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por nubecilla
Reina de Rancia
Bueno, leída la de junio que creo que me llegó ya en julio
Me encantó, como siempre. Voy a hacer adelanto porque si no digo 3 cosas, reviento
Sale una piba de aquí, reconozco todos los sitios donde posa, incluso el campo de golf, que se ha sacado la foto justo donde no hay césped, pues lo que mejor me conozco porque estuve días JUSTO ahí apostada para ver un pájaro raro.
Los sitios que recomienda de la isla, están genial. Como ella apunta maneras de pija, le he preguntado a mi círculo ricachón de la isla si la conocen, pero resulta que no. Yo esperaba algún salseo. Me falta tantear al ricachón máximo que apunta maneras para salir él en un número.
La chica en cuestión se volvió de Madrid, abrió un hotelito y, vaya mala suerte, vino la pandemia. Y entonces, pues montó una marca de ropa slowy. Seguro que se lo pagó todo con sus ahorros.
Voy a parar de citar las profesiones ridículas porque en este número hay un triplete de los de portfolio en instagram que es: ilustradora, paisajista y decoradora. Un hurra por la gente con dinero que se puede permitir convertir el tener buen gusto (o gusto a secas) en una profesión.
La hermana de esta chica, que es la verdadera prota del artículo, también es artista, como su madre. Yo pensaba que me estaba fallando mi escáner de talento porque me gustó mucho uno de los cuadros que sacan, pero resulta que era de la madre.
Isabel Jiménez, la chica invisible. La habré visto 1000 veces en el informativo y ni había caído que era la socia de la Carbonero. Pues esa diría que ha comprado toda la deco de la casa en el Muy Mucho.
Un pazdescanse por todos los que están decorando su casa estilo minimalismo rústico, en tres años se va a ver igual de actual que el wengué.
Un amigo vino a verme hace dos meses se empapó todos los números y dice que es todo mentira y aspiracional, pero le encantó la revista igual.
Y bueno, que sale un especial sillones pavo real/Emmanuelle/trono polinesio. Quienes hayan leído el dilo deco sabrán que soy una visionaria.