Mi adorado gato Rocco, con sus 18 años y 7 meses, ayer se nos fue. En casa, entre sus mantas y cojines entró en un sueño dulce y se marchó. Ha sido tan listo que quiso pasar las últimas navidades con nosotros ( y las pasó muy bien comiendo lo que más le chiflaba, los langostinos), un año 2020 duro de pandemia para tantas personas y un temporal de nieve y hielo. Ayer ya se puso muy malito, ya tenia edema pulmonar derivado del fallo renal y afortunadamente su veterinaria ( gracias Paloma) pudo llegar a casa para dejarle dormido y asi se fue, absolutamente tranquilo, sin un gesto raro ni doloroso. Cogiendole las patas y la cabeza. Ojalá los humanos pudieramos morir asi.
He pasado toda una vida a su lado, era tranquilo y con esa altivez tan flipante de los gatos, muy cariñoso, elegante, súper fuerte, jamás estuvo enfermo hasta el pasado septiembre que ya empezaron a fallar sus riñones pero hasta hace 5 días vivió bien, un anciano felino con esa indolencia que tienen los gatos a los que jamás poseerás... esta mañana al levantarme pensé que le veia en la cocina, esperando, con el sonido de sus patas... ha sido el animal más longevo que he tenido y la verdad que estoy muy jodida, no paro de llorar pero su ciclo vital ya estaba completo, hay que soltar, dejar ir, respirar y quedarte con el amor.
Rocco es parte de mi vida, le recogí de bebé de la calle, al lado de un contenedor, han pasado casi 19 años y mi historia vital se escribe a su lado. Los momentos maravillosos, el amor, los proyectos, las subidas, los baches, las bajadas, el nacimiento de mis hijos, nuestra vida, la muerte de mi padre, mi divorcio, el desamor, mis lágrimas, mis risas.... la fuerza para afrontar las cosas de la vida con optimismo. El venía a mi lado en el sofá, se hacía un ovillo, giraba la cabeza y siempre enseñaba un colmillo durmiendo como diciendo ehh, soy felino, no se te olvide.
Nos darán sus cenizas la semana que viene y como con mis otros animales le haremos un homenaje especial plantando algo bonito en una maceta.
Mi vela de jazmin y sandalo estuvo encendida mientras se iba y la dejé toda la tarde-noche.
Te quiero Rocco, para siempre.
Y la vida seguirá....