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por datenshiblue
Joer, yo creo que crecí del tirón cuando perdí a mi padre y no he pasado ninguno de los duelos de la adolescencia.
Y soy el polo opuesto a niñera. Me dan mucha pereza. Pero mucha mucha. Si quedo con gente que tiene niños me da mucha pereza ir y lo evito a menos que no me quede otra. Tengo paciencia la justa y se me agota rapidísimo. Las interrupciones, los gritos, las patadas cuando son pequeños, que todo tenga que girar en torno a ellos, las faltas de educación cuando son pequeños y más mayores (que sé que son niños, no le puedo pedir peras al olmo), que hagan lo que les viene en gana y no sean capaces de seguir unas reglas básicas, todo eso me produce un trastorno muy grande. Me siento incómoda y con ganas de irme a un sitio tranquilo. No los odio, ni me caen mal ni nada de eso. Simplemente, me resulta super desagradable interactuar con ellos. A ver, que tengo tres sobrinas y a una de ellas (la más desobediente y maleducada) la he cuidado mil veces, me la he llevado de fin de semana, al cine, a merendar, de compras, pero fufff. Qué alivio llegar a casa y perderla de vista, eh. Una de ellas, la más pequeña, sobrina política, es muy calladita, prudente y se porta super bien en general, y con esa me da mucha menos pereza estar. Pero las otras dos, madre mía. Supongo que no es problema de los niños, también lo digo, sino de los adultos que los rodean. Que no me parece ni medio normal que porque esté tu sobrina en casa no puedas ver el telediario, sólo el canal de los dibujos animados, y si intentas cambiar la tele te encuentras con la pataleta de la niña y la bronca de la madre o de la abuela. Y como eso todo. Qué se come en un restaurante, cómo se come en un restaurante (las niñas dando por culo en una fuente en el interior de un restaurante chino y ningún adulto haciendo caso), tener que ponernos todos a jugar al uno con las niñas (es que no pueden jugar solas?) y si dices que no te apetece, ya eres una borde y no quieres a tus sobrinas. No sé si todo esto es lo normal, pero a mí me ha generado un montón de rechazo a lo largo de los años.
Supongo que soy una rancia. Bueno, y asocial. Si estar con gente no espídica ya me agota, estar con niños que es como que llevan las pilas cargadas a lo máximo me deja para el arrastre. Tengo que hacer un esfuerzo contínuo, no me sale solo y natural como a otras personas, que veo que lo disfrutan muchísimo. Lo mío es muy forzado y acabo fatal.
Y no son sólo los niños, que oye, son niños y es normal que estén a tope de energía y no controlen. Lo peor son los adultos que los rodean, los juicios gratuitos y el análisis de cada cosa que haces, dices o cara que pones. Vamos, que por poner límites a las hijas de mis hermanas (no me des patadas, no pintes en las cortinas, deja tranquilo al gato y no no lo tires del rabo, no insultes a las personas mayores, cosas de ese estilo) me han dicho veinte mil veces que es que no las quiero y cosas así. Y eso es todavía más agotador. Tener que justificarte ante personas que supuestamente tienen dos dedos de frente y son incapaces de distinguir la falta de cariño de los límites. Encima mi sobrina con la que más he cargado a todas partes me quiere mucho. Bueno, me quería. Desde que murió mi madre y su madre dejó de querer tener relación conmigo, ella tampoco ha hecho ningún esfuerzo, y con 16 años ya tiene edad para tomar decisiones.