La sentencia contiene un voto particular de una de las magistrada de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias solicitando la absolución del procesado

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a seis años de prisión a un hombre guineano de 23 años acusado de abusar sexualmente de una joven de 18 años en un piso de acogida del barrio de El Quirinal en Avilés. Los magistrados le imponen además el pago de una indemnización de 6.000 euros a la víctima, así como la prohibición de acercarse a ella durante siete años.

Lo que hace la sentencia es demostrar que todos los prejuicios y estereotipos de género que se dan en violencia s*xual se reproducen en el sistema judicial. Esto quiere decir que hay una ideología detrás, una estructura, el sistema patriarcal, que se cuela en todos los espacios de socialización, incluso en aquellos en los que nos creemos que no existe ideología. Pensamos que las leyes y las normas son neutrales. Y al final, en quienes más repercute esto es principalmente en las mujeres, pero no solo en las víctimas, sino que tiene efectos para todas, también para las que no han sido agredidas.

Las agresiones s***ales con penetración aumentaron en España un 28,4 % durante el primer trimestre de 2018, un período en el que subieron un 13,8 % los delitos contra la libertad s*xual.

Así se refleja en el balance de criminalidad hecho público este miércoles por el Ministerio del Interior, que recoge que el total de infracciones penales subió un 1,6 % en este trimestre con respecto al mismo período de 2017. En total en el primer trimestre del año, los delitos contra la libertad s*xual ascendieron a 3.025, de los que 371 fueron agresiones con penetración, es decir cuatro denuncias de viola***n diarias.

Sys escribió: 11 May 2018, 16:56 Mujer qué preguntas haces si todas son denuncias falsas excepto las que hacen los moros, esas pueden ser de verdad...

morla escribió: 11 May 2018, 18:28
No hay cárcel para tanto vi0lad*r, así os lo digo.

Lo que sigue es difícil de digerir en una sola lectura: una adolescente de 19 años fue sentenciada a muerte este jueves por una corte sudanesa acusada de asesinar a puñaladas a su esposo, con el que había sido forzada a casarse, mientras este intentaba violarla por segunda vez.

La primera, había sido en compañía de otros familiares de su marido.

"Acosadas, insultadas y violadas, eso es cotidiano para miles de mujeres que trabajan en los campos de tomates y fresas de España"... Así se inicia el reportaje que la revista alemana Correctiv ha realizado en los campos de fresa de Huelva y en el que describe un auténtico infierno para las trabajadoras del campo onubense procedentes de Marruecos.

La investigación, que ha sido llevada a cabo junto a RTL Nachtjournal y BuzzFeed News, ha sido publicada con fecha del 30 de abril del presente año en su página web y se centra en la historia personal de Kalima una trabajadora de la fresa en Palos de la Frontera que asegura a esta revista que "la vida allí es un infierno: no hay cocina, ducha solo una vez a la semana, una habitación para seis mujeres para dormir. Y luego está su supervisor, Abdelrahman, un hombre de Marruecos. Él viene por la tarde, tiene los números de teléfono de todas las mujeres y las obliga a tener relaciones s***ales con él, todas las noches con una mujer diferente".

En los tres primeros meses de 2018 se produjeron 371 «agresiones s***ales con penetración», o lo que es lo mismo, una cada 5 horas y 49 minutos.

«Todos los años se incrementa el dato, hay varias razones, entre ellas que ahora se denuncia más, se está haciendo que este tipo de delito salga de lo privado», afirma Sonia Lamas Millán, psicóloga de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (C.A.V.A.S). «Pero aparte de que haya más denuncias, también se está produciendo un incremento en el número de violaciones, hay mujeres que incluso puede que no denuncien pero sí vienen a la asociación a pedirnos ayuda».

