mi hijo empezó la guardería en marzo, a mitad del curso anterior, y le costó adaptarse bastante porque no conseguíamos ir más de 4 o 5 días seguidos.
El primer día entró encantado pero a esto que estoy dándole las cosas a la profesora y empezaron la mitad de los peques a llorar y ya empezó a cuestionarse donde se había metido
. Al día siguiente ya no quería ni entrar y berrinche que le duraba 10 minutos porque me mandaban foto en cuanto se le pasaba y se ponía a jugar, lo tenía solo 2 horas y me contaba la profe que a la hora y media o así empezaba a cansarse y cuando lo recogía aparecía llorando. Pues empezaron los virus y no conseguíamos ir 2 semanas seguidas, con lo que cuando parecía que ya se acostumbraba se tiraba 2 o 3 semanas sin ir y vuelta a empezar. A los 3 meses o así, ya con el buen tiempo dejó de ponerse malo, se acostumbró y lo empecé a dejar 3 horas.
Sobretodo mi recomendación, que es la que me dio su profesora, es no alargar la despedida, cuanto más corta y decidida mejor, "besito, mamá se va a hacer X, ahora vuelve, Adiós" y poco más, no intentar convencer ni nada por el estilo porque es tontería, se empieza a hacer la bola más grande y se ponen mucho peor.
Esta semana ha vuelto tras 15 días cerrado y ya cero dramas, está encantado, y yo pensando en dejarlo más horas para tener tiempo para hacer cosas, al planteárselo a su padre me decía que el peque no necesita estar más tiempo y yo "ya sé que él no, la que lo necesita soy yo!"
Estoy temblando a este invierno a ver si no cae mucho malo.
Por si a alguien le sirve, otra niña que va con él lo pasaba fatal, se tiraba la hora que estaba allí llorando y decidieron hacerlo muy poco a poco, empezando dejándola 15 minutos si no recuerdo mal, y fueron alargando el tiempo y al final del curso ya me comentó su madre que estaba a ver si la dejaba 3 horas, este año yo creo que ya no tiene problema ninguno en estar las horas que sea.