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por Shirley
Reina de Rancia
Desde fuera por suerte o por desgracia se puede ver con más claridad. Un comienzo de relación problemático casi siempre resulta ser un hostión. Un tio -o tía- que retrasa ser novio tuyo, malo malo. Te parecerá muy simple pero es así (y me da apuro haber dicho “casi” porque sé que uno sueña con ser esa excepción pero bueno). Cuando se está metido en una relación descompensanda una misma percibe detalles (miradas, gestos, frases, etc) de una forma idílica y fantasiosa. Que aquello está lleno de momentos especiales y no es tan simple como se ve desde fuera. Tú te agarras a eso para seguir y entonces siguiendo esa línea es tontería pedir opinión porque cómo no te decimos lo que te gustaría leer acudes a lo fácil, que no es tan simple. Supongo que estás tan pillada y tienes tanto miedo que no nos vas a hacer caso y de verdad que te deseo lo mejor, eh? Ojalá seas la excepción pero lo de encontrar lo mejor solo está en tu mano y llevas meses en mano de otro que mira por el mismo mucho más que por ti aunque no lo quieras ver.
Es que pides opinión pero más allá de que te lances ya de una vez y le digas las cosas claras al chico de los agobios, no se te puede aconsejar más porque la otra opción es seguir conformándote con lo que te da (y prefiero no ponerme más cruda). Sea cual sea su respuesta digo yo que lo mejor es lo primero, que te lances con el ultimátum (pero en serio, no de cachondeo) y decidas sobre tu vida, no otro decida por ti.
No le importa vestir con ligueros, llevar la ropa mal combinada y las trenzas tiesas. Y, cuando trata de imitar los estereotipos de feminidad normativa y se maquilla, nos hace ver lo ridículos que son. Pulveriza el machismo con su risa descontrolada.
Ante la duda, ponte las Asics 
