Aquí vamos por el tercer cierre en hostelería, no tan estricto como el de la segunda ola porque en la segunda ola no dejaban ni interiores ni terrazas, y tampoco se podía pedir en el local aunque te lo llevaras, tenías que hacer el pedido por teléfono aunque estuvieras en la puerta del local, y atender teníamos que atender también en la puerta, que no veas lo agotador que era tanto paseito
y ahora sí que interiores nada de nada, pero en terrazas sí que dejan, y los clientes también pueden pedir en el local, pero esperan fuera a su pedido y nosotros se lo sacamos. En principio han dicho que estaremos así dos semanas, pero ayer lo hablé con mi jefe y ninguno pensamos que vamos a estar dos semanas así, pensamos que al menos un mes. En la segunda ola el cierre sí se notó, pero claro, hubo más medidas, cada una influiría, no se puede achacar todo al cierre de la hostelería porque realmente tampoco hay manera de comprobarlo, si solo pones esa medida y bajan vale, pero si hay más medidas nuevas pues vete tu a saber cuál es la que más incide y demás.
Yo he ido muy poco a interiores de bares. De hecho es que desde verano he ido a tomar algo 5 veces contadas, y siempre me he puesto en terraza. Sólo he ido a interiores una vez, hace un par de semanas que quedamos con mi padre porque está pendiente de operar de un tumor y quería vernos antes de la operación (además que ahora no podríamos ir al hospital aunque quisiéramos). Yo no me sentí insegura. Estuvimos 5 personas, él, su pareja, mi hermana y su pareja y yo, la pareja de mi hermana se sentó en la mesa más cercana porque sólo se podían 4 por mesa. Estuvimos en una zona más apartada donde solo estábamos nosotros, y los 5 cumplimos con lo de solo apartarse la mascarilla para dar un sorbo o pegar un mordisco, el resto del tiempo siempre con la mascarilla puesta.
Para mi uno de los principales problemas de la hostelería es eso, que muy muy poca gente cumple lo de quitarse la mascarilla solo para comer o beber, la mayoría es sentarse en la mesa y ale, mascarilla fuera. Yo tenía que ir detrás de todo el mundo para decirles que se la pusieran hasta que empezaran a consumir. Pero llega un momento que ya estas harto, porque las normas se saben, lo han repetido por activa y por pasiva que hay que hacerlo así, pero a la gente se la suda. Para mi el gran problema de la hostelería no son los pocos hosteleros que no cumplen, son los muchos clientes que no siguen las normas, yo ya conté por aquí situaciones que me he encontrado, tema mascarillas, gente que aunque les dijeras que solo 4 por mesa y no se podían juntar mesas a la que te dabas la vuelta se ponían 5 en una mesa o se ponían a juntar mesas, gente que me cerraba la puerta del local sin preguntar porque tenían frío, cuando yo la tenía abierta para que ventilara, etc, etc, etc. Y mira, a mi no me pagan para hacer de poli, yo hago lo posible porque se respeten todas las medidas orque quiero que donde trabajo sea lo más seguro posible, ya no por los clientes si no para mi, y porque estoy hasta el coño de esta incertidumbre de ahora abiertos, ahora cerrados, ahora no se qué y ahora no se cuántos, pero es agotador. Luego me hierve la sangre cuando la culpa nos la echan a los hosteleros, que sí, que hay quien lo hace mal, pero también la mayoría lo intentamos hacer bien, pero son los clientes los que se pasan las normas por el arco del triunfo, pero oye, de los clientes no veo críticas, todas las críticas van hacia los hosteleros, y joder, eso quema mucho mentalmente, que estés intentando hacer todo bien y que te den de h*stias por un lado y por el otro es desesperante.