En mi primer embarazo me pasó lo mismo que a ti. De hecho, solo fui una vez a la matrona de la ss porque en la visita fue muy fría y borde. Recuerdo que le comenté que notaba que me costaba respirar cuando hacia algo de esfuerzo y me dijo: "Vaya, eres de esas que van a aprovecharse del embarazo para no hacer nada. Pobre marido tuyo. Estás embarazada eh, no enferma". No supe que decir y aguanté el resto de la charla educadamente, pero no volví. Por suerte, cuando nació mi hijo, cambiaron de matrona en mi centro de salud y pude acudir a clases postparto con una mujer muy maja, que transmitía mucha paz y que hacía unos masajes a mi bebé que le dejaba en la gloria. Espero que siga estando la misma...Nerlopez5 escribió: 18 Dic 2020, 10:14 Bueno chicas, ayer tuve mi primera visita a la matrona y la verdad que salí bastante decepcionada. Pensé que me encontraría a una persona cercana que te acompaña y te escucha en una etapa tan importante y no fue así. Lo que hizo fue soltarme su discurso de las visitas que tendría tanto con ella como con el obstetra y diferentes pruebas a realizar a lo largo del embarazo y darme un manual.
A las preguntas que le hacía me decía que estaba todo en el libro.
Aparte que hiciera yo misma seguimiento de mi peso y que se lo fuera apuntando junto con las dudas que me fuesen surgiendo. Me pareció todo muy frío e impersonal.
Lo peor de todo es que odio que me mientan, una de las primeras cosas que me ha dicho es que ese dia no se podría ver ni escuchar el latido porque todavía es muy pequeño (estoy de 9+3), estuve a punto de decirle que no se preocupara que ya lo había visto y escuchado hacía dos semanas en mi ginecólogo privado, pero no llevaba muchas ganas de hacer sangre.
Espero que el obstetra sea más considerado y al menos me pregunte como me siento y que tal me encuentro, que es el mínimo interés que se debe mostrar.
Lo que quiero decir es que no dejes que ninguna borde te amargue el embarazo. Prueba a pedir un cambio de matrona y si no es posible, siempre puedes poner tú el cariño y la ilusión multiplicado por el doble para que esas visitas no te fastidien. ¡Ánimo!