Muchas gracias por vuestros consejos, chicas!!
Tomo nota de todo lo que me habéis dicho y a ver qué tal va la cosa.
Lo de reservar momentos para hablar y, en general, para nosotros solos y sin niños es algo que llevo diciéndole desde el origen de los tiempos, que no encontramos nunca tiempo para nosotros y eso al final pasa factura. El otro día se lo dije ya en serio y lo vi bastante convencido, a ver.
Crisalida, sí, la mayoría de chicas me han aconsejado priorizar la ayuda externa, antes que muebles y decoración. Bueno, deciros que el otro día compramos las lámparas del salón comedor...
Realmente, era algo que teníamos ya claro, y de hecho, habíamos visto varios modelos que nos gustaban, así que el domingo, que aquí estaba todo abierto porque ayer Lunes de Pascua era festivo, fuimos y los compramos. También tenemos claro ya lo del sofá y seguramente esta semana liquidemos ese tema. Decir también que mis suegros nos van a ayudar un poco con el dinero. Yo no veo que sea necesario, pero bueno, no son mis padres, así que no puedo oponerme.
Lo del tema de la ayuda va a costar más, porque realmente él cree que no hace falta. Porque claro, como él también hace bastante en casa... Pues dice: lo hago yo, ya está. Y no, yo prefiero tener ese tiempo para nosotros, para los niños, para hacer cosas que nos gusten, en vez de quitar mierda, sinceramente.
Su argumento es que el hecho de que venga una persona 1 o 2 veces por semana tampoco es la panacea, que no te cambia la vida, que tendríamos que seguir recogiendo y limpiando nosotros, entre medias; que lo único sería tener a una persona todos los días y eso es inviable económicamente. Pero es lo que yo le digo: poca gente (de nuestro nivel socioeconómico) se puede permitir tener a una persona en casa todos los días; pero la gente coge a alguien eso, 1 o 2 veces y claro que se nota. Claro que te quita trabajo, claro que la casa se mantiene más fácilmente. Las que tenéis ayuda en casa, ¿tengo razón o no?
Para mi marido, tener a alguien es un lujo que no es necesario, ya que somos jóvenes y podemos hacerlo.
Creo que el problema radica en parte en que su madre, con 75 años, es la que sigue pegándose la paliza a limpiar una caserón con escaleras, con el que no puede, porque no consiente coger ayuda. Porque dice que no te limpian igual de bien, porque le da miedo que le roben, por mil historias absurdas, y porque ella siempre ha sido muy ama de casa, y es como su "rol": limpiar, lavar, planchar, cocinar... Si ya no lo hace, es como que siente que ya no sirve.
En el fondo es una mujer muy antigua, muy "machista"; y mi suegro ya ni os cuento, porque podría plantarse y decir: Mira, no limpies más tú sola, que venga alguien de confianza (su hermana, que vive enfrente, siendo más joven que mi suegra, tiene a dos mujeres que le van a limpiar; pues coño, pregúntale, son de confianza).
Entonces, según su lógica, si mis suegros, que lo necesitan más que el comer, no cogen ayuda, nosotros menos.
Pero ojo, que mi suegra un día sí que dijo: Por qué no cogéis ayuda externa? *Cri cri cri*...
Mis padres sí que tienen a una mujer que va 1 vez por semana, y claro que va bien.
En fin, yo espero con el tiempo hacerle cambiar de parecer. Hace unos años venía una mujer, pero ya se jubiló y ahora mi marido es como que tampoco se fía de nadie.
Nive, sí, mi marido también decía, cuando iba a nacer el pequeño, que heredaría mucha ropa de su hermana. Y yo... Pues a ver, vestiditos de flores, zapatitos de nena, etc., va a ser que no.
Que en nuestro caso, es que son niña y niño, y encima, nacidos en épocas del año distintas también.
Al final ha podido heredar algunos pijamas, bodies, algunas zapatillas, vaqueros y alguna chaqueta, pero ni de coña todo lo que mi marido en su cabeza se había soñado. Que luego él mismo se daba cuenta de que no, además de que la ropa de bebé se destroza y no vale la pena, para lo que vale las cosas básicas, se compra nueva.
Otra cosa es una chaqueta, unos zapatos más caros, que igual si no están muy hechos polvo, sí se pueden aprovechar.
Luego yo soy de guardar en un par de cajas cositas de ropa de mis hijos, pero de recuerdo. Pues a mi marido le explota la cabeza: que para qué guardo eso, que quién se lo va a poner. Y yo: nadie, es de recuerdo. Y él: De recuerdo, de qué?
En fin, que no lo entiende. A veces es que no podemos ser más opuestos...
MenosEsMas, pues después de aplazar la decisión durante años porque las circunstancias no eran las mejores (creo que fue en la pandemia cuando me lo empecé a plantear seriamente), por fin me decidí el verano pasado a dar el paso y de verdad que no puedo estar más feliz con la decisión.
Tenía mucho miedo de pegarme la h*stia (no es mi primer reciclaje profesional, hace 10 años ya hice otro máster, pero de especialización de lo mío), esta vez era un giro radical de timón, más mayor y con hijos, pero estoy súper motivada y con unas ganas tremendas de acabar el máster (me quedan dos meses escasos) y ver si el año que viene ya puedo trabajar de ello.Mi idea, a medio y largo plazo es opositar. Yo, si de verdad es lo que quieres (es algo muy vocacional, tiene que gustarte, ya lo sabes), te animo de ello. El máster es un coñazo, pero no queda otra que pasar por el aro. Ánimo!