28
por Isobel
Intralerda
Yo puedo hablar de mi experiencia como niña que fui criada en dos idiomas diferentes y como madre también de una hija bilingüe.
Lo que es fundamental es lo que ya se ha dicho, aplicar la regla OPOL (one parent, one language), es decir, que cada progenitor le hable a la criatura, siempre, en todo momento y en cualquiern circunstancia, en su propio idioma. Pero eso sí, para que exista un bilungüismo perfecto, tendrían que darse una serie de circusntancias que no son la norma, por ejemplo una educación estrictamente bilingüe. No es lo mismo parender las dos lenguas de una comunidad autónoma con dos idiomas oficiales, donde por ejemplo en casa te hablan en un idioma, y en el colegio en otro, pero fuera de eso vas a tener influencia igualmente de los dos idiomas (la televisión, los amigos, etc). A que uno de los idiomas esté en "desventaja" porque sólo te va a llegar a través de tu madre, por ejemplo, pero te vas a criar y educar en otro idioma.
En este caso supone un esfuerzo muy grande para el padre que le toca "defender" ese idioma, porque el niño lo entenderá perfectamente, y al principio, sino va a guardería o colegio y sea la madre con la que pasa más tiempo, será su idioma preferente, pero una vez empiece a socializar y a pasar más tiempo usando el otro idioma, cuando se escolarice, por ejemplo, éste pasará a ser el dominante, y es bastante probable que aunque te entienda perfectamente no quiera contestarte en tu idioma, o cuando haya más hermanos lo conviertan en su idioma de referencia para comunicarse.
Depués otro tema es que hablar/entender no implica que sepas leerlo/escribirlo, y ahí entra de nuevo otro esfuerzo; y supongo que también las capacidades de cada niño, que no serán iguales. Muchas veces entre hermanos se nota la diferencia de soltura en de un idioma a otro por diversas causas.
Es maravilloso poder ser bilingüe, además de que estoy firmemente convencida de que te facilita el aprendizaje de nuevos idiomas en el futuro, pero normalmente no suele ser un proceso tan "natural" e instintivo que muchos venden (dependiendo de las circusntancias, obviamente) y suele suponer un esfuerzo bastante grande. Al margen de que los idiomas se "olvidan", aunque expongas a un bebé a cuatro idiomas, si en su día a día esa exposión no se va a mantener, acabarán olvidándolos.