Llevamos tres semanas de manifestaciones masivas.
Es una ley que da más poder a la policía del que ya tiene ahora. Permite por ejemplo dar más competencias a la policía municipal y a los vigilantes privados, generalizar la vigilancia por drones con reconocimiento facial (que ya se aplica ahora mismo en manifestaciones y otros eventos), suprimir la reducción de penas para personas condenadas por violencia o amenazas contra la policía (que ahora mismo sólo se aplica a condenados por terrorismo), permiso para los policías de llevar y utilizar su arma fuera de servicio, etc.
El artículo que está causando más polémica es el 24, que supone un año de prisión y una multa de 45.000e para quien difunda imágenes de la policía en servicio por internet sin difuminar las caras y los números de identificación. Es decir, todos los vídeos y fotos de violencias policiales que se publican y comparten ahora serían ilegales, hasta los compartidos por los periodistas.
En general ya hay un problema de violencia policial en Francia que se lleva alimentando y creciendo cada vez más durante años, pero esto último ha sido la gota que colma el vaso sobre todo porque desde que se anunció la proposición de ley hace como un mes ha habido dos intervenciones de la policía muy polémicas. Primero desmontaron un campamento de refugiados que Médicos Sin Fronteras había montado en una plaza para denunciar la situación de un montón de gente que está en la calle sin ninguna solución de alojamiento durante la pandemia, y lo desmontaron de forma muy violenta, literalmente cogiendo las tiendas donde la gente dormía y sacudiéndolas hasta hacerlos caer. Y a la semana siguiente unos policías dieron una paliza a un productor de música negro que salía de su estudio, literalmente lo engancharon en la puerta, lo metieron dentro y le dieron un palizón gratuito, afortunadamente el estudio tenía cámaras y quedó todo grabado.
Entonces claro, se dice que si estuviese activa esa ley y el artículo 24, las imágenes que se difundieron de esas dos actuaciones serían ilegales y nadie podría haberse enterado.
Pero en general las protestas no son sólo por esta ley, son por todo el giro a la derecha que ha dado el gobierno desde el verano pasado. En julio todos los ministros importantes dimitieron en bloque y Macron tuvo que nombrar un gobierno nuevo, y a puesto a gente muy de derechas, o más que de derechas en el sentido de conservador, de corte autoritario a la antigua. Sobre todo al frente de Interior, ha puesto a un bocachancla obsesionado con la seguridad que ha soltado ya tantas barbaridades que hasta el propio Macron ha tenido que salir a decir que sus comentarios eran desafortunados (decir que la sociedad francesa está "asalvajada" y hay que meterla en cintura, por ejemplo).
Aparte de esta ley se protesta por otra que se llama "contra el separatismo islamista" que redefine el concepto de laicismo y apunta con ello directamente a los musulmanes. Tiene partes interesantes como vigilar la financiación de las mezquitas e instituciones musulmanas para impedir que reciban dinero de potencias islámicas internacionales. Pero está causando mucho rechazo otra parte que permite cerrar e ilegalizar asociaciones musulmanas, como por ejemplo la semana pasada una asociación de abogados que se dedica a defender a personas árabes en denuncias por discriminación. Amnistía Internacional y la ONU ya han dado un toque por esto, pero bueno, como llevan haciendo desde 2015 y da igual. La ley está basada en un concepto típicamente francés del que ya he hablado en otros hilos y que es polémico porque no todo el mundo lo comparte, y en la mayor parte de países fuera de Francia es ya un concepto inverosímil. Es el "comunitarismo", la idea de que asociarse respecto a cuestiones de etnia, religión, etc; es una ataque a la universalidad republicana y entonces pone en peligro la unidad y los valores del país. Por eso se puede por ejemplo ilegalizar la asociación de abogados que decía. Por decirlo así, es un poco un "Si dejamos a los catalanes enseñar catalán en los colegios se va a romper España" pero a la francesa.
Patética la UE, qué vergüenza.
