[mention]Eleapei[/mention] la fui contando por fascículos en el difunto, qué rabia haberlos perdido
El resumen es que entré a trabajar en una empresa y el tío me fichó pronto. Yo no me enteré de su existencia hasta un día que tuvo que subir a mi departamento a arreglar un problema (y después de eso yo ni me acordaba de su cara
). La cosa debía ser muy notable porque cuando necesitábamos algo técnico mis compañeros siempre decían: que baje tosta, que ella seguro que le hacen caso...
Yo como soy una pava no me cosqué de nada hasta un día que lo pillé mirándome descaradamente y pensé qué míralo que guapeton
. Y ahí empezó un juego de miraditas hasta el día de la comida de Navidad de la empresa que empezamos a hablar, se nos acabó haciendo de noche comiendo pizza y tomando chuches con gintonics
y acabamos en su coche dándonos besitos. Luego en Navidad se me pasó la emoción, luego la recuperé un poquito y el momento drama llegó a finales de enero que decidió dejar la empresa. Ahí empezó mi lloriqueo foril y la horda de foreras que casi me matan cuando dije que no sabía si escribirle.
Al final le escribí (me contestó muy rancio por cierto
), luego él me mandó un artículo que pensó que podía interesarme. De aquella conversación acabamos quedando para comer (donde me planté con las media a rotas
) y ya poco a poco ha ido evolucionando hasta el día de hoy, que me tiene enchochada total