Yo también me sumo a las chicas cuyo estado de ánimo depende de cómo se vean físicamente ese día. Y me da mucha pena, porque luego lo razono y digo "Pero chiquilla, ¿en serio estás así porque hoy te has despertado con el vientre más hinchado?" y es que me resulta estupidísimo, pero aún así soy incapaz de ignorarlo y mi cabeza vuelve a obsesionarse con el defecto que he decidido sacarme ese día/semana/mes/año. Lo peor es que yo esto lo he trabajado en terapia, aunque no lo suficiente; el día que tenga algo más de solvencia económica (porque ahora mismo es nula), me encantaría volver y mejorar en ese aspecto. También en quererme más en general, porque igual que pienso que bonica no soy precisamente y no me gusto físicamente, personal e intelectualmente tampoco me considero una maravilla. No obstante, sí que tuve una época en la que me quería más y joder, cómo se notaba eso. Desgraciadamente, llevo una época un poco chunga (aún no sé bien por qué, o bueno, en realidad sí lo sé, pero son tantas cosas que me vuelvo loca sólo de pensar en analizarlas todas...) y es como haber vuelto a retroceder hacia años atrás, cuando era adolescente y no me quería una mierda. No tan exagerado, eso sí, pero me tiro muchos días sintiéndome un asco externa e internamente. Sobretodo externa.
En mi caso, a parte de los estándares sociales, sé que en gran parte me siento así por culpa de mi familia y del bullying que sufrí durante muchos años. Mi familia porque somos muy pocas niñas (somos tres) y siempre nos han comparado... Yo era la fea
. Y sigo siendo la fea. Si es que nos reunimos a veces para comer ¡¡y todo son comparaciones físicas y siempre salgo perdiendo!! Real.
En una de las últimas barbacoas que hicimos compararon los abdominales de mi prima con los míos, diciendo que "Anda, Fulanita tiene más abs que tú... ¡¡Te tienes que poner en forma!! Al final tú verás que te va a salir barriga y chichas por todos lados". Así que imaginad el nivel
. Y peso 49 kg y mido 1,65, así que pensad en las chichas que tengo. .
Así ha sido siempre. En tema intelectual, de personalidad, etc. también. Así que he crecido siendo una niña insegura que se siente un bicho raro y tóxico. Lo positivo es que sé de dónde viene y que me esfuerzo por cambiarlo pasito a pasito. Lo malo es que me estoy dando cuenta de que estoy necesitando ayuda.
Eso sí, para mi desgracia, en el tema físico el tener mamas tuberosas no ha hecho sino empeorar mi autoestima. Como es algo que sólo puedo cambiar con cirugía me frustro mucho y aquí estoy, que hay días que lloro por unas tetas. Es que suena estúpido que te cagas
.
Todo esto para decir solamente que, al menos, intentemos siempre saber de dónde vienen nuestras inseguridades y que luchemos contra ellas. Mi meta, desde hace muchos años, es que, cuando llegue a vieja, pueda mirarme al espejo y, primero, perdonarme por haberme tratado tan mal durante tantos años; y, segundo, saber reconocerme, saber quién soy por fin y, espero, poder decir que eh, pues no estoy tan mal como siempre pensaba.
Edito porque me he comido como quinientas palabras.