Soyvip escribió: 01 Sep 2020, 16:31 Yo no veo nada de Candela Peña.

Lo de El Mundo me parece muy fuerte y es para denunciar.

Candela Peña: “Yo respeto a las femin**is pero que nos respeten a todas”

Samantha_# escribió: 01 Sep 2020, 19:55 Quizás este escrito a posta para generar feed en redes sociales.

Perracallejera escribió: 01 Sep 2020, 19:36
A mí Candela Peña me gustaba mucho,pero con las perlas del feminismo se me cayó,es una cateta.Qué dice ahora que ha hecho una película que defiende el lobby feminista???... qué hacemos ahora las femin**is,tildarla de cínica sólo o la quemamos???

Ren escribió: 26 Ago 2020, 08:51 Eliminar las categorías femeninas/masculinas me parece un error. De hecho estoy pensando en algo que leí no sé donde sobre el porcentaje total de tiempo en pantalla de una mujer hablando vs tiempo en pantalla de hombres hablando y era una cosa loquisima.

Lo acabo de buscar, os pongo el gráfico:

Como no podía ser de otra manera, visto lo visto, las mujeres solo son protagonistas en un exiguo porcentaje de películas: 22%. También es excepcional (18%) que sean mujeres las que acaparen dos de los tres personajes principales de la película, algo que sí sucede con los hombres en el 82% restante

https://www.google.com/amp/s/m.publico. ... habla//amp
Y también este artículo:

Tal y como apuntan desde la web, incluso en las comedias románticas (cuyo público se supone que es eminentemente femenino) los hombres abarcan la mayoría de los diálogos con un 58% de media.

https://blogs.publico.es/strambotic/201 ... n-habla-1/

marjane escribió: 02 Sep 2020, 00:25 Solo he sabido contestar sin dudar a dos. Muy triste.

Esta es la razón por la que tantos incompetentes triunfan más que tú en el trabajo
Diversos estudios alertan de los efectos perversos de confundir autoconfianza con talento
...

Los autores del estudio reflexionan acerca de cómo la confianza está sobrevalorada en los entornos corporativos actuales, en los que, en general, cuando una persona habla de forma muy asertiva o demuestra una gran confianza en sí mismo, inmediatamente se la considera más capaz, sin valorar si sus cualidades son adecuadas para el trabajo que realiza. Tomas Chamorro-Premuzic –psicólogo especializado en gestión de talento y desarrollo de liderazgo– asegura, además, que si las mujeres están subrepresentadas en los puestos de mayor responsabilidad es, en gran parte, por culpa de este sesgo.

“No se debe a su falta de capacidad ni de motivación, sino a nuestra incapacidad para detectar la incompetencia en los hombres. Cuando se considera a un hombre para un puesto de liderazgo, los mismos rasgos que predicen su caída suelen confundirse con señales de talento o potencial de liderazgo o incluso se celebran como tales. En consecuencia, los defectos de carácter de los hombres los ayudan a surgir como líderes porque están disfrazados de cualidades de liderazgo atractivas. Rasgos como el exceso de confianza y el egocentrismo deberían ser vistos como señales de alarma. En cambio, nos llevan a decir: «Ah, ¡qué tío tan carismático! Probablemente sería un buen líder». El resultado, tanto en el campo de los negocios como en el de la política, es un excedente de hombres incompetentes al mando. Dicho excedente reduce las oportunidades de gente competente (mujeres y hombres) y, al mismo tiempo, mantiene el nivel de liderazgo tristemente bajo”, asegura en su libro.

Para Chamorro-Premuzic, este tipo de comportamientos son más habituales en el hombre medio que en la mujer media, y señala diversos estudios que así lo corroboran. “El resultado es un sistema patológico que recompensa a los hombres por su incompetencia mientras que castiga a las mujeres por su competencia. Tenemos que reemplazar nuestros criterios equivocados de evaluación de líderes por criterios más relevantes y efectivos que predigan el rendimiento real y no el éxito de la carrera profesional individual. Las cosas mejorarán no solo para las mujeres, sino también para todo el mundo, cuando empecemos a elegir a líderes mejores”, asegura.
https://www.lavanguardia.com/vivo/psico ... abajo.html