Es que estos restaurantes viven un poco de la tontería de la gente, son aspiracionales a tope, muy monosos, pero una cocina que no es de calidad. Mucho wannabe. Son sitios que además se ponen de moda y todo el mundo va, no vayas a perderte the place to be: boletus, trufa, tartar y guacamole. Y yo creo que a la gente cuando va a esos sitios le da igual la comida (dentro de lo normal).
Yo ya digo, cuando he ido ha sido en contextos parecidos a los descritos por
Nidea, si una mayoría quiere ir a un sitio de estos, pues vamos, de hecho abundan cenitas de grupos, Navidad, afterworks... Pero yo que sé, a mi padre le encanta Ginos y cuando como con él suelo ir a ese sitio, que me parece bastante infame pero me gustan algunos platos. Y mi madre con la Tagliatella lo mismo, le pirra. O sea, que sé que no son buenos, pero que en fin, de vez en cuando...
Cuando me quiero deleitar al final acabo yendo con mi pareja a sitios que buscamos nosotros no necesariamente caros pero que nos apetezca probar. Alguna decepción nos hemos llevado.