Miika escribió: 01 Jun 2022, 14:18
Mi pareja y yo funcionamos ahora tal cual dice @Rania . De hecho, lo hacemos así desde mi reinserción en la sociedad como novia siamesa.
Hola, me llamo Miika y vengo a contaros mi triste historia.
@electra , te voy a meter un historión que te vas a cagar y me vas a odiar, de aquí voy directa a tu lista de ignorados, pero bueno
Es que entonces no se entiende mi historia de reinserción social, jo.
Llevo con mi novio muy muchos bastantes años. Empecé con él siendo muy joven. Antes de él, había salido con dos chicos con los que duré X meses y bueno, no conocí ni a sus padres de manera formal. Era todo relajado y distendido. Mi novio, en cambio, era más "familiar". Lo pongo entre comillas porque su familia es la familia monster y aunque tienen apego los unos con los otros, las dinámicas son algo tóxicas. Él lo sabía, ahora lo sabe mucho más y yo siempre lo supe porque soy listísima
. Total, que quedaban como tropecientas veces al año para celebrar que si santos, cumpleaños, cuando el tío Miguel se cayó por la acequia y sobrevivió... Mira, de verdad, una locura. Yo no había visto eso en mi vida y eso que mi familia (también tipo monster) tuvo una época de hacer quedadas familiares de tanto en tanto.
Es que era dantesco. Ni un fin de semana sin hacer algo. Qué plastas. Y se juntaban ciento y la madre, pfffff. A parte, teníamos... El Pueblo. Chan chan channnnn. Todos los domingos se veían en el pueblo, en casa del familiar X, para hacer una comida + café + paseo + ver la vida pasar + ver la tele + cenar... y al final, entre pitos y flautas, se iban de allí a las tantas de la noche. En puentes y algunas vacaciones (como semana santa) esos domingos se convertían en las vacaciones oficiales. Era ir a pasar allí día tras día. Es un pueblo feísimo y pequeño, no tiene nada, así que es aburridísimo. Y además tiene unas fiestas de estas de coches de choque y pinchitos que mi suegra adora. Por lo que cuando tocan fiestas, como encima coinciden con X festivos, tocaba ir al pueblo de dios otra vez.
Total, a lo que voy. Yo era una chiquilla insegura, que no quería tampoco hacer sentir mal a mi pareja ni a su familia, porque jo, pobresitos. Así que iba a TODAS las reuniones familiares, al pueblo, a las fiestas del pueblo, a TODO. Y me moría. Me moría porque yo, como tú, soy más bien tranquilona y, para más inri, no soy muy familiar. Y si no soy familiar con la gente que tiene mi sangre, imagínate con el tío Miguel, que me importa una mierda si se cayó o no a la acequia, coño. O con el tío Antonio. Pos me da iwá.
Tal y como te están comentando otras foreras, como empecé a ir a todo, pese a mi falta de ganas y de ilusión, al final se convirtió en "tradición" y en "costumbre". Es cierto que establecer después límites me costó bastante porque si invitaban a mi novio, se consideraba que yo iba detrás, sí o sí.
Lo mejor es que yo no aportaba (ni aporto
) gran cosa, porque no suelo hablar mucho con ellos. Con los amigos que él tenía (ya no) en el pueblo pues pichí pichá, pero es que con su familia meh. Supongo que es lo que te pasa con sus amigos, que sí, que los ves un rato y bueno, pero más de ese rato es como tierra trágame porque no tenéis nada que ver.
Yo terminé reinsertándome como persona autónoma y con independencia cuando noté que ir a tanto evento no me hacía feliz. Me quitaba ratos de estar cómoda donde me saliera del higo (como si era en mi casa tocándomelo a dos manos), me quitaba libertad y me restaba autonomía porque otros decidían por mí los planes. Por ejemplo, un finde pensaba ir con mis amigas a X. Pues ya no, pooooorqueeeee es el saaaaantoooo de un primoooooo lejanoooooo.
Te juro que me causaba un estrés... Anticipaba ya los fines de semana (y los domingos y las fechas más señaladas, como cumpleaños, o los puentes) y me estresaba. Me ponía de mal humor. Dirás "¿Lo sabía tu novio?". Mi novio sabía la versión edulcorada, que era que me aburría pero yatta jeje jijij ijojo, porque yo le decía que bueno, no era la ilusión que guiaba mi vida, pero que quería estar con él y dormir con él y blablabla. Vamos, que encontraba una justificación a estar luego un día, tres días, una semana... muriéndome del asco. Porque ahora lo pienso y sé que dormir un ratito apoyada a mi novio, en realidad no merecía el coñazo de estar en un sitio donde me aburría y donde no estaba cómoda. Es que pa quéeeee, ahora dormimos juntos todos los días y a veces pagaría por tener la cama para mí sola
Así que poquito a poco fui espaciando las veces que iba y los eventos y similares a los que asistía. Mi novio a veces se enfurruñaba, pero en el fondo entendía que yo no podía ir pegada a su culo siempre. Y como tengo una verborrea que lo flipas (mira este mensaje
) pos hombre, me podía debatir poquito. A día de hoy, voy como mucho al cumpleaños de mi suegra, que es una señora pesadísima, y a eventos donde se apechuga sí o sí porque son cosas serias, como funerales o bodas, comuniones o bautizos (y según qué BBC, porque a una comunión no fui jajaja).
¿Costó? Sí. ¿La familia de mi pareja, pese a que yo hacía el esplendoroso papel de maceta estando con ellos, se mostró molesta? Más o menos. No molesta como tal, pero sí preguntona y bastante insistente. Sin embargo, con el tiempo, igual que el que fuera a todas partes se volvió un hábito, también se volvió el que yo no fuera y que sólo asistiera mi pareja. A día de hoy, él me acompaña cuando realmente quiere y yo hago lo mismo.
También me ha servido mucho para esto el ver a mi abuela, que siempre ha sido una señora muy cumplidora con todo dios y ahora, que no puede casi moverse y tiene 95 años, me dice que ojalá hubiese vivido un poquito más pensando en sí misma y en cumplir para consigo misma y no en los demás.
No quiero sonar dramática, que es una semana de tus 3 meses de vacaciones. Sin embargo, si al final vas para estar aburrida e incluso para tener que estar muchos ratos a tu bola... Pues mira, en el término medio está la virtud. Vas dos, tres días... y el resto, lo aprovechas. Creo que ha sido Nive quien te ha dicho lo de las amigas y es muy, muy cierto. Yo ahora con 30 prácticamente no veo a mis amigas porque tienen su vida hecha y es muy difícil coincidir y no sabes lo que echo de menos no haber exprimido más esa época de salidas y de juergas entre nosotras. Porque eso no vuelve y si lo hace, no es de la misma manera. En cambio, el salir con tu pareja está ahí siempre y los planes no suelen variar mucho.
Lamento el tochón