonable al miedo que dice sentir».
Eso se explicó cuando lo de la chica de navidades, Andrea creo, la de Benidorm.tequila escribió: 27 Sep 2018, 18:01 Una cosa chicas que esto lo he aprendido yo desde que trabajo en Violencia de género, la valoración de riesgo de la policía no la establece la policía, es decir es una especie de encuesta y un programa informático saca automáticamente un nivel de riesgo. No es decisión de ningún policía, va automatizado y he visto salir resultados sorprendentes a veces que no entiendo muy bien qué valora el dichoso programa.... otra cosa es el juez que efectivamente determina las medidas que considera. La valoración de riesgo sirve para saber qué tipo de seguimiento hacer a la mujer (pero sólo si hay condena favorable) y para darle un plan de seguridad personalizado
Era una denuncia falsa, como todas.Mañica escribió: 27 Sep 2018, 14:42 Tela la jueza
Habrá dormido bien...Y lo hizo argumentando que, a su juicio, la madre «no ha dado una explicación razonable al miedo que dice sentir».
y que no sería para tanto cuando vivía en la misma calle que el asesino.Mañica escribió: 27 Sep 2018, 14:42 Tela la jueza
Habrá dormido bien...Y lo hizo argumentando que, a su juicio, la madre «no ha dado una explicación razonable al miedo que dice sentir».
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