Dilema del primer mundo inside:
Estamos organizándonos las vacaciones mi novio y yo y sí o sí iremos una semana, la semana de fiestas, a su pueblo. El año pasado ya fuimos y yo me lo pasé regular, porque ahí todo se resumía en socializar con gente 0 afín a mí, beber y poco más. Yo no soy nada de fiesta ni de todo lo que conlleva, además soy tímida e introvertida, así que me sentía super incómoda muchas veces. De hecho por este motivo tuve algunas discusiones con mi pareja.
Este año iré porque sé que a él le hace ilusión, pero la verdad es que mis ganas brillan por su ausencia. Además el año pasado no hubo fiestas como tal por el covid, solo alguna discomóvil “clandestina”. Este año ya serán fiestas a full con todo el pack de socializar, beber hasta el agua de los floreros, ir de aquí para allá todo el día con gente que ni conozco… ¿Soy un horror de persona si me da toda la pereza del mundo ir? Es que no sé, yo evito a toda costa esos entornos (no por nada, simplemente no me siento cómoda en ellos) y será como hacer una inmersión en un mundo completamente opuesto al mío. Me repito a mí misma que no tengo que ser exagerada, que solo será una semana blabla pero no sé, me da un poco de apuro.
Mi novio está al tanto de mis inquietudes y ya me ha dicho que no me preocupe, que me dejará unas llaves para que cuando esté cansada vuelva a dormir o a descansar. No me puedo quejar, soy consciente.
Mi sueño sería tener un novio sin pueblo, o que no sintiera un arraigo tan profundo a él
(de verdad, me siento fatal diciendo esto xd) No sé, puedo llegar a entender el sentirte parte de tu pueblo y tenerle un apego especial, por haber pasado los veranos de tu infancia ahí, haber vivido muy buenas fiestas y tener vínculos afectivos especiales. Pero al mismo tiempo me cuesta, porque es algo que nunca me ha pasado. Yo tengo pueblo pero nunca he hecho muchas amistades, ni salido de fiesta ni hecho locuras de adolescente. En mi pueblo estaba básicamente con mi familia y mis planes eran ir a la playa/piscina y estar con la familia. Fin.