Pese a que las advertencias que se hace a las mujeres desde muy jóvenes van enfocadas a alejarse de los extraños, lo cierto es que, según los expertos, las violaciones se producen por parte del entorno más cercano. «Aunque siempre nos dicen que prestemos atención a los desconocidos, resulta que el agresor lo tienes en casa, o bien es tu pareja, expareja, familiar, amigo…», señala la psicóloga. «En un porcentaje que sobrepasa al 80% es alguien de su entorno el que efectúa la agresión».

Entonces, ¿por qué está tan asentada esa percepción? «Se denuncian mucho más las agresiones de un desconocido, por asalto, que las de nuestro entorno. Cuando se sufre una viola***n, nos asalta la vergüenza, es de los pocos delitos de los que la mujer se siente culpable».

Cuando un tiburón se encuentra con la aleta dorsal hacia abajo, sufre lo que se llama inmovilidad tónica. La vulnerabilidad y la amenaza es tal, que en su cerebro domina el circuito del miedo. Los psicólogos empezaron a identificar esta conducta fuera del fondo marino en dos escenarios: los conflictos armados y las agresiones s***ales. En las segundas se bautizó como "parálisis inducida por viola***n" y, aunque afecta a un alto porcentaje de víctimas, el sistema suele confundirlo con sexo consentido.

En Estados Unidos hay numerosos casos de viola***n resueltos como el del comienzo, pero son incluso más los que acumulan polvo en comisarias y edificios abandonados. Precisamente en uno de esos comienza Soy una prueba, el impactante documental de HBO que pone contra el paredón al servicio sanitario, a los cuerpos de seguridad y al sistema judicial del país.

El título hace referencia a las muestras que toman los sanitarios de las víctimas que se animan a denunciar. Saliva, sangre, vello púbico, fluido vaginal y fotografías. Todo esto se introduce en una anodina caja de cartón, que allí se conoce como rape kit (kit de viola***n), y se envía a un laboratorio para que contrasten la información con la de otras agresiones denunciadas. ¿El problema? La segunda mitad del proceso simplemente no ocurre.

Se calcula que hay 400.000 rape kits sin analizar en todo el país formando columnas de impunidad.

Hay una creciente misoginia inherente a las actitudes de los hombres jóvenes hacia las mujeres, como lo destaca el reciente caso en el que cuatro jóvenes fueron absueltos de viola***n en Belfast. Algunos lo llaman 'cultura de viola***n'. Y si los acusados son absueltos o condenados, parece que son las mujeres, en lugar de los hombres, los que están en juicio.

He estado escribiendo acerca de que los hombres se salgan con la suya y de que las mujeres sean culpadas de agresión s*xual durante las últimas tres décadas. Cuando comencé a hacer campaña sobre este tema, a principios de la década de 1980, honestamente no imaginé que, 2018, las cosas hubieran empeorado de muchas maneras.

¿Qué tiene el sistema de justicia penal que signifique que muchos de los hombres que realmente han cometido delitos s***ales se salgan sistemáticamente y se supone que las mujeres han mentido? ¿Por qué nada ha cambiado a pesar de décadas de campañas feministas? sobrevivientes hablando; y las leyes están cambiando?

Según el jefe saliente de la Fiscalía General de la Corona (CPS, por sus siglas en inglés), Alison Saunders, el sistema está experimentando un cambio de imagen, y se está prestando más atención a las pruebas que se revelan a los acusados. Pero el sistema ya tiene en cuenta los derechos de los acusados, con razón, por supuesto, debido a la mitología perjudicial que rodea el crimen, es decir, que las mujeres "lo están inventando". Esa cultura distorsionada de incredulidad es frecuente a pesar de que toda la investigación muestra que las acusaciones falsas son extremadamente raras.

Lo cual no quiere decir que no lo hagan nunca. Jemma Beale estuvo encarcelada durante 10 años por pervertir el curso de la justicia, luego de que el jurado decidiera que había mentido acerca de ser violada. Ella pagó un precio serio: su sentencia fue más larga que la otorgada a la gran mayoría de los violadores. Y la indignación por su crimen fue grande, excediendo por mucho la ira por la baja tasa de condenas. Sin embargo, en los últimos años, la tasa de desgaste en Inglaterra y Gales (el número de violaciones reportadas que terminan en una condena por viola***n) se ha mantenido alrededor del 6%. A menos que piense que el 94% de las mujeres denuncian que la viola***n es mentira, debemos levantarnos en armas.

Pero eso no es lo peor. El Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) y las Inspecciones del Ministerio del Interior estiman que de las 50,000 violaciones que se cree que ocurren cada año, entre el 75% y el 95% nunca se informan. Y casi un tercio de los casos denunciados por la policía como "sin delito" deberían haber sido investigados adecuadamente como viola***n. Esto significa que hay más mujeres en prisión que han sido violadas que violadores convictos.

Si un hombre comete una viola***n, tiene, en promedio, menos del 1% de probabilidades de ser condenado. Aquellos con más probabilidad de resultar en una condena son violaciones por parte de extraños; de hecho, la gran mayoría de las violaciones son cometidas por hombres conocidos por la víctima.

A principios de la década de 2000, asistí a varios juicios por viola***n como parte de un equipo de investigación que examinaba si se estaban implementando cambios recientes en la legislación, que supuestamente restringían la admisión de la llamada historia s*xual previa de la demandante. Cada uno de los juicios, la mayoría de los cuales terminó en absolución, incluía algún tipo de insulto contra la demandante. Si las solicitudes para admitir evidencia de antecedentes s***ales anteriores fueron hechas por el abogado defensor, el juez inevitablemente las permitió.

La legislación fue extremadamente ineficaz, pero incluso después de que se publicó nuestro informe, el Ministerio del Interior no hizo nada para corregirlo. De hecho, algunos años después, el futbolista Ched Evans apeló contra su convicción de viola***n, y la joven que había alegado viola***n fue llevada a través de la prueba más vergonzosa, con su vida s*xual descrita con detalles espeluznantes.

Incluso cuando los hombres son condenados por viola***n, a menudo sus condenas a menudo son irrisorias. En 2010, Izzy Akinade formó parte de un grupo que violaba en grupo y agredía sexualmente a una joven de 14 años en zonas boscosas de la República de Irlanda. Akinade, de 16 años en ese momento, se declaró culpable de agresión s*xual. El juez le dio una sentencia condicional de dos años, diciendo que la condena solo era un castigo suficiente, y que haría imposible las oportunidades de empleo para el joven.

Lo opuesto sucedió. Inmediatamente después de su condena, Akinade fue reclutado por Bohemios, y el año pasado fue contratado para Waterford Football Club. Cuando regresó al campo, Akinade recibió una gran ovación y desde entonces ganó un trofeo de "Hombre del partido". El hecho de que se lo considere un modelo y un héroe para los fanáticos del fútbol juvenil nos dice alto y claro que el estigma de la viola***n sigue estando firmemente en las víctimas.

Las mujeres sabemos cuán peligrosos son los violadores, pero siempre hay quienes están preparados para dejarse llevar por su mierda. El vi0lad*r del taxi negro Worboys fue considerado seguro para ser liberado por la Junta de Libertad Condicional a principios de este año, a pesar de que más de 100 mujeres se presentaron para decir que las había drogado y vi0la*o. Dos de sus víctimas pasaron por la dura prueba de desafiar la decisión de la junta y ganaron. Al menos un hombre peligroso está encerrado en este momento.

Pero, ¿cuántos no? No es hora de que seamos honestos acerca de cuántos violadores se salgan con la suya y cuántas mujeres quedan para enfrentarlo, y dejemos de pretender que haremos algo al respecto. Bien podríamos despenalizarlo.

Sys escribió: 24 May 2018, 20:13 Son terribles esas cifras Astrid..