¿Cómo es posible que tenga TAN mala suerte con los pedidos?
Da igual la web, tienda, marca o empresa de mensajería, me ocurre con todas. Llevo cinco seguiditos que salen mal (acumulados, unos cuatro mil), con las consecuentes frustraciones, enfado y molestias, porque encima tengo que gastar yo en imprimir etiquetas, ¡la cagan ellos y tengo que molestarme en apañar el retorno yo!
Y qué manía de creer que todo el mundo tiene impresora, ¡BASTA DE IMPRIMIR COSAS! Para que luego peguen otra etiqueta encima de lo que has tenido que imprimir tú. Estamos en el siglo XXI, dadme códigos y cosas escaneables, virtuales y futuristas, copón. Para eso prefiero escribir yo la dirección en los paquetes,
à l'antique.
Qué desesperación. Soy la reina del FAIL supremo. Se acabó, es un estrés innecesario; no pido nada más hasta que no NECESITE REALMENTE algo, que al menos me compense el riesgo a llevarme otro disgusto.