La hermana de 'Mami' Quevedo admite ante el juez que robó por necesidad
12/11/2009
Robó las joyas porque pasaba por apuros económicos. Así lo reconoció ante el juez N. Q. G., la hermana del ex futbolista gaditano Mami Quevedo, que pasó a disposición judicial en la mañana de ayer, después de haber pasado la noche en los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional.
El martes N. Q. G. fue detenida junto a su madre como presuntas autoras de, al menos, dos hurtos por el método del descuido, en una joyería de la céntrica calle Sacramento de la capital. Según la denuncia, N. Q. G. sustrajo supuestamente varios anillos con sellos de oro, escondiéndolos en los bolsillos mientras la dependienta no la miraba.
Cliente habitual
Fuentes de la investigación han confirmado que
la detenida era cliente habitual de la tienda , y cometió el robo de las joyas al menos en dos ocasiones distintas durante el último mes. Al no haber empleado violencia, las infracciones que se le imputan son de faltas de hurto, y no se consideran delitos, a pesar del elevado valor del botín.
La denuncia fue presentada por los propietarios de la joyería Sanz el pasado 3 de noviembre. Sin embargo
la detención de N. Q. G. se ha dilatado en el tiempo por una trágica casualidad, ya que la pasada semana apareció el cadáver de su ex marido en la playa de la Caleta . Ante la Policía, sólo fue denunciada la hermana del ex futbolista Mami Quevedo. Sin embargo, el Equipo de Delincuencia Urbana de la Comisaría de Cádiz descubrió durante la investigación que la madre de la denunciada también podría estar implicada en el hurto, ya que fue la encargada de vender las últimas piezas sustraídas en otra joyería situada también en la calle Sacramento, a escasos metros del establecimiento en el que habían sido robadas.
Implicada en el caso
Por este motivo, la madre de N. Q. G. también ha sido imputada en la causa, aunque fue puesta en libertad con cargos por la Policía el mismo martes de la detención, a la espera de ser citada por el juez de Instrucción Número 2 de Cádiz para aclarar qué nivel de participación tuvo en los golpes que perpetró supuestamente su hija. Cuando preste declaración, el juez decidirá si archiva las actuaciones o mantiene su situación de imputada.
N. Q. G., por su parte, fue puesta ayer a disposición judicial, después de haber pasado la noche del martes arrestada en la comisaría de Policía. Ante el juez, la detenida reconoció haber robado las joyas, aunque alegó en su defensa que lo hizo por necesidad, ya que pasa por graves apuros económicos, según confirmaron fuentes de la investigación.
Tras tomarle declaración, el juez de instrucción dictó un auto de libertad con cargos para la detenida, que sigue imputada por las faltas de hurto.
